Borrar
Audi A5 Sportback para familias dinámicas

Audi A5 Sportback para familias dinámicas

Hace siete años, la marca de los aros sorprendía con una nueva serie, la A5, inspirada en la deportividad y en unas líneas sofisticadas, seductoras, dinámicas. En un alarde de generosidad se sacaba de la manga la variante Sportback, de cinco puertas, enfocada al uso familiar, que en esta segunda generación gana en habitabilidad y confort.

Aythami Alonso / Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

A quien no le gusta el A5 es porque no entiende de automóviles, especialmente la versión Coupé, cargada de matices, recursos estilísticos casi imposibles de estampar en acero y una elegancia reservada a un puñado de fabricantes que llevan al automóvil en su corazón.

Esta segunda generación del A5, tanto Coupé como Sportback, evoluciona hacia unas proporciones más equilibradas, procedentes del aumento de la distancia entre ejes hasta los 2.824 mm, lo cual propicia el acortamiento de los voladizos, a lo que se suma la parrilla Single Frame más plana y ancha, más pegada al suelo, y la línea de hombros con forma de ala aún más tridimensional, dibujando una silueta atlética, tensa.

La zaga es más voluptuosa y el alerón integrado en el portón, más llamativo, destacando los estilizados pilotos con tecnología LED, confluyendo todo ello en un coeficiente aerodinámico realmente bajo, Cx:0,26.

Habitáculo más grande

La principal y más importante consecuencia del aumento de la batalla en el A5 Sportback se traslada a la habitabilidad de los ocupantes, que han ganado 17 mm en longitud, 11 mm en anchura delantera de hombros y nada menos que 24 mm de espacio para las rodillas de los pasajeros posteriores, sin que se haya visto mermado el volumen del maletero, que sigue disfrutando de una de las mejores capacidades del segmento, con 480 litros, en el que destaca su amplia longitud.

En términos reales, las plazas traseras son las que más han ganado, si bien es cierto que practicar unas hendiduras al respaldo de los asientos delanteros para acomodar las rodillas ha sido una buena solución. El pasajero central se ve algo coartado por la invasión del espacio que provoca la consola de climatización, mientras que el acceso a la cabina posterior es correcto, teniendo en cuenta la prominente caída del techo, que tampoco impide disfrutar de una buena altura para la cabeza.

Los ocupantes delanteros gozan de un espléndido confort de los asientos, destacando el apéndice extraíble que permite incrementar la longitud de la banqueta con el propósito de sujetar los muslos de forma más eficiente.

La consola central aloja un cofre portaobjetos y, en el caso de la unidad probada, con cambio S tronic, la palanca de tipo secuencial, además del mando MMI touch desde el que controlamos el sistema multimedia de forma muy intuitiva. Entre la consola y la hilera de toberas de ventilación encontramos los mandos del climatizador, que en acabado S-line presentan la graduación analógica. Tan solo el acabado superior es digital.

Como no podía ser menos, frente a la vista del conductor queda el Audi virtual cockpit como elemento opcional muy recomendable, pues reflejada en su pantalla de 12,3”aparece la información digital que el usuario configure a su gusto, ya sea velocímetro y tacómetro en grande, o navegador, audio, telefonía, etc.

Un clásico también en la firma de los aros es el volante achatado, por supuesto en piel y con los brazos acogiendo mandos remotos de la visualización del cuadro de mandos virtual, equipo de sonido, navegador, control por voz, etc., además de las discretas levas del cambio. El control de crucero se maneja desde una palanca similar al mando de intermitencia situado bajo éste.

En ayudas a la conducción, el A5 Sportback está dotado a la última, especialmente destacables las que intervienen directamente en la conducción, como el control de crucero adaptativo ACC con función Stop&Go, esta última disponible con cambios automáticos, encargada de pilotar de forma autónoma el vehículo en atascos y a velocidades hasta 65 km/h.

Igualmente útil es el asistente para la prevención de colisiones, así como los asistentes de giro, de aparcamiento, de tráfico trasero y el reconocimiento de señales de tráfico.

Audi A5 Sportback / Micael Löfgren
Audi A5 Sportback / Micael Löfgren

Conducción ágil y precisa

Uno de los factores que más destaca Audi del nuevo A5 es su adelgazamiento, que en el caso de la versión Sportback alcanza los -85 kg, nada menos, lo cual permite al 2.0 TFSI probado arrojar un peso en báscula por debajo de la tonelada y media, concretamente 1.470 kg.

Esta circunstancia, añadida al rediseño de la suspensión en ambos trenes, confluye en una proverbial agilidad de conducción y confort de marcha, pues la reducción de la masa permite montar espirales más blandos sin menoscabo de la precisión de guiado, favoreciendo además la reducción de la rumorosidad interior, factores todos ellos que percibimos desde los primeros kilómetros al volante.

Para esta prueba, Domingo Alonso nos ha cedido el motor gasolina más equilibrado, el 2.0 TFSI, que en su versión 190 CV muestra un perfecto compromiso entre prestaciones y consumo, el cual en condiciones reales se eleva hasta los 7,1 litros/100 km, una cifra más que aceptable en relación a las prestaciones que ofrece, las cuales permiten rodar muy rápido y, lo que es más importante, recuperar desde pocas revoluciones sin necesidad de recurrir a marchas cortas.

El Audi drive select permite cambiar el carácter del A5 escogiendo entre sus cinco modos de conducción: efficiency, comfort, auto, dynamic e individual.

En cuanto a transmisión, el A5 dispone de una amplia variedad de sistemas, comenzando por la caja de cambios, que puede ser manual de seis velocidades, automática de siete velocidades (S tronic) y automática de ocho (tiptronic). En cuanto a motricidad es posible elegir entre un sistema de tracción delantera y el integral quattro.

Nosotros hemos probado la versión S tronic con tracción delantera, es decir, solución intermedia que, como el motor 2.0 TFSI 190 CV, se convierte en idónea para nuestra red de carreteras, donde predominan los desniveles y en las que son llanas resulta imposible desarrollar altas velocidades.

El manejo de la palanca es de tipo secuencial, o sea, se mueve hacia delante para seleccionar P, R, o N y hacia atrás para D, retornando a la posición original una vez se deja de ejercer presión sobre la misma. También es posible el manejo manual a través de las levas del volante.

De su funcionamiento dinámico basta con decir que deriva del DSG del Grupo VW, el mejor cambio de doble embrague del mercado.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios