Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022, el controvertido Mundial
«Las favoritas tienen la obligación de pasar la Fase de Grupos e ir engrasando su maquinaria con paso firme y con altas prestaciones que les vayan acercando a la lucha por los metales»
juan carlos gómez perlado
Entrenador Licencia UEFA Pro y profesor de la ULPGC
Jueves, 17 de noviembre 2022
Estamos ya en la rampa de salida de la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022, con la particularidad de que no se juega en verano, sino en invierno, para evitar las altas temperaturas que en la época estival se alcanzan en el país asiático (40º C). Y nos resulta extraño, pues estábamos acostumbrados a otras fechas, con días de preparación y de expectación tras el descanso vacacional. Las 32 selecciones participantes ya se encuentran en el Golfo Pérsico.
La FIFA eligió a Qatar como sede del Mundial de 2022 en diciembre de 2010. Esta elección como nación anfitriona provocó una reacción negativa significativa.
Sospechas de corrupción, de compra de voluntades, sobrevolaron la designación. Allí la igualdad de género, los derechos humanos, la existencia pacífica, la amistad y la comprensión -consignas que Occidente predica y utiliza en su búsqueda por dominar e influir en el mundo- dicen que brillan por su ausencia. Las leyes cataríes continúan castigando a las mujeres y al colectivo LGTBI. Además, más de 6.500 trabajadores migrantes han muerto durante la construcción de los estadios e infraestructuras de este magno evento.
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El presidente de la FIFA, Gianni Infantino aseguró que Qatar 2022 «será el Mundial más accesible e inclusivo hasta ahora». Veremos si también nos ofrece novedades tácticas y estratégicas como todos los anteriores, confirmando las tendencias actuales.
El fútbol está cambiando. Para competir a nivel internacional es fundamental construir equipos consistentes y jugar a una velocidad y un ritmo más alto. Hoy hay más verticalidad. El fútbol de posesión que tan de moda estuvo hace unos años dejó paso al protagonismo de la fuerza y energía en el juego de las transiciones, la búsqueda de verticalidad, e incluso la vuelta al juego directo.
El fútbol cambia con jugadores que cada vez son más físicos y los entrenadores necesitan en el juego de ida y vuelta, en las transiciones para robar y contragolpear, apoyarse en saber competir. Es el triunfo del fútbol directo y desequilibrante, un juego más rápido, más táctico y mucho más preciso.
Saber competir en todos los momentos del partido, sobreponerse cuando no se tiene confianza (malos momentos) y evitar la euforia cuando te acompaña la inercia. Es un equilibrio difícil de conseguir pero que hay que saber controlar. Así, estaremos más cerca de que caigan de nuestro lado esos pequeños detalles, de los que hablan muchos entrenadores.
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El fútbol se ha igualado. Las selecciones favoritas tendrán que mostrarse además como equipos muy trabajados en lo táctico, físico y mental. El fútbol moderno y competitivo es el que se practica cuando el «once» es capaz de adaptarse a diferentes situaciones del partido, y sobre todo para controlar el juego en todas sus fases: en el ataque, con la posesión de balón y avanzando hacia la meta contraria, siendo contundente en las áreas, mientras en defensa, juntarse rápidamente para robar y poder ser directos.
Y como favoritas, siempre hay que contar con Brasil y Argentina. De las europeas, Inglaterra, Francia, Alemania y España. La Roja de Luis Enrique nos ilusiona por la calidad de los elegidos y por el positivo mensaje que trata de hacer llegar al combinado nacional, formado por unos pocos veteranos y otros muchos jóvenes que exhiben sus credenciales. Casi todos han tenido la oportunidad de acumular experiencias competitivas internacionales en sus clubes y en categorías inferiores de selecciones. Sabemos de su capacidad por haber estado con ellos en múltiples Torneos y Fases Finales Sub17 y Sub20 (hasta en 7 Campeonatos del Mundo FIFA), y creemos que están preparados.
Las favoritas tienen la obligación de pasar la Fase de Grupos e ir engrasando su maquinaria con paso firme y con altas prestaciones que les vayan acercando a la lucha por los metales. Veremos con qué argumentos futbolísticos.
Para terminar mi opinión, una referencia a una selección asiática con la que tuvimos la suerte de colaborar en el 2021 en su clasificación para este Mundial, erigiéndose en el ranking FIFA como la mejor de su Confederación y ganando 15 de los 18 partidos disputados bajo la dirección del Head Coach Dragan Skocic y su staff. Una vez clasificada se produjeron movimientos de conspiración contra el seleccionador, que había clasificado contra pronóstico a Irán para la fase final de la Copa del Mundo. De hecho, Skocic llegó a representar al país islámico en la celebración del sorteo del torneo qatarí.
Fuimos testigos de una transformación sustancial de Irán y la sensación de que los «leopardos persas» finalmente iban a desarrollar su potencial, pero la falta de recursos (motivada entre otras circunstancias por las continuas sanciones financieras al país) y la ausencia de liderazgo en el fútbol de Irán más la injerencia política del gobierno siguen contribuyendo a que su tarea sea casi imposible. Desde estas mismas fuentes se provocó el cambio abogando por la vuelta del portugués Carlos Queiroz al Team Melli. Estaremos atentos a los avatares y acontecimientos de Sardar Azmoun (Bayer Leverkusen), Mehdi Taremi (FC Porto), Ali Gholizadeh (Royal Charleroi), Amir Abedzadeh (Ponferradina) y compañía.
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