Borrar
Directo Vegueta se tiñe de blanco con la procesión de Las Mantillas
José Hernández brilla a sus 7 años

José Hernández brilla a sus 7 años

A su corta edad ya sabe lo que es correr en países como Inglaterra, Francia y Holanda, dejando destellos de niño prodigio en cada una de las competiciones. Adicto a la velocidad, el pequeño piloto quiere seguir aprendiendo para, algún día, disputar un Mundial.

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

José María Hernández, natural de Arucas y con tan solo 7 años, ya sabe lo que es competir a nivel internacional en motocross. Este año hizo en el Masters Kids de Francia, en el Campeonato de Holanda DMX y, también en el de España. En el de Canarias, solo pudo participar en una carrera y la ganó con solvencia. En 2016 también corrió en las islas británicas y, siempre, a toda pastilla. Sin miedos ni complejos, esta joven promesa quiere seguir creciendo y aprendiendo al lado de la velocidad.

En el campeonato de Holanda, donde había cuatro distritos, distinguidos entre norte, sur, este y oeste, José quedó en sexta posición. Un puesto que le permitía disputar la final, aún habiéndose perdido una carrera –de las doce que eran– por motivos ajenos a su voluntad. Ya en la prueba más exigente del torneo y jugándoselo todo a una sola bala, el prematuro piloto, tocado por una varita, voló sobre la tierra neerlandesa para subirse al podio y llevarse una valiosa medalla de bronce.

Ni la diferencia de clima ni las ventajas que tenían los participantes locales –habituados a entrenar en mejores circuitos–, pudieron frenar la progresión y la destreza del grancanario, quien dice que «nunca» aprendió a montar en moto, mientras defiende con una traviesa y tímida sonrisa que él ya sabía pilotar «desde que nació».

Asimismo, su entrenador, Óliver Méndez, relata cómo y dónde fueron sus primeras aventuras sobre ruedas: «Comenzó en el antiguo parking del Estadio de Gran Canaria, cuando eso todavía era de tierra y no de asfalto, pero ya él tenía unos conocimientos», explica. Por otra parte, Patricia Santana, su madre, aclara que desde los «tres años ya estaba corriendo».

Con el sueño de «ganar un Mundial en el futuro», el diminuto piloto destila ilusión. Sin vértigo y con osadía, tanto su madre como su entrenador tienen claro que algún día tendrán que salir del archipiélago para que el intrépido Hernández continúe con su crecimiento como piloto. «Todavía es un niño, pero si con 12 o 13 años sigue despuntando como hace ahora, habrá que dar el paso y salir fuera para no frenar su progresión», reconoce su preparador, a quien secunda la madre del pequeño prodigio.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios