Mercedes-Benz Clase A, el internet de las cosas

La firma de la estrella acaba de lanzar la cuarta generación del benjamín de la familia, que en realidad corresponde a la segunda hornada de su etapa como compacto, pues recordemos que esta serie nació en 1997 como monovolumen pequeño. La Clase A 2018 pone el foco en el bienestar a bordo de sus ocupantes, asistiéndoles con un batallón de argumentos tecnológicos, cuyo sistema más mediático es la asistente “¡Hey Mercedes!

Desde hace poco tiempo se ha comenzado a utilizar un nuevo concepto: “El internet de las cosas -IdC-” que de forma resumida se corresponde con una nueva forma de entender la tecnología y la forma de aplicarla a la vida, es decir, un mundo de dispositivos conectados para hacernos la vida más fácil, más productiva, más divertida y más saludable.

El pionero en este campo fue Apple, con su conocida Siri, al que recientemente se ha unido Google con su asistente, capaz de decirnos qué temperatura hace en una recóndita localidad, o facilitarnos una receta mientras nos encontramos en la cocina, a través de su Google Home.

La centenaria marca de la estrella ha sido la primera en adoptar esta funcionalidad y además no ha tenido que estrujarse el cerebro para bautizar a nuestra asistente, de nombre “Mercedes”, por supuesto.

A la voz de ¡Hey Mercedes! se activa el mando fónico LINGUATRONIC con reconocimiento de voz, que nos recibe con un saludo para, a continuación, ofrecernos sus servicios, que pueden ir desde el ajuste del sistema de climatización a una determinada temperatura, a introducir en el navegador una dirección de destino, por ejemplo.

No obstante, y tal como sucede en el nuevo Golf con su control gestual del sistema multimedia, estamos ante unos fuegos de artificio cuyo propósito es llamar la atención de los clientes en potencia, pues dentro de la nueva Clase A podemos encontrar una serie de innovaciones de mayor calado que el mediático ¡Hey Mercedes!

Experiencia de usuario, MBUX

Con el nuevo Clase A se abre la puerta al sistema multimedia MBUX (Mercedes-Benz User Experience), un conjunto de funcionalidades de navegación, conectividad, información del exterior, infoentretenimiento, etc, que convierten la estancia a bordo del compacto alemán en una verdadera experiencia, especialmente gratificante para los ‘geeks’ (dícese de las personas que viven el mundo tecnológico de forma apasionada).

Uno de los elementos más destacados del MBUX es el opcional ‘widescreen’, consistente en la unión bajo una misma lámina vítrea del cuadro de instrumentos digital y el display del sistema multimedia, cada uno con una diagonal de 10,25”. Como equipo de serie se ofrece un conjunto de dos displays de 7” separados, pero en ambos casos es de destacar la ausencia del típico salpicadero con su correspondiente visera tras el volante.

El sistema multimedia, de manejo táctil, nos ofrece siete áreas temáticas: telefonía, navegación, radio, medios, confort, información del vehículo, Mercedes me & apps, y ajustes del coche, cada una de ellas con su correspondiente submenú que permite recorrer infinidad de parámetros y reglar el Clase A a la carta.

Uno de los más llamativos es el del ajuste de los asientos, que discrimina entre trayectos cortos o largos, en función de los cuales se activa un tipo de masaje u otro.

El MBUX puede ser manejado igualmente desde el volante o desde la consola central, desde la que accedemos sin necesidad de desviar la atención de la carretera a todas las pantallas, además de al selector de modos de conducción (Individual, Sport, Comfort y Eco) y al asistente de aparcamiento opcional.

Diseño emocionante

El nuevo Clase A irradia dinamismo, deportividad, emoción, destacando sobre el conjunto la llamativa calandra y su inseparable estrella, que como opción puede incorporar una sofisticada malla de efecto diamante. Basta el dato de su coeficiente aerodinámico Cx (0,25) para valorar el esfuerzo que han hecho los diseñadores en dotar a este vehículo de unas formas perfectamente definidas e integradoras.

Todas las cotas del nuevo compacto han sido agrandadas respecto al modelo saliente: longitud de 4.419 mm (+120 mm), anchura 1.796 mm (+16 mm), altura 1.440 mm (+6 mm), batalla 2.729 mm (+30 mm), y capacidad del maletero 370 litros (+29 litros), a pesar de lo cual el peso en vacío ha disminuido 20 kg (1.375 kg).

Motor silencioso

En la fase actual de lanzamiento el Clase A está disponible a partir de dos motores gasolina: A 200-163 CV y A 250-224 CV, además de una unidad diésel, A 180d con 116 CV, que es la que nos ha cedido Flick Canarias para esta prueba, en acabado AMG.

De ésta cabe destacar en primer lugar su baja rumorosidad, tanto al ralentí como a plena carga, a lo que se suma una respuesta muy por encima de las expectativas que generan sus 116 CV, más que suficientes para movernos con espléndida agilidad.

Está disponible únicamente con otra de las joyas de la corona, el cambio de doble embrague 7G-DCT, cuyo accionamiento automático se ejecuta por medio de una discreta palanca situada en el reverso derecho del volante. En modo secuencial recurrimos a sendas levas tras el volante.

El fabricante anuncia un consumo de 4,1 litros/100km, cifra bastante cercana a una conducción real, que en nuestro caso ha sido de 4,6 litros, entremezclando diversas situaciones de conducción entre Sport, Comfort y Eco.

Presentación en el Gran Canaria Arena

La Sala Club del pabellón multiuso de la capital grancanaria fue el escenario escogido por Flick Canarias para presentar en sociedad a su modelo fetiche, el niño mimado de la gama, que representa un 27% de sus ventas totales.

Ante 200 invitados fue desvelada la nueva Clase A, resaltando sus capacidades tecnológicas, en especial su novedad más mediática: el asistente ¡Hey Mercedes! que a través del reconocimiento de voz se encarga de cumplir las solicitudes que le encargan los ocupantes del vehículo.

Bajo una atmósfera acorde a la importancia de la presentación se fueron desgranando todas las novedades del nuevo Clase A, quedando patente el gran esfuerzo realizado por Mercedes-Benz para situar al nuevo compacto en la cúspide del segmento.