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Jornada 1

El Barça se apalanca

El equipo azulgrana se estrella contra Dimitrievski y no puede pasar del empate sin goles ante el Rayo en el Camp Nou

daniel panero

Madrid

Viernes, 12 de agosto 2022

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El Barça inicia hoy en el Camp Nou ante el Rayo una nueva Liga y lo hace con casi todos los refuerzos que ha firmado este verano. El equipo que dirige Xavi pudo inscribir anoche a cuatro (Lewandowski, Raphinha, Kessié y Christensen) de sus cinco incorporaciones y a los renovados Dembélé y Sergi Roberto, después de que el club activara su cuarta palanca, con la venta del 24,5% de Barça Studios a Orpheus Media, empresa administrada por Jaume Roures, socio y fundador de Mediapro. Solo se quedó fuera Koundé, ya que su incorporación como culé a LaLiga depende de hacer hueco en la masa salarial con bajas de otros futbolistas.

Con esta nueva operación económica, el club culé suma ya más de 800 millones de euros en las llamadas palancas (venta de activos) para salir de su grave situación pero también hipotecar su futuro al desprenderse de una parte estimable de sus derechos televisivos (25%), marketing (49%) y producciones audiovisuales (49,9%) durante 25 años.

«Somos muy optimistas con el tema de las inscripciones de los fichajes, porque tenemos tiempo hasta dos horas antes del inicio del partido, aunque quizás no pueda ser al cien por cien. El club está haciendo un esfuerzo muy importante y se ha hecho un gran trabajo. Hemos hecho muy buenos fichajes», proclamaba ayer Xavi antes de los movimientos en los despachos. «Empezamos con mucha ilusión con los nuevos y con la competencia generada en el vestuario. Es una prueba de fuego, porque el Rayo es un equipo muy bien trabajado, con nombres muy conocidos que salen a la contra como aviones. Es la hora de la verdad tras una pretemporada muy buena», valoró ante la prensa.

El técnico catalán es consciente de la exigencia que tiene en el nuevo proyecto y no quiere ningún tipo de relajación en el primer gran examen del curso. Solo vale ganar. Para ello Xavi dispone de casi todas las piezas que la entidad que preside Joan Laporta ha ido aglutinando a lo largo de la pretemporada en la gira por Estados Unidos y en el Trofeo Gamper. Esto permitirá al entrenador del Barcelona mantener el bloque que ha encontrado desde la vuelta de vacaciones. Christensen, ante la ausencia de Koundé, será la gran novedad en el once, junto a Eric García, con Araujo y Jordi Alba en los laterales. Es la única línea, la defensa, que actualmente le baila a Xavi, después de que Busquets, Pedri, Gavi, Raphinha, Dembélé y Lewandowski hayan ganado la partida de medio campo hacia adelante. Ellos deben ser los protagonistas de un equipo que buscará de inicio un triunfo que permita mantener la buena inercia y seguir llenando de ilusión a la afición azulgrana.

Tras el visto bueno de LaLiga, Xavi cuenta ante el Rayo con una plantilla prácticamente ilimitada. A falta de dos semanas para el cierre del mercado (el 31 de agosto), los culés siguen sin embargo trabajando en la salida de jugadores como Frenkie de Jong, Memphis Depay o Sergiño Dest, futbolistas que aún tienen su futuro en el aire pero con los que Xavi cuenta aún.

Todas estas opciones multiplican las posibilidades de un Barça que llega al comienzo del curso con las buenas sensaciones que dejó en la pretemporada aún intactas. Los azulgranas han logrado dos empates y cuatro victorias, incluida la cosechada ante el Real Madrid en Las Vegas, unos resultados que han hecho que la afición culé haya desatado su euforia con el nuevo proyecto.

La pesadilla culé

En cualquier caso, si hubo un equipo que la temporada pasada le complicó la existencia al Barcelona ese fue el Rayo Vallecano. El conjunto de Andoni Iraola certificó el adiós de Ronald Koeman en la primera vuelta al ganar por 1-0 en Vallecas y repitió la fórmula en el Camp Nou en un momento crítico para los de Xavi.

Los culés de despidieron de forma definitiva del título al caer por 0-1 ante los franjirrojos en un choque marcado por la apatía blaugrana. «Me he equivocado como entrenador por no motivar al equipo», aseguró el egarense ese día tras un encuentro fatídico. Hoy será otro partido complicado para los culés porque el Rayo llega con las pilas renovadas.

