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Canarias7 / Las Palmas de Gran Canaria
Jueves, 1 de enero 1970
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Cuando nuestro coche presenta indicios de que algo no va bien puede ser difícil saber qué puede estar pasando. Muchos conductores no son capaces de ver la importancia que pueda tener un síntoma.
Para empezar, deberíamos aclarar que cualquier anormalidad debe tenerse en cuenta. Por norma general hay poca conciencia de la importancia de recurrir a los talleres. No solo se evitan accidentes, sino que se alarga la vida del coche y a la larga se hacen reparaciones menos costosas. Por eso es importante que el taller transmita confianza y ayude a crear esta conciencia.
Siendo conductores, podemos informarnos de qué debemos observar y su significado. El humo que expulsa el escape del coche puede ser un buen indicativo. La tonalidad que adquiere el humo puede ser síntoma de una avería.
A continuación detallamos las cuatro posibilidades:
Cuando el humo es azul, podría estar indicando un problema en el motor. Éste puede estar quemando demasiado aceite. Cuando pasa esto, puede deberse a que haya piezas desgastadas y se produzca una pérdida de aceite. Además podría mostrar un problema en el turbo.
Las dos soluciones pasarían por reparar las piezas y vigilar el nivel de aceite del vehículo.
En cuanto al humo blanco, solo es preocupante en un caso. Debemos preocuparnos si el hilo de humo es más grueso y denso de lo normal. Cuando eso sucede, significa que el líquido refrigerante del motor se está quemando. La causa de que se queme puede ser por una grieta en el bloque motor.
En ese caso, estaríamos hablando de una de las averías más costosas, por tanto deberíamos llevar el coche a nuestro taller de confianza lo antes posible.
El humo negro es quizás el más perceptible. Ocurre cuando se quema una cantidad excesiva de combustible. Ese aumento en la cantidad puede deberse a una deficiencia en el filtro de aire del motor. También puede derivarse de una anomalía en los reguladores de presión de combustible.
La tonalidad más difícil de diagnosticar es la del humo gris. Cabe la posibilidad de que indique quema excesiva de aceite o bien, un turbocompresor defectuoso. Al igual que con los casos de humo azul, se deberán reparar las posibles piezas y vigilar el nivel de aceite.
Por otro lado, también puede señalar una factible obstrucción del sistema de ventilación. Este atasco generaría fugas de aceite.
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