Pugilismo de alta escuela en un pabellón Juan Beltrán lleno hasta la bandera

Un cartel plagado de alicientes, con hasta 19 peleas con la guinda del pleito profesional protagonizado por Marcos Ortega, de vuelta tras tres años, hizo las delicias de los presentes y con conclusiones inmejorables. «Año a año se mantiene una evolución magnífica en los clubes y gimnasios, pero lo que nos ha tocado comprobar en esta ocasión ha superado todas las expectativas», admitían con una mezcla de asombro y satisfacción fuentes federativas a la luz de todo lo que deparó el ring en esta convocatoria, la primera de las muchas que viene en camino.

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El próximo 11 de marzo tendrá lugar en Tenerife la final provincial con el fin de diseñar el combinado autonómico que competirá a escala estatal. De momento, allá viajan los 18 ganadores de las finales de ayer con las ilusiones intactas por lograr el preciado billete. Y visto lo visto, la competencia va a marcar cada asalto entre los diferentes protagonistas.

De entre todos los que alzaron los brazos dos nombres destacan por encima del resto. Por un lado, Kalem Formento, hijo del entrenador Carlos Formento, y que sigue quemando etapas a un nivel que le augura el mejor de los futuros en la disciplina a poco que mantenga su progresión y le respeten las lesiones. Kalem estará en Tenerife y nadie duda de que allí certificará su presencia entre los mejores de Canarias, tal y como lleva haciendo en los últimos tiempos. En la camada de la generación de boxeadores que viene, el estilista nacido en 2006 apunta, por juventud y maneras, a un lugar destacadísimo. Le ayuda, además, su humildad y las ganas que ha exhibido de perfeccionar técnica y condición fisica.

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Además, en el retorno al ruedo de Marcos Ortega se produjo la noticia más esperada con su triunfo, por ko y en el tercer asalto, ante el rumano Cazacu. Ortega pone fin, de esta manera, a un largo parón y se proyecta para nuevos retos de la mano de su nueva promotora, Premier Boxing.