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Jornada 36

El Leganés sobrevive con una victoria épica ante el Valencia

Un gol de penalti de Rubén Pérez permite al cuadro pepinero aferrarse a sus últimas opciones de lograr la permanencia y aleja de Europa al equipo de Voro

EFE

LEGANÉS

Sábado, 11 de julio 2020

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Las posibilidades de permanencia en Primera División para el Leganés y la de alcanzar un puesto en la Liga Europa se pueden decidir este domingo en Butarque en un encuentro en el que ambos equipos quemarán uno de sus últimos cartuchos en pos de su objetivo.

Aunque la derrota puede no ser matemáticamente definitiva para ninguno, un resultado adverso e incluso un empate abocarán con muchas probabilidades a uno u otro al fracaso.

Si el Leganés no gana, este encuentro podría suponer la despedida de una categoría en la que ha militado cuatro temporada, aunque, pase lo que pase, a la conclusión del enfrentamiento el descenso no sería un hecho, pero podría consumarse cuando acabe la jornada.

La situación es delicada aunque hay confianza toda vez que el equipo ha logrado sacar cuatro puntos de seis como visitante en sus dos últimas cita ante el Espanyol y el Eibar, dos rivales directos por el mismo objetivo. Además aunque nunca ha ganado al Valencia en los precedentes oficiales previos entre ambos, los tres últimos terminaron con empate a uno y los seis restantes con victoria del rival.

Por lo que respecta a la plantilla, los madrileños llegan con bajas importantes. Una de ellas es la de Óscar Rodríguez, quien permanece lesionado según indica el club y que sigue sin jugar aunque por momentos se mantiene la esperanza en que lo haga. Asimismo también se lo pierden por problemas físicos el delantero argentino Guido Carrillo y los defensas Kenneth Omeruo y Unai Bustinza, este último en principio baja para lo que resta de temporada.

Cambio de perspectiva

El Valencia afronta este encuentro consciente de haberse encontrado con una oportunidad que parecía imposible hace apenas cuatro días, cuando el partido en Mestalla contra el Valladolid se acercaba a su final con empate en el marcador.

El gol de Kang In Lee en el minuto 89 le dio un triunfo que combinado con la derrota este viernes de la Real Sociedad en su estadio ante el Granada ha cambiado casi por completo el panorama.

El equipo de Voro González, dentro de la inconsistencia que ha mostrado desde que se retomó la Liga, está ahora con su frágil moral algo más recuperada y a solo un punto del equipo donostiarra y por tanto de la séptima plaza de la clasificación, la última que da derecho a disputar la Liga Europa.

Con un calendario accesible (tras este encuentro se medirá al descendido Espanyol y a un Sevilla que seguramente ya tendrá cerrada su presencia en la Liga de Campeones), parece que vuelve a tener en su mano llegar a Europa, sobre todo por el duelo que el lunes afrontará la Real en casa de un disparado Villarreal.

No parece que Voro vaya a introducir muchos cambios con las bajas de Cristiano Piccini, José Luis Gayà y Rodrigo Moreno además de la de Ezequiel Garay tras acabar su contrato.

Entre las dudas está la de la portería, tras haber jugado en el último encuentro Jaume Doménech en lugar de Jesper Cillessen y la del lateral derecho, que se disputan Daniel Wass y Alessandro Florenzi. En el izquierdo, si Jaume Costa no mejora de sus molestias musculares, continuará el joven Adrián Guerrero.

En la parte de delante, la principal incógnita es qué jugador hará de enganche con Maxi Gómez, pues está la opción de mantener a Kevin Gameiro pero también de aprovechar la confianza de Kang In o de situar allí a Gonçalo Guedes, Ferran Torres o incluso Manu Vallejo.

El Leganés continuó agarrándose a sus pocas opciones de salvación con una victoria épica contra el Valencia (1-0), que jugó casi toda la segunda parte con uno más y llegó a fallar una pena máxima.

Afrontaban los locales la cita habiendo sumado ante rivales directos cuatro puntos de los últimos seis. Sin embargo sobre ellos pesaba una crítica por falta de la ambición que se le presupone a quien salta al césped con la soga del descenso al cuello en cada partido.

