Gradas vacías y pérdidas millonarias para tensar las cuentas de UD y Granca
Los clubes bandera de la provincia se sostienen con presupuestos de entreguerras por el veto al público en los grandes eventos deportivos
ignacio s. acedo
Las Palmas de Gran Canaria
Domingo, 14 de marzo 2021, 00:45
Para la UD fue el 28 de febrero de 2020, en un encuentro frente al Málaga y saldado con empate (1-1). El punto de partida en el caso del Herbalife Gran Canaria se fecha una semana después, el 8 de marzo del año pasado, con la visita del Valencia Basket y que trajo una victoria con margen (87-77). Desde entonces, los clubes cabecera del deporte provincial, por historia y seguimiento, llevan un año compitiendo con las gradas desiertas de sus respectivos recintos, una de las consecuencias de la pandemia y que ha acarreado sensibles pérdidas económicas para ambos escudos.
Todos los conjuntos representativos, sin excepción, se han visto perjudicados por las restricciones de asistencia. Sin ir más lejos, el Guaguas se proclamó recientemente campeón de la Copa del Rey de voleibol en un Centro Insular sin presencia de público. Ejemplo ilustrativo de los tiempos que corren y que continuarán de la misma manera hasta que la situación sanitaria mejore y las autoridades levanten las restricciones de asistencia todavía vigentes.
Más de tres millones de euros le ha costado a la UD la privación de taquillas e ingresos por la campaña de abonados en este tiempo, según las estimaciones hechas públicas por el presidente, Miguel Ángel Ramírez.
En el Granca, al amparo económico directo del Cabildo, no hay definida una cantidad en este concepto, pero alcanza también cotas sustanciales. Las restricciones presupuestarias han resultado inevitables, con el agravante de que era del todo imposible hacer una previsión de lo que ha acontecido. Se arrancó la campaña 2019-20 contando con unos ingresos que, de repente, se vinieron abajo.
«Quizás eso sea lo más grave. No contar con que el grifo se iba a cerrar de repente, sin avisar y dibujando un escenario tan desconocido como temible. Más cuando se lleva una gestión rigurosa y responsable y, de un día para otro, y sin responsabilidad propia alguna, pasa esto», reconocen desde la UD. La aplicación de un ERTE, que se alargó hasta enero, y una política de recortes salariales fueron medidas tan excepcionales como inevitables con el fin de tratar de paliar los efectos de la crisis desatada. De contar con más de 10.000 socios con sus correspondientes cuotas a no ver un euro en este apartado ayuda a retratar el desfase sobrevenido.
En el Granca, otra entidad que facturaba en concepto de venta de entradas y socios como cimiento de su sostenibilidad, se han aplicado, igualmente, decisiones orientadas a suavizar las tensiones de tesorería que comparte con el resto de integrantes de la ACB. Su proyección internacional, participando en competiciones continentales, era siempre un gancho a la hora de fidelizar butacas que, desde marzo pasado, ha quedado sin efecto.
Más allá del dinero, que no es asunto menor, se han dado estampas paradójicas: el Guaguas ganó la Copa de voleibol en un CID desierto
Y como en el caso de la UD, con la bandera del deporte profesional ahora sostenida en una economía de entreguerras, pocas certezas maneja mientras el Consejo Superior de Deportes no levante el veto a los espectadores.
El efecto dominó también ha implicado la pérdida y disminución de muchos patrocinios asociados, precisamente, al alcance ambiental de cada una de las entidades, lo que suma otro daño colateral de indudable impacto.
Aunque a día de hoy es más una suposición que una certeza, y con el calendario de vacunaciones en marcha, las esperanzas están puestas en que hasta el verano remita a índices notables el contagio y se pueda alcanzar la estación estival en disposición de volver a contar con estos ingresos derivados de la masa social y que, en la necesaria recuperación, constituirían un primer paso de calidad.
Porque, más allá del aliento de los seguidores, factor siempre muy ponderado y valorado por los jugadores, la viabilidad se vertebra en una cuenta corriente.
Pregunta sin respuesta: ¿querrá la gente volver a su butaca cuando se levante la restricción?
A falta de conocer en qué fecha se autorizará la entrada de espectadores en los recintos deportivos de grandes aforos, los que afectan al fútbol y baloncesto, fundamentalmente, con balonmano y voleibol también a la expectativa, entre otras modalidades, lo que no está nada claro es que el aficionado de a pie recupere el hábito de regresar a su butaca, tras un año de obligado confinamiento para ver a su equipo y, también, por el temor a contagios que seguirá dándose durante largo tiempo por mucho avance que se dé en la vacunación. Hay estudios sociológicos que sostienen que mucha masa social será irrecuperable.