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David Sánchez de Castro
Sábado, 8 de octubre 2022, 10:49
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Max Verstappen tiene muchas opciones de proclamarse bicampeón del mundo de Fórmula 1 este domingo. El neerlandés tiene que acabar como mínimo 6º: de ahí para arriba, es cuestión de echar cuentas. Si gana y logra la vuelta rápida, no habrá que mirar más.
Por eso este sábado no especuló. El de Red Bull consumó su quinta pole de la temporada, 18ª en su carrera deportiva, en una clasificación que se disputó en seco, y esto es noticia. Tras los libres del viernes bajo la lluvia, se esperan condiciones cambiantes para este domingo, por lo que Verstappen necesita librarse de cuantos más rivales mejor si no quiere tener problemas para cantar el alirón.
A falta de ver cómo la pifian el domingo (por pura probabilidad será así), Ferrari apunta a ser su gran rival. Tanto Charles Leclerc como Carlos Sainz le pusieron muy difíciles las cosas al gran favorito a la victoria, ya que se quedaron muy cerca de arrebatarle la pole. De hecho, el monegasco se quedó a solo 10 milésimas del tiempo del piloto de Red Bull, la menor diferencia del año y la tercera con menos margen de los últimos años en Fórmula 1. También Sainz se quedó a un suspiro: solo 57 milésimas. Un 'trallazo' en la parte final del trazado nipón le hizo perder esa décima que probablemente le hubiera permitido erigirse en juez de la carrera. «Estoy cansado de quedarme a media décima de la pole», se lamentaba el español, que ya tiene callo de verse en esta situación.
Sin embargo, ese papel recayó en los comisarios. Bajo las órdenes de Eduardo Freitas, uno de los dos directores de carrera, Max Verstappen fue investigado por una acción que casi provoca un gravísimo accidente en la peligrosa (y mítica) curva 130R. El neerlandés venía en vuelta de calentamiento de neumáticos cuando dio un acelerón y el coche le dio un latigazo a un lado. Por detrás venía Lando Norris preparando su vuelta, y tuvo que pegar un volantazo para evitar embestirle. Acabó contra la hierba y todo se quedó en un tremendo susto, una gran lección de reflejos del piloto de McLaren… y una investigación. La FIA se vio en la tesitura de sancionar con tres posiciones al gran favorito a la victoria y, por extensión, al Mundial, o bien aceptar la explicación de que tenía las ruedas frías (algo que le ocurrió a más pilotos, como dijeron luego) y que ese latigazo fue imposible de prever. Dieron por bueno lo segundo y el neerlandés mantuvo la pole. Pilatos estaría orgulloso de los comisarios.
Durante todo el fin de semana, hasta la clasificación, Fernando Alonso había mostrado una superioridad neta sobre Esteban Ocon. El viernes con la pista mojada dejó claro que este podía ser su gran fin de semana de reivindicación, pero este sábado cambió todo.
Tras un más que decente 4º tiempo en los libres de la mañana, ya con el circuito en seco, había muchas expectativas puestas sobre qué podía hacer el aún piloto de Alpine. Y, otra vez más, decepcionó en el momento crítico.
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DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO
Si hay un talón de Aquiles que ha afectado a Alonso en su carrera deportiva, especialmente en los últimos tiempos, es rematar los sábados. De hecho, sus estadísticas de poles no es ni mucho menos amplia, 22, en comparación con las 32 victorias o los 98 podios. En buena medida es porque en la Q3 le ocurre lo mismo: se queda corto. En una sesión tan igualada como la vivida en Suzuka, Alonso pasó de optar al 4º a caer al 7º puesto en la tabla de tiempos. Apenas una décima mejor le hubiera valido para ser el mejor del resto y superar a Esteban Ocon, que partirá dos puestos por delante de él, con Lewis Hamilton entre ambos.
La opción para este domingo es una carrera loca. No le queda otra al español: sabe que en un circuito que drena tan bien como este no le sirve solo que haya agua en pista, como previsiblemente ocurrirá, sino que se tiene que pasar de seco a mojado para que haya alternativas. En los ríos más revueltos, Alonso es donde mejor pesca. «En mojado iríamos un poco mejor, o eso parece... pero lo mejor sería seguramente una carrera un poco cambiante, de seco a mojado. Aprovechar alguna oportunidad, arriesgar más que los coches que tenemos delante, que están jugando por cosas más importantes en el campeonato, así que podemos arriesgar un poco más, ojalá sea así», deseaba tras la sesión clasificatoria.
El madrugón para la carrera merecerá la pena. El circuito de Suzuka ha decidido once campeonatos del mundo y, en buena lid, todo apunta a que este domingo puede ser la duodécima ocasión. Verstappen lo sabe y por eso, antes incluso de conocer el veredicto de los comisarios, se centró en advertir que no iba a dejar ni un ápice a sus rivales. Si no especuló el sábado, mucho menos lo hará cuando de verdad importa.
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