Fiesta completa en Gáldar con todas las finales de la Liga Cabildo de Gran Canaria de la base

El acontecimiento fue un canto a la lucha canaria, donde los más jóvenes demostraron que cuando se quiere, cuando se lucha para ganar, se puede dar un gran y maravilloso espectáculos para los amantes del vernáculo deporte, donde hubo de todo: emoción, intensidad, sorpresas y lagrimas de los que lo tuvieron en la mano y se les escapó el campeonato entre los dedos.

En categoría infantil, la jornada sabatina había llevado al Unión Doctoral a vencer 24-12 al Santa Rita y este, a su vez, derrotaba 22-14 a los Guanches.

Por tanto, el Unión Doctoral el domingo lo tenía todo a favor para conseguir el título, pero craso error, porque tuvo que sudar de lo lindo ante los de Arucas, que llevaron la luchada igualada hasta el final, pero en la última rotación los del sur se impusieron por 21-15.

En la categoría cadete, el Castro Morales se imponía a Los Guanches por 33 -3 y el Unión Agüimes hacía lo mismo por 22-8 en la jornada del sábado. El domingo, ambos vencedores se jugaban el título.

El choque fue dominado por los lagarteros con parciales de 5-1, 3-3, 3-3, pero la reacción de los teldenses le llevaron a un 18-18 final.

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La muerte súbita iba a decidir el campeón y favoreció a los de Agüimes, ante la gran decepción de los jóvenes del Castro Morales, con lágrimas en los ojos, lo que fue una relativa sorpresa, aunque deportivamente aplaudieron a sus rivales. Por su parte en juveniles, los Guanches derrotaban 12-8 al Castillo y este equipo a su vez por 12-11 al Santa Rita.

El domingo, Los Guanches y el Santa Rita buscaban un título donde los aruquenses partían como favoritos, pues les valía hasta perder por 12-10 y serían campeones. Saltaba la sorpresa porque los de Tito Cáceres- que sería manteado por sus luchadores-, lograban un sorprendente 12-6, que nadie esperaba y se hicieron con el entorchado.

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En la entrega de trofeos estuvieron los concejales de deportes de Gáldar, Santa Lucía, Agüimes, Telde y Arucas además de la junta directiva de la federación de Gran Canaria con Enrique Rodríguez, su presidente a la cabeza.

Primero se entregaba el trofeo al máximo tumbador de todas las categorías recayendo en el infantil, pero que compite con los cadetes del Unión Agüimes, Víctor Trujillo. Posteriormente los tres equipos participantes en cada categoría recibían sus correspondientes premios.