Pedírsela en adelante cuando hasta el final de temporada tenían que ganar como mínimo dos partidos de tres ante el Valencia, el Athletic y el Real Madrid parecía demasiado. Y sin embargo rompieron los pronósticos para salir valientes.

Leganés

Cuéllar; Rosales, Awaziem, Tarín, Siovas, Jonthan Silva; Ruibal, Amadou, Rubén Pérez (Recio, m.85), Kevin Rodrigues (Bryan Gil, m.22) (Avilés, m.86); y Guerrero (Roque Mesa, m.62).

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Valencia

aume; Wass, Paulista (Kang-In Lee, m.73), Diakhaby, Costa (Cheryshev, m.64); Coquelin (Florenzi, m.64), Parejo, Kondogbia (Ferran Torres, m.46), Guedes; Maxi Gómez y Gameiro (Sobrino, m.86).

  • Gol: 1-0: min.17, Rubén Pérez.

  • Árbitro: Melero López (Comité andaluz). Amonestó a Wass (min.9), Roque Mesa (m.70), Ruibal (m.80), Awaziem (m.92), Recio (m.94). Expulsó por roja directa a Jonathan Silva (m.54) y Alberto Lam, jefe de los servicios médicos del Leganés (m.80).

  • Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada treinta y seis de Primera disputado en el estadio Butarque a puerta cerrada como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus.

Eso sí, quizás el guión hubiera cambiado si a los siete minutos Guedes no se hubiera encontrado con el larguero en un latigazo desde larga distancia cuya trayectoria desorientó al guardameta Iván Cuéllar.

Fue lo más reseñable en los primeros veinte minutos de un cuadro visitante que, como la aspirina, se diluyó para dar vigor al rival. Ruibal, en una acción individual efervescente a la que no pudo dar continuidad ningún compañero tras su pase atrás, avisó por primera vez. Acto seguido quien probó fortuna fue Rosales mediante un libre directo que se marchó alto.

La vencida llegó a la tercera cuando un cabezazo prolongado por Siovas en el interior del área tocó en la mano de Kondogbia, quien había dejado el brazo atrás. Asumió la responsabilidad, porque en la situación del Leganés cualquier acción de este tipo lo es, Rubén Pérez. Y, brazalete en el hombro, engañó a Jaume antes de celebrar la diana con rabia.

Sin embargo en una campaña tan accidentada como está siendo la de los blanquiazules, rara vez hay alegría sin castigo. Poco después un músculo de la pierna de Kevin Rodrigues, de los mejores jugadores de la plantilla este curso, cedió para su desgracia.

Quizás por el golpe anímico, los leganenses bajaron un poco la guardia en una jugada a balón parado. Y a punto estuvo de aprovecharlo el Valencia con un cabezazo de Diakhaby que se paseó por la línea sin que nadie lo empujara. Ese susto devolvió de nuevo a los de Javier Aguirre a la tierra y, de ahí al descanso, llevaron la iniciativa con permiso de un contrario desdibujado.

Del paso por vestuarios volvió el Valencia engalanado con su joya Ferran Torres en lugar de Kondogbia. Y apenas dos minutos después el joven futbolista vio portería al definir con suavidad y templanza un envío largo de Diakhaby. Su gloriosa puesta en escena quedó en nada al invalidarse por fuera de juego.

Había aroma a drama en un anfitrión que suele ponerse febril cuando le acaricia la más mínima brisa. El temor no era infundado ya que a los pocos minutos Jonathan Silva se pasó de revoluciones en una entrada por detrás que fue castigada con tarjeta roja tras acudir Melero López al VAR.

La herramienta tecnológica fue también decisiva para señalar un penalti a favor de los de Voro por mano de Tarín cuando los madrileños estaban embotellados en su área. Le pegó Parejo y detuvo Cuéllar en una intervención que se celebró desde el banquillo casi como un gol.

Un receso en el via crucis seguro que iban a tener que afrontar los blanquiazules si querían la victoria. Ferran, con un cabezazo que rozó el larguero, y Parejo en una falta desviada por el portero recordaron la garantía de sufrimiento.

Resistió sin embargo la fortaleza del Leganés pese al acoso constante y los siete de añadido para obtener vida extra en su complicada batalla por una supervivencia que a pesar de todo sigue sin depender de él. La consigna continúa siendo clara, puntuar como sea y esperar.

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