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Benzema celebra el gol que resolvió la eliminatoria. Pierre-Philippe Marcou (Afp)
El Real Madrid muere y resucita para decapitar al campeón
Cuartos | Vuelta

El Real Madrid muere y resucita para decapitar al campeón

Los blancos rozaron el abismo tras dilapidar la renta de la ida, pero emergieron a lomos de un Modric inconmensurable para sepultar a un Chelsea tremendo

Óscar Bellot

Madrid

Lunes, 11 de abril 2022

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El Real Madrid quiere demostrar ante el Chelsea que ha aprendido del pasado. Los blancos regresaron de Stamford Bridge con un botín tremendo, pero están sobradamente avisados del elevado peaje que puede acarrear un exceso de confianza. Hace cuatro temporadas salieron de Turín con un tesoro aún más reluciente, tres goles de ventaja frente a la Juventus la noche en que Cristiano Ronaldo avistó un romance incipiente y comenzó a sopesar la ruptura de un matrimonio extraordinariamente rentable. Pero la Juventus derrochó carácter en la vuelta e hizo temblar el Santiago Bernabéu. El bicho salió al rescate cuando la prórroga parecía inevitable, mas el susto quedó en el recuerdo. Con el Ajax, la campaña siguiente, no tuvieron tanta suerte.

Carlo Ancelotti también sabe de esto. Al italiano se le escapó una Champions con el Milan que acariciaba con un 3-0 al descanso. Ocurrió dieciocho años atrás en Estambul y el Liverpool de Rafa Benítez acabó tiñendo la 'orejona' de rojo en la tanda de penaltis. Por eso, y pese a que el 1-3 cosechado en Londres le tiene con un pie en semifinales, el conjunto de Chamartín es consciente de que tendrá que ofrecer otra gran actuación para rematar a un campeón herido que llega a la capital española con ánimos renovados y el cuchillo afilado.

El set en blanco que los 'blues' le endosaron el sábado al Southampton a domicilio ha servido para revitalizar a la escuadra de Thomas Tuchel, que ha retocado el discurso. Seis días atrás, decepcionado por la imagen de su equipo en una semana infausta, aseguraba que la remontada era imposible. «Con este nivel no podemos pensar que la eliminatoria está viva. ¿Cuántos equipos en el mundo consiguen remontar esto? ¿Conseguir tres goles? No es realista», sostuvo. Ahora, el germano sigue subrayando la dificultad de la empresa, pero ya no la considera una quimera. «No tenemos las mejores opciones, dado el resultado de la ida, dada la competición y dado el oponente y su estadio. Pero nunca nos manejamos en función de las posibilidades que tenemos en base al resultado. Es poco probable remontar, pero merece la pena intentarlo y si lo intentamos, será porque juguemos a tope, al límite», avisa.

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El fútbol es una montaña rusa permanente y quien sube demasiado alto se arriesga a meterse un tortazo morrocotudo. De ahí que los mensajes que han salido en los últimos días de la 'casa blanca' hayan sido unánimes: la eliminatoria sigue estando viva. Lo dijo el sábado Emilio Butragueño tras el partido ante el Getafe y lo reiteraron este lunes Ancelotti y Casemiro. «Tenemos que jugar un partido completo, sabiendo que habrá que sufrir, luchar y competir durante los 90 minutos. Tenemos que plantear el mismo partido que en la ida, teniendo en cuenta que esperamos un rival que va a sacar lo mejor para intentar ganar la eliminatoria», aseveró el transalpino. «Seguro que será un partido muy difícil. Hicimos los mejores 90 minutos de la temporada el otro día, pero no nos podemos fiar de nada. Va a ser un partido muy difícil y complicado porque estamos hablando del campeón de la Champions y tenemos que darlo todo», corroboró el brasileño.

Tuchel quiere marcha

El Real Madrid librará el segundo asalto con una ausencia de calado, la de Militao, que vio la tercera amarilla en Stamford Bridge y cumplirá sanción. Su baja la cubrirá Nacho, con el castillista