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«Le he dicho a Ramírez que la afición es dueña del club»

«Le he dicho a Ramírez que la afición es dueña del club»

Figura inolvidable y referencial de la UD desde que subiera a los altares e ingresara en la historia por vertebrar la salvación de la entidad en el proceso concursal iniciado en 2004 y que evitó una liquidación cantada, el magistrado (Huesca, 1961) confía en que el club arme un proyecto regenerador.

Jueves, 1 de enero 1970

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- ¿Cómo ha encajado el descenso de la UD a Segunda División?

- Me ha dejado muy triste y por la forma en la que se descendió, dando una muy mala imagen en la competición en esta última temporada. Pero, aunque hay gente que se ríe cuando lo digo, pero luego me termina dando la razón, el único peligro que tiene la Segunda es acabar descendiendo a Segunda B, que es algo que, desgraciadamente ya nos ha pasado. Porque estoy convencido de que en Segunda el estadio se va a quedar pequeño por la ilusión y esperanza de poder subir. Y si nos metemos pronto arriba, ni les cuento.Seamos realistas, en Primera la UD aspira siempre a estar entre el décimo y los que pueden bajar, en la zona baja de la tabla. Es muy complicado fijarse otra meta. Y, sinceramente, la adrenalina que vamos a tener ahora nos vendrá muy bien. Y hay grandísimos equipos, muchos representativos de grandes ciudades. Tendremos posibilidad de ver buen fútbol y, además, de ganar, que es algo a lo que no estamos acostumbrados en estos tiempos que corren. La Segunda no debes deprimirnos. Que nadie olvide que suba o no la UD, siempre va a estar entre los mejores. Si tardamos dos o tres años en subir, seguro que disfrutaremos. Y que nadie olvide que la gran alegría que hemos vivido en los años precedentes fue el ascenso contra el Zaragoza. Por último, para que suban canteranos, nada mejor que la Segunda. En Primera es complicadísimo que se den oportunidades a los más jóvenes.

- Club estabilizado y con una economía de hierro. Panorama muy diferente al que usted conoció allá por 2004, cuando a punto estuvo de firmar la liquidación de la entidad.

- Tenemos un estadio precioso, una Ciudad Deportiva que va a ser una maravilla, efectivamente, la UD tiene una gestión fantástica. Eso hay que reconocérselo al presidente, a Miguel Ángel Ramírez. La UD desciende pero para volver, para poder intentarlo de nuevo. Eso, años atrás, cuando me tocó intervenir en una época complicadísima, era un imposible. La normalidad, entonces, era impensable.

- ¿Qué le ha dicho a Ramírez ahora que hay mosqueo en la afición?

- Le he dicho que la afición es la dueña del club. Los que van al estadio, los que apoyan siempre, los que están ahí. Igual que no fue una empresa normal la UD cuando se logró salvarla de la desaparición, porque este escudo reunía los sentimientos de un pueblo, ahora debe considerarse también a la gente. Darle cariño a la grada como si fuera tu hijo es algo que no se puede dudar. Creo que él lo sabe, ya pidió disculpas, está trabajando para el futuro. Confiemos en él. Yo nunca he dejado de hacerlo porque lo conozco bien.

- ¿Qué sintió en la grada al ver las protestas de la gente, el desarraigo con el palco y el equipo?

- Lo percibo como algo normal, fruto de una situación que ha sido muy dura y durante largo tiempo. La gente demandó, por encima de los resultados, otra manera de hacer las cosas. Hay mucho malestar, pero me agarro a un precedente que todos recordarán muy bien: el palo durísimo que nos llevamos con el tristemente famoso Cordobazo. Y, a los dos días, ya todo el mundo se ilusionó con el futuro. Hay que aprender de esa experiencia. Es básico que la afición se sienta unida, querida y considerada. Esto es lo que ahora debe arreglarse.

- Se han regalado los abonos a los antiguos socios...

- Es un buen detalle. Pero, sin ser dirigente de la UD ni de ningún club de fútbol, veo un distanciamiento ahora peligroso y que, insisto, debe arreglarse. Veo que hay aficiones como la del Sporting o la del Oviedo que están a muerte con su equipo sin que hayan tenido grandes éxitos deportivos en los últimos años. ¿Son esos aficionados mejores que los de la UD? ¿Son sus dirigentes mejores que los de la UD? No lo creo. Pero hay que reflexionar sobre lo que nos está pasando, sin duda.

- Porque ese espíritu social que usted invoca y resalta fue el que motivó sus esfuerzos en que un proceso concursal pionero y en el que pocos creían...

- Es esencial. En el fútbol no todo es bonanza y éxito. Siempre van a llegar momentos complicados y en los que hay que agarrarse a la afición para salir a flote. Pero a esa afición hay que cuidarla siempre, repito. Se pueden tomar decisiones, se pueden dar equivocaciones. Eso forma parte del fútbol, aquí y en cualquier otro club. Pero, por encima de eso, está la gente. Si tienes a 20.000 en la grada convencidos de su equipo, ganaremos siempre

- ¿Confía en que se corrija esa falta de cariño?

- Seguro que sí. El fútbol está para dar felicidad. La UD debe hacer feliz a su gente. Todos los sabemos y todos lo estamos deseando.

- Con usted en la grada...

- No fallo nunca. Ni fallaré.

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