El Barça sufrió un gatillazo este sábado en el Camp Nou. El conjunto que dirige Xavi no pudo pasar del empate sin goles ante el Rayo Vallecano en un partido en el que los culés fueron de menos a más pero en el que se toparon con un rival que le tiene tomada la medida. Los de Andoni Iraola resistieron el asedio en la segunda mitad, suman siete de los últimos nueve puntos ante los azulgrana y aguaron la fiesta de un Barça que pese a todo el arsenal ofensivo se quedó sin gol una vez más ante los franjirrojos.

Sin tiempo que perder. Así empezó el Barça la temporada 22-23. Xavi puso sobre el césped del Camp Nou toda la artillería que tenía a su disposición. Christensen, Raphinha y Lewandowski fueron las grandes novedades en un equipo que ya sabe todas las señas de identidad del técnico de Tarrasa. Los culés quisieron ser valientes, jugar desde atrás, tener la posesión y ser verticales desde los costados, pero se toparon con un Rayo que ya tiene claro el método para amargarle la existencia a los culés. Iraola puso la línea de presión en campo contrario y convirtió el inicio de encuentro en un campo de minas, una pesadilla para unos azulgrana que fueron incapaces, en el primer tramo de partido, de meter mano a su bestia negra el pasado curso.

La trampa de Iraola duró lo que tardó el Barça en darse cuenta que este año puede disponer de Plan A, Plan B y hasta Plan C. Los culés no encontraron con espacio a Busquets y a Pedri en la medular pero optaron por saltar esa línea con balones en largo a Dembélé, Raphinha y Lewandowski, muy activo para descargar balones a los centrocampistas.

Barcelona

Ter Stegen, Araujo, Eric, Christensen (Sergi Roberto, min. 61), Jordi Alba (Aubameyang, min. 82), Busquets, Gavi (Frenkie de Jong, min. 61), Pedri (Kessié, min. 73), Dembélé, Lewandowski y Raphinha (Ansu Fati, min. 61).

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Rayo Vallecano

Dimitrievski, Balliu, Catena, Lejeune, Fran García, Unai (Óscar Valentín, min. 62), Pathé Ciss, Isi (Salvi Sánchez, min. 79), Trejo (José Pozo, min. 84), Álvaro García y Camello (Falcao, min. 62)

  • Árbitro: Hernández Hernández (Comité de Las Palmas). Expulsó a Busquets en el minuto 93 y amonestó a Dembélé, Trejo, Catena, Lejeune, Falcao, Pathé Ciss y Dimitrievski.

  • Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de Liga, disputado en el Camp Nou ante 81.104 espectadores.

Así llegaron las primeras ocasiones. El polaco vio portería pero el VAR anuló su primera diana por fuera de juego y el francés y el brasileño pusieron a prueba a Dimitrievski, que fue una vez más providencial en el Camp Nou al resolver todas las acometidas de la primera mitad. El Rayo aguantó el arreón antes del descanso y pudo llevarse un botín aún mayor si Ter Stegen no hubiera salvado un mano a mano de Álvaro García. El Barça estaba atenazado y necesitaba reaccionar de inmediato.

Tras la reanudación, el Barça comenzó a encontrar por fin la forma de resquebrajar al Rayo. La presión franjirroja bajó de intensidad y el vendaval culé pasó a ser una constante, pero a la vez un arma de doble filo. El partido se abrió y mientras Raphinha y Dembélé afilaban colmillos lo hacía también un Rayo que sabe que los culés aún son un gigante con pies de barro. Un error de los de Xavi en la salida pudo terminar en gol de Camello, que ya había dejado atrás hasta a Ter Stegen. El técnico de Tarrasa no lo veía claro y comenzó a agitar la coctelera. Sergi Roberto, De Jong y Ansu Fati entraron a escena con el objetivo de cambiar un guion que distaba mucho del 'showtime' exhibido ante Pumas hace menos de una semana.

Los cambios sentaron bien a un Barça que mejoró en la circulación con la entrada de De Jong y que inició el toque de corneta contra la portería del Rayo. Los de Iraola ya no eran capaces de salir de campo propio y eso lo aprovecharon los culés, Aubameyang incluido, para lanzar la ofensiva final. Ansu Fati, Busquets y Kessié probaron fortuna pero se toparon con un excelso Dimitrievski que volvió a hacer del Camp Nou su particular fortín. El macedonio robó los focos a los Lewandowski, Raphinha y compañía y, con sus seis intervenciones, desquició a un Barça que vio rebajada su euforia y que acabó con diez jugadores tras la expulsión de Busquets por propinarle un codazo a Falcao en los instantes finales.

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