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Ronald Koeman, anoche en el túnel de vestuarios junto a sus jugadores tras terminar el que sería su último partido como técnico culé. AFP
Jornada 11

El Rayo fulmina al Barça y a Koeman de una tacada

El equipo azulgrana cuaja otro partido decepcionante con un penalti fallado y sin ideas desde un banquillo que espera nuevo inquilino

DANIEL PANERO

Madrid

Martes, 26 de octubre 2021

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«No hay tiempo de estar bajos. El miércoles jugamos otro partido, no nos queda otra que levantarnos», dijo Ronald Koeman tras la derrota ante el Real Madrid. Y no le faltaba razón. Sin apenas tiempo para digerir el resultado del clásico, el Barça se mide este miércoles al Rayo Vallecano en el estadio de Vallecas, un partido vital para que los culés comiencen su enésima reconstrucción de cara a escalar en la tabla y reengancharse a la pelea por el título.

El Barcelona llega a la cita frente al Rayo con muchas dudas. El partido ante el Real Madrid sirvió para desnudar todas y cada una de las debilidades del equipo culé esta temporada. Los blaugranas fueron blandos en defensa y volvieron a pecar de falta de pegada en ataque, un doble error que ya había avisado Koeman en rueda de prensa en más de una ocasión y que les costó caro ante el eterno rival. «Hay que trabajar mucho, crear oportunidades y ser eficaces», insistió este martes el neerlandés en rueda de prensa una vez más.

Para levantar la moral de su tropa, Koeman no podrá contar todavía con Ousmane Dembélé. El atacante francés, que sigue inmerso en el culebrón por su renovación, no se ha recuperado de la desinserción en el tendón distal del bíceps femoral que sufrió con su selección en junio y sigue inédito esta temporada. Además, Koeman tampoco tendrá disponibles a Martin Braithwaite, Pedri, Araujo y Frenkie de Jong, una ausencia, esta última, que obligara al Barça a modificar su centro del campo habitual. La gran duda para el choque de Vallecas era Ansu Fati, que entró en la lista el martes pero no viajó el miércoles por unas molestias en la rodilla derecha, la no operada.

Teniendo en cuenta estas bajas y la sobrecarga de partidos, Koeman se verá obligado a hacer modificaciones en su once habitual. En la zaga estarían Dest, Piqué, Eric García y Jordi Alba, mientras que en el centro del campo es donde habría más cambios. La ausencia de Frenkie de Jong dejaría paso a Sergi Roberto de interior, mientras que en ataque podría tener la oportunidad Philippe Coutinho junto al 'Kun' Agüero, que jugaría su primer partido como titular, y Memphis Depay.

Un gallito humilde

El partido no será sencillo para el Barcelona. Enfrente tendrá a uno de los gallitos de la competición. El Rayo de Andoni Iraola se ha destapado tras las primeras diez jornadas como un equipo alegre que sabe explotar todas sus virtudes en ataque. Es el segundo equipo más goleador de la competición tras el Real Madrid con 17 dianas y ya ha conseguido mojarle la oreja en Vallecas a Granada, Getafe, Cádiz y Elche. Los doce puntos que los franjirrojos han disputado ante su público esta temporada los han ganado y lo han hecho con un parcial de doce goles a favor y solo dos en contra.

Para esta cita, Iraola podrá contar con prácticamente toda la plantilla. El técnico vasco solo sufre la baja Martín Merquelanz, lesionado de larga duración tras ser operado de la rodilla en septiembre. Con esta única ausencia, Iraola podría poner en liza un once muy ofensivo con el que buscar las cosquillas al Barcelona.

El Rayo podría repetir el esquema 4-5-1 con el que jugó ante el Betis y poblar el centro del campo con jugadores como Comesaña, Valentí, Trejo, Isi o Álvaro García. Todos ellos estarían al servicio de un Radamel Falcao, ávido de una presa importante como el equipo culé.

Los últimos precedentes del Barça ante el Rayo Vallecano no podrían ser más positivos para los catalanes. En las últimas catorce ocasiones que se han enfrentado se han impuesto los culés. El último choque entre ambos tuvo lugar el año pasado en los octavos de final de la Copa del Rey y se saldó con un 1-2 para los de Koeman con tantos de Frenkie de Jong y Leo Messi, dos jugadores, eso sí, que no estarán esta vez.

