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Lewis Hamilton levanta el puño tras su victoria en Silverstone. AFP
Hamilton fagocita la lucha contra el racismo en la F1
GP de Gran Bretaña

Hamilton fagocita la lucha contra el racismo en la F1

El británico se refirió de manera directa a los que no se arrodillaron en el acto institucional previo a la carrera de Silverstone, entre los que estaba Carlos Sainz

david sánchez de castro

Lunes, 3 de agosto 2020, 19:37

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Lewis Hamilton ha hecho del activismo una forma de vida fuera de los circuitos. El hexacampeón del mundo, que salvo cataclismo será heptacampeón a final de año, ha ejercido su poder como rey vigente de la Fórmula 1 para conseguir no sólo que su equipo se tiña de negro en señal de apoyo al movimiento 'Black Lives Matter', sino que además la propia competición encabece la lucha por la igualdad racial de manera institucional.

Este posicionamiento de la Fórmula 1 chirría en cuanto se mueve un poco la maquinaria. Se trata de un campeonato que albergó Grandes Premios en la Sudáfrica del apartheid, que cuenta con China como uno de sus destinos imperdibles (salvo que una pandemia lo evite) y que tiene intereses económicos del dinero que llega de regímenes un tanto dudosos en términos de derechos humanos, como el de Azerbaiyán o los árabes de Abu Dabi o Bahréin. Que lleven la bandera arcoíris en señal de inclusión (de manera implícita también para el movimiento LGTBIQ+, pero no sólo), o que realicen actos como el de este domingo previo a la carrera choca para quienes no se dejan llevar por las olas de los movimientos sociales actuales.

Buena responsabilidad tiene en ello la militancia de Lewis Hamilton. De un gesto espontáneo, pero visualmente fuerte como arrodillarse durante el himno, ha conseguido que la F1 le ponga, literalmente, una alfombra como el eslogan 'End Racism' para que los pilotos se paren durante un minuto ahí antes de escuchar respetuosos la canción nacional del país que toque.

Es en este aspecto donde Hamilton ha creído conveniente convertirse en un Pepito Grillo del resto de pilotos, que empiezan a verse cada vez más acosados. En las tres primeras carreras del Mundial, catorce de ellos se arrodillaron. En la cuarta, ya hubo uno menos, porque Kevin Magnussen consideró que no era necesario. Los demás siguen siendo los mismos, a saber: Antonio Giovinazzi, Charles Leclerc, Max Verstappen, Kimi Raikkonen, Daniil Kvyat y Carlos Sainz.

Estos 'rebeldes' contra la imperante necesidad de Hamilton de ser el más antirracista de la Fórmula 1 (tanto que él no lleva la camiseta 'oficial' de 'End Racism', sino la de 'Black Lives Matter') han provocado que les señalen públicamente. El primero en hacerlo ha sido el propio piloto de Mercedes, que minutos después de conseguir una heroica victoria a tres ruedas, sacó un rato para volver a ser el más concienciado de los concienciados. «No voy a decir cuál es mi opinión sobre lo que cada uno necesita o no, pero si miras a otros deportes, mira al baloncesto, al fútbol y a los equipos españoles, italianos y de todo el mundo, sin importar la nacionalidad que tenga o las mezclas que haya, lo hacen todos unidos. Hay jugadores de Rusia y de España que lo hacen», señaló, directamente, en referencia a Kvyat, ruso, y a Sainz, español.

Ni estos dos, buenos amigos desde sus tiempos en la cantera de Red Bull (llegaron a compartir piso, incluso), ni el resto se han mostrado contrarios a la lucha antirracista. Todo lo contrario: son los primeros que la abrazan, desde su punto de vista, y no les cuesta absolutamente nada romper su momento de concentración previa a la carrera para posar delante de las cámaras de todo el mundo y enviar un mensaje de igualdad racial. El problema es que, según Hamilton, no es suficiente, y por eso les abroncó públicamente. Sin alzar la voz, pero dejando caer una presunta hipocresía o miedo ante la opinión pública. «Cuando la razón para no hacerlo es cómo crees que se sentirá o cómo se percibiría en tu país, todo lo que tienes que hacer es mirar los otros deportes porque lo están haciendo. Espero que poco a poco podamos unirnos cada vez más», zanjó el británico al respecto.

Lejos de dejar el asunto ahí, y ante el vuelo que tomaron sus acusaciones, este mismo lunes reiteró su gesto. Hamilton compartió en sus redes sociales tres imágenes de esa ceremonia que ya está impuesta en el protocolo previo a cada carrera de manera oficial. En una de ellas, aparecen claramente tres pilotos: él, arrodillado, y detrás Sainz y Leclerc, los futuros compañeros en Ferrari, de pie. Mientras el hexacampeón mueve el debate a los terrenos que él considera oportunos, nadie habla de que Mercedes está convirtiendo la Fórmula 1 en un deporte previsible, con el único aliciente de que ellos mismos fallen.

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