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Carlos Sainz. Archivo
Carlos Sainz vuelve al volante de un Ferrari
Test

Carlos Sainz vuelve al volante de un Ferrari

El madrileño rodará de nuevo con un monoplaza de la Scuderia, ya que estará el lunes en el circuito de Jerez con un SF90 de 2019 para probar con los neumáticos Pirelli de 18 pulgadas

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

MADRID

Viernes, 19 de febrero 2021, 19:53

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Carlos Sainz y Ferrari tienen que adaptarse el uno al otro, pero en un deporte como la Fórmula 1 no hay tiempo que perder en aterrizajes suaves. Las urgencias que tiene la Scuderia después de una de sus peores temporadas históricas, especialmente después de ser un firme candidato a dar la sorpresa el año anterior, obligan a aprovechar cada kilómetro que den con el objetivo no solo de preparar el coche de este año, sino tener presente también el de 2022, que es cuando se va a producir el gran salto normativo al que todos aspiran.

Con estas cartas encima de la mesa, la estrategia con la que Ferrari se ha planteado esta pretemporada (posiblemente una de las más relevantes a largo plazo sobre sus objetivos) es clara: meter en un saco todas las bolas para 2021 pero dejar una parte para 2022, de forma que conforme avance el año se vayan traspasando las del primero al segundo. En este sentido, la capacidad técnica de Carlos Sainz es vital. Cuando Mattia Binotto aceptó la propuesta de ficharle, sabía que no solo se hacía con un gran piloto en pista sino también con uno que tiene una capacidad analítica que ha hecho crecer a todos los equipos en los que ha estado, especialmente a una McLaren que está en la rampa de salida para volver a la élite.

Si metemos estos motivos en una batidora, salen todos los argumentos por los que la semana que viene se celebrarán unos test en el circuito de Jerez con un Ferrari de 2019 y Carlos Sainz al volante. El madrileño será el encargado de rodar por primera vez con unos Pirelli de 18 pulgadas, una de las grandes evoluciones que veremos en los Fórmula 1 a partir de 2022. Sainz se subirá a un SF90, ni mucho menos tan desastroso como su sucesor, y con un doble propósito. Por un lado, seguir adaptándose al nuevo equipo, aprender los automatismos y conocer más las maneras de trabajo con su ingeniero, Riccardo Adami. Por otro, obtener todos los datos posibles de rendimiento, posibles mejoras y puntos fuertes de los Pirelli (aún experimentales) que todos deberán llevar para sustituir a las ya veteranas (y obsoletas) ruedas de 13 pulgadas.

La participación de Sainz en estos test será en el circuito de Jerez, que hasta hace unos años era escenario de algunas sesiones de pretemporada. De hecho, el trazado de los Arcos era uno de los favoritos de los pilotos, pero no así de los ingenieros que consideraron Montmeló mucho más útil en términos de ensayos de carrera en diferentes circunstancias, tanto por la configuración del propio circuito como por la climatología y contexto en el que se celebran. No en vano, rodar en el circuito donde se disputa el Gran Premio de España da una ventaja notable para esa carrera, amén de que logísticamente está mejor adaptado a las necesidades del paddock.

La confianza de Binotto

Carlos Sainz tendrá una responsabilidad clave desde el primer día. Charles Leclerc parte con la ventaja de ser el piloto que ha liderado a la Scuderia desde que llegó al equipo, toda vez que su luz opacó la de un Sebastian Vettel que se tuvo que ir con el rabo entre las piernas a buscarse las lentejas a Aston Martin. La escuadra de Silverstone, cuyo monoplaza se verá la próxima semana ya con los colores verdes, será una de las grandes incógnitas de este arranque de 2021.

En ese contexto, Sainz deberá demostrar que la apuesta por él es la acertada y que se puede quitar de encima la sombra que aún pesa sobre su figura por ser otro español en la Scuderia, después del sabor agridulce que dejó Fernando Alonso. Con el paso del tiempo y lo ocurrido con los titulares, se ha comprobado que lo del asturiano no fue, ni mucho menos, un fracaso absoluto. Sainz tiene como reto mejorar aquellos años, algo que no será nada fácil.

La apuesta por el español es de Mattia Binotto, muy cuestionado por sus decisiones desde que llegó al cargo de jefe de equipo. El buen hacer de Sainz también determinará, en parte, el destino de un Binotto al que ya le han puesto un ultimátum encima de la mesa: o 2021 mejora lo visto en 2020, o será víctima de una nueva reestructuración en Maranello. Si Sainz no da el resultado esperado, se leerá como un fiasco (otro más) del máximo responsable de la Scuderia.

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