El Barça sigue su particular descenso a los infiernos, pero Ronald Koeman ya no caerá más. Al menos no como técnico culé tras su destitución fulminante, aunque no menos esperada, anoche apenas tres horas después de perder frente al Rayo en Vallecas. Salió derrotado tras un solitario tanto de Falcao y un penalti parado por Dimitrievski, o fallado por Memphis Depay según se quiera ver.

Pero lo peor para los azulgranas no fue ya el resultado -segunda derrota consecutiva en Liga y la tercera en el campeonato hasta ahora-, sino que la imagen no mejoró las pobres sensaciones que el equipo dio el domingo en el clásico frente al Real Madrid.

Peor aún, el Barcelona regaló los primeros 45 minutos en una nueva exhibición de fútbol sin profundidad y sin un plan B para eludir la presión del equipo contrario. La tardía respuesta desde el banquillo volvió a dejar en evidencia al entrenador neerlandés que ya ni siquiera se fue a dormir como preparador culé.

Koeman salió de inicio en Vallecas con un once con varias novedades. Las bajas de Frenkie de Jong y Ansu Fati, aún con molestias tras el clásico, sirvieron para poner en bandeja una oportunidad para Philippe Coutinho y Sergio Agüero. Ambos fueron titulares en una alineación en la que Dest repitió como extremo y en la que Nico estuvo en la medular para dar descanso a Gavi.

Su plan con ese once era colocar a Nico y a Busquets como principales receptores para eludir la presión alta del equipo de Andoni Iraola. Esa salida desde atrás, tan innegociable en can Barça, la vio el Rayo como una oportunidad en los primeros minutos y desembocó en dos ocasiones en los pies de Trejo y Falcao. Fueron dos avisos que los blaugranas no supieron leer y lo pagaron caro. Busquets perdió el balón en el centro del campo, Trejo puso a correr al Tigre Falcao y el colombiano hizo lo que lleva haciendo toda la vida. Se cambió el balón de la pierna derecha a la izquierda y disparó al palo largo para castigar al Barça.

El gol de Falcao sirvió de anestésico para el partido. Los de Iraola, ya con el botín bajo el brazo, pudieron suavizar la presión, mientras que los de Koeman cayeron en su ya casi habitual quiero y no puedo. El Barça trató de crear peligro en la recta final de la primera parte, pero se convirtió en un equipo previsible y carente de profundidad, uno de sus grandes males en los últimos meses.

Rayo Vallecano

Dimitrievski, Balliu, Saveljich, Catena, Fran García, Comesaña (Unai López, min. 62), Óscar Valentín (Mario Suárez, min. 93), Álvaro García, Trejo (Ciss, min. 76), Isi y Falcao (Nteka, min. 76).

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Barcelona

Ter Stegen, Sergi Roberto (Demir, min. 60), Piqué, Eric García, Jordi Alba, Nico (Luuk de Jong, min. 84), Busquets, Coutinho (Gavi, min. 74), Dest, Agüero y Memphis Depay.

  • Gol: 1-0: min, 29, Falcao.

  • Árbitro: Mateu Lahoz (Valenciano). Amonestó a Trejo, Coutinho, Piqué y Saveljich.

  • Incidencias: Partido correspondiente a la 11ª jornada de Liga, disputado en el estadio de Vallecas ante 8.364 espectadores.

Tras la reanudación, el Barcelona entendió por fin que debía cambiar el guion de partido. Los culés terminaron la primera parte con un 72% de posesión pero sin inquietar en absoluto a Dimitrievski, mientras que en la segunda mitad empezó a alternar la salida de balón en corto con balones en largo. La trampa de Iraola ya no funcionaba y las ocasiones culés empezaban a llegar, aunque sin mucha claridad.

Ya con la inercia de partido modificada, el técnico neerlandés aprovechó para mover piezas. Demir entró por Sergi Roberto y desplazó a Dest al lateral. Los cambios sentaron bien a los culés y pronto se iban a encontrar con una ocasión clara de penalti, cuando Memphis Depay se internó en el área y cayó derribado por Óscar Valentín.

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Mateu Lahoz no lo dudó pero luego, a once metros de la portería, se cruzaron dos dinámicas. Al Rayo este año le sale todo y al Barça muy pocas cosas. Así que el disparo cruzado de Depay lo atajó Dimitrievski. Otro jarro de agua gélida para los azulgranas.

A partir de ahí, la frustración. Koeman sacó a Luuk de Jong por Nico, que hizo buen papel en Vallecas. Intentaba ensanchar el campo y buscar un juego más directo, pero ni así. El Barça llegó tocado al partido frente al Rayo y salió de allí fulminado y agravando una crisis deportiva que de momento le deja sin entrenador.

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