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El Sevilla juega con fuego en Zagreb pero no se quema
Dieciseisavos / Vuelta

El Sevilla juega con fuego en Zagreb pero no se quema

Un extrañó penalti de Acuña complicó un partido que parecía controlado y amenazó con una remontada del Dinamo Zagreb finalmente abortada

Miércoles, 23 de febrero 2022

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El Sevilla ha vuelto a su competición fetiche y eso se nota. Fue un golpe duro decir adiós a la Champions a las primeras de cambio en un grupo que parecía asequible, pero en el Sánchez Pizjuán la Europa League, aún siendo un segundo plato, nunca es un torneo menor. Entró el conjunto de Lopetegui en acción en la segunda competición continental con una sólida victoria frente al Dinamo Zagreb (3-1) y ahora en la capital croata pretende rematar la faena y avanzar así hacia una final que será en su propio estadio.

En el barrio sevillano de Nervión sueñan con un séptimo entorchado en casa pero el segundo paso en su recorrido hacia semejante propósito pasa por el Stadion Maksimir, un escenario siempre caliente y en el que se confía en la remontada del campeón croata a tenor del intenso ritmo de venta de entradas durante la semana. El valor doble de los goles a domicilio es historia y por tanto la ventaja de dos tantos adquiere todavía un mayor valor, pues la diana de Orsic en el Pizjuán pierde importancia.

En cualquier caso, exceso de confianza cero en un Sevilla que tiene muy presente lo que le ocurrió al poderoso Tottenham de Mourinho en Zagreb en la vuelta de octavos de final del pasado curso. Viajaba el conjunto inglés con la cómoda renta del 2-0 en Londres y regresó eliminado tras el definitivo 3-0 en el Maksimir, con prórroga incluida. Bien es cierto que el Dinamo no atraviesa su mejor momento. Ni siquiera domina con claridad el campeonato croata, casi un coto privado de caza en el que suma 15 de los últimos 16 títulos en juego. En la presenta campaña supera por solo un punto de ventaja al Osijek, con un partido más, y se sitúa tres por encima del Hajduk Split, su rival histórico.

Llega además de no pasar del empate en casa ante el Lokomotiva, en el derbi de Zagreb, pero cuenta con futbolistas interesantes como los atacantes Petkovic y Orsic, autor del tanto en la ida, o el portero Livakovric, todos internacionales con la potente selección croata. Y es que el Dinamo es cantera inagotable del fútbol ajedrezado y por tanto una fábrica de talento siempre interesante. Para el duelo el técnico Zeljko Kopic lamenta dos ausencias de importancia, pues no están disponibles los centrocampistas Ademi e Ivanusec, dos piezas importantes en la medular azul. Mientras, Lopetegui no podrá contar con el defensa Rekik y el delantero Martial. Sí están a disposición Navas, que apunta a titular después de rodarse con minutos en los dos últimos partidos, y Jordán, que se perdió la ida por sanción.

No convenció y acabó sufriendo hasta el final, pero el Sevilla, rey de la Europa League, ya está en octavos de final de la competición. Llegaba a Zagreb para medirse al Dinamo con la confianza que le daban los dos goles de ventaja logrados en el Pizjuán (3-1) y en el Maksimir calculó demasiado con ese resultado en la cabeza. Fútbol control y la situación en zona de confort hasta que un penalti por mano de Acuña –él no quería– obligó a la agonía hispalense. Jugaron con fuego los pupilos de Lopetegui, incluso en inferioridad en los últimos minutos tras la expulsión por doble amarilla de Delaney, pero finalmente evitaron quemarse.

De inicio pareció un planteamiento muy ofensivo de Lopetegui, con el Papu Gómez como interior y Ocampos, Rafa Mir y Tecatito Corona como tridente ofensivo. Estaba advertido por la remontada del sempitern campeón croata ante el Tottenham la temporada pasada, cuando el entonces equipo de Mourinho se dejó el 2-0 de Londres en el Maksimir. Al amparo de su ruidosa afición el Dinamo dejó el balón en poder del rival en los primeros minutos, pero fue muy vertical a la contra, rondando el área sevillista en busca del talento rematador de Petkovic.

No estaba muy contento Lopetegui en el banquillo ante la mayor sensación de peligro local. Se animó aún más el conjunto croata con el desarrollo del partido y fue recuperando en posiciones cada vez más comprometidas para el Sevilla. Fruto de un robo nació una buena ocasión para Misic, que condujo con velocidad y probó el remate lejano, envenenado tras impactar en la zaga hispalense. Era necesario el control del partido desde el centro del campo sevillista para estirar posiciones y al menos amenazar al Dinamo.

Dinamo Zagreb

Livakovic, Ristovski (Spikic, min. 62), Théophile-Catherine, Sutalo, Franjic, Stefulj (Bockaj, min. 62), Tolic (Bulat, min. 53), Misic, Gojak (Menalo, min. 75), Petkovic (Emreli, min. 62) y Orsic.

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Sevilla

Bono, Montiel (Navas, min. 46), Koundé, Diego Carlos (Delaney, min. 46), Acuña, Rakitic (Jordán, min. 71), Fernando, Papu Gómez (Óliver Torres, min. 71), Ocampos, Rafa Mir (En-Nesyri, min. 81) y Corona.

  • Gol: 1-0: min. 65, Orsic, de penalti.

  • Árbitro: François Letexier (Francia). Amonestó a Acuña y Bono, por el Sevilla. Expulsó por doble amarilla a Delaney.

  • Incidencias: Partido de vuelta de dieciseisavos de la Europa League disputado en el Stadion Maksimir (Zagreb).

Con el partido en una fase anodina, el conjunto andaluz ya controlaba más cómodamente la situación, administrando su ventaja. Generó peligro a través de un remate desviado de Rafa Mir y aunque se la jugó el poderoso Diego Carlos no rehuyendo el choque con Gojak en su propia área, el Sevilla llegó al descanso mejor que su rival. Buenas noticias en cuanto al resultado pero contratiempo serio con la lesión de Diego Carlos justo antes de la pausa.

Con Navas y Delaney por los tocados Montiel y Diego Carlos el Sevilla regresó al terreno de juego dispuesto a lograr el gol que dejase sentenciada la eliminatoria. Lo pudo lograr Delaney tras una jugada a balón parado pero dudó entre el pase y el remate y se esfumó la oportunidad. También Rafa Mir, que no pudo hacer bueno el pase de Acuña desde el costado izquierdo. Más allá de las ocasiones, el conjunto de Lopetegui asumió el mando del partido a través de la posesión. Con el balón en su poder la situación parecía totalmente controlada.

Tan mal lo debió ver Kopic que incluso retiró a Petkovic, su delantero de referencia, necesitando un par de goles para igualar la eliminatoria. Sin embargo, una fatalidad de Acuña, al que en el área hispalense el balón le impactó en el brazo de rebote, complicó el asunto. Penalti extraño porque el lateral izquierdo argentino no tenía ninguna intención pero pena máxima que transformó sin atisbo de duda Orsic. A un solo gol de forzar la prórroga, el Maksimir apretó más que nunca, soñando con otra noche de remontada en Europa.

A pesar de todo, el Sevilla mantuvo la calma, insistiendo en su propuesta de dormir el encuentro desde el manejo de la pelota. No evitó que el arreón del Dinamo produjese dos buenas ocasiones de Bockaj y Menalo, pero también pudo ganarse la tranquilidad en un testarazo que Ocampos envió fuera con todo a favor y en una contra que Rafa Mir finalizó con un disparo alto. El pase a octavos estuvo en el aire hasta el final, más aun con la doble amarilla a Delaney que obligó a resistir con diez.

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