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Mercedes-Benz Clase B cambia de registro

Mercedes-Benz Clase B cambia de registro

El afán dinamizador que mueve a la marca de la estrella de unos años para acá ha provocado una sustancial transformación en su modelo familiar por excelencia, el Clase B, acuñado anteriormente como monovolumen y ahora como Sports Tourer.

Aythami Alonso / Fotografía: Micael Löfgren

Jueves, 1 de enero 1970

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Su fisonomía exterior ha evolucionado hacia un compacto, pero su interior sigue gozando de unas cotas y un confort que hacen de su estancia a bordo un verdadero placer.

El primero en perder la etiqueta de “monovolumen” fue el Clase A, pasando de MPV urbano a un elegante compacto premium. Ahora es el turno del siguiente modelo en la línea de sucesión, el Clase B, que abandona su condición de señorial monovolumen familiar por el de turismo deportivo, dado que se aleja del conservadurismo estético para ofrecer una imagen más jovial.

Más jovial no significa rompedora o trasgresora, sino que transmite más emoción, aunque sin perder la elegancia de un vehículo enfocado al uso familiar, que ha visto alteradas considerablemente todas sus cotas, tanto interiores como externas.

La longitud de carrocería es de 4.419 mm (+26 mm), su anchura 1.796 mm (+10 mm), distancia entre ejes 2.729 (+30 mm) y altura total 1.562 mm (-4 mm), es decir, ha crecido en todas direcciones, a excepción de la altura, lo cual conforma una fisonomía más deportiva y una silueta más dinámica visual y empíricamente, pues el coeficiente aerodinámico ha mejorado en una décima, pasando a Cx 0,24.

A nivel estético destaca el frontal bajo, presidido por la sempiterna estrella flanqueada por una pareja de lamas horizontales encargadas de aportar mesura al morro. Los grupos ópticos equipan de serie tecnología LED High Performance y se encuentran recorridos por un diseño específico de la luz diurna en forma de doble antorcha.

La zaga sí que resulta discreta, sin ningún atisbo de heterodoxia, aunque en comparación con la anterior generación transmite mayor expresividad, quedando la anchura de carrocería acentuada por medio de elementos como los pilotos poliédricos, los reflectores desplazados hacia abajo e integrados en el parachoques trasero y la sección inferior de éste en color de contraste negro, con efecto difusor y un listón cromado.

El spoiler del techo y los deflectores de color negro de alto brillo situados en los laterales de la luneta trasera mejoran las propiedades aerodinámicas y confieren al vehículo un aspecto deportivo.

Un factor casi inapreciable es la línea de cintura más baja, lo que aumenta la superficie acristalada en detrimento de la chapa, a la vez que mejora la sensación de espaciosidad de los ocupantes y la visión omnidireccional de éstos, especialmente beneficiosa para el conductor, que además saca provecho a la reducción en sección del pilar A.

Habitáculo heredado del Clase A

Clonar lo que funciona y gusta al usuario no es pecado. Es por ello que el nuevo familiar de la estrella se ha adjudicado la configuración interior de su hermano menor el Clase A, con las consiguientes adaptaciones a un uso diferenciado, como es la hendidura que presenta el frontal del salpicadero en el lado del acompañante. El recurso que se repite son las características toberas de ventilación en forma de turbina aeronáutica, tres en el centro y una a cada lado del tablero.

La unidad de prueba cedida por Flick Canarias, equipada con el acabado Progressive(un escalón por debajo del tope de gama) incluye la versión más alta del MBUX, en el que sobresale el display multimedia y cuadro de instrumentos (ambos de 10,25”) unidos bajo una misma tulipa, sistema que Mercedes ha bautizado como ‘widescreen’. La resolución de sus gráficos, las posibilidades de configuración, la información facilitada en infinidad de campos y, lo que es más importante, su uso intuitivo, son un verdadero regalo para los amantes de la tecnología.

El manejo del display multimedia se puede ejecutar de forma táctil sobre la propia pantalla, o a través de la pequeña tablet ubicada a mano del conductor en la consola central. El cuadro de instrumentos y sus múltiples combinaciones de información, apariencia, etc. se gestionan por medio de los mandos táctiles del volante, sobre el cual también se encuentra el control de crucero, mandos de audio y teléfono, si bien la vedette del sistema es el mando fónico inteligente con reconocimiento del lenguaje natural, que se activa con la palabra clave “Hey Mercedes”.

Otro de los gadgets que incorpora el acabado Progressive es el control de confort Energizing, encargado de combinar de forma selectiva determinadas funciones del aire acondicionado y de los asientos (calefacción, ventilación, masaje), así como diferentes efectos de luz y musicales, permitiendo así un ajuste de bienestar especialmente adaptado al estado de ánimo o a las preferencias personales del usuario.

Desde el punto de vista funcional, la nueva Clase B se beneficia de la ganancia de espacio derivada de unas dimension

es de carrocería aumentadas, especialmente relevante la anchura de codos en la cabina delantera, con nada menos que +33 mm.

Igualmente reseñable es el hecho de que a pesar del descenso de la altura de techo, la distancia libre de las cabezas con éste ha aumentado en 5 mm delante y 8 mm detrás, lo cual aporta una espléndida sensación de amplitud. A pesar del crecimiento de la distancia entre ejes, la capacidad del maletero prácticamente no se ha visto perjudicada, ofreciendo un volumen mínimo de 455 litros y máximo de 1.540.

En cuanto a ayudas a la conducción, incluye funciones derivadas de la Clase S, que permiten conducción semiautónoma en determinadas situaciones a través del asistente activo de distancia Distronic, al que se añaden el sistema de parada de emergencia y asistente para cambio de carril. A éstos se suman el control de ángulo muerto, reconocimiento de señales de tráfico y la posibilidad de aparcamiento automatizado con el sistema Parktronic.

163 CV, cambio 7G DCT

En este momento de lanzamiento, el nuevo Clase B dispone de tres motores diésel (116, 150 y 190 CV) y dos gasolina 1.3 (136 y 163 CV). El más potente en gasolina es el que hemos conducido, y no podemos más que alabar su respuesta además de su contenido consumo, que en condiciones reales de conducción ha sido de 6.5 litros/100 km, bastante cercano a la cifra homologada por el fabricante, que es de 5,4 litros/100 km.

Por el momento está asociado a un cambio de doble embrague con 7 relaciones, aunque más adelante lo hará a uno manual de 6 marchas y posibilidad de tracción total 4Matic. El funcionamiento es exquisito, tanto por la suave transición entre marchas como por el escalonamiento de las mismas. Existe la posibilidad de cambiar manualmente mediante las levas situadas tras el volante.

Otro de los sistemas reseñables es el que permite seleccionar los modos de conducción: Eco, Confort, Sport e Individual, cuya personalizada respuesta de motor, cambio, y dureza de la dirección alteran el carácter del Clase B como la noche al día.

Dinámicamente, a nivel de chasis, es donde menos diferencias se aprecian entre el nuevo y el anterior Clase B, pues el adjetivo ‘SportsTourer’ invita a pensar en un comportamiento deportivo que, en realidad, no nos ofrece. Como familiar que es, su rodar es confortable, pausado y libre de rumorosidades, aunque sí es cierto que la nueva configuración de la suspensión y el centro de gravedad más bajo han mitigado el balanceo e inclinación de la carrocería en curva.

Otro de los atributos que conserva es el sensacional radio de giro (11 m), que nos permite maniobrar en espacios estrechos con gran soltura, a pesar de sus 4,4 m de longitud. El tacto del pedal de freno es algo seco, con un recorrido muy corto y poco modulable.

El precio de partida del Clase B 2019 es de 27.900 euros, una cifra nada descabellada teniendo en cuenta su amplio equipamiento.

Product Expert, nueva figura

Flick Canarias ha incorporado a su staff de ventas de Mercedes-Benz al Experto de Producto, figura cuya misión es ofrecer el máximo de información de cada modelo que compone la gama de la estrella a los usuarios que se dirijan a sus instalaciones con intención de compra.

Hasta ahora, el asesor de ventas ha desempeñado un papel de recomendación y ayuda a la hora de decidir una compra, por supuesto tratando de cerrar la misma, pero en ocasiones el cliente llega con dudas, o su nivel de exigencia es lo suficientemente alto como para que sea un experto que conozca en profundidad el producto quien lo atienda.

En nuestro caso, el Clase B200 de prueba nos lo entregó el Product Expert Alejandro Falcón, que demostró tener un profundo conocimiento de todos los detalles del nuevo modelo de la estrella, algo fundamental teniendo en cuenta la gran cantidad de tecnología que atesora bajo su carrocería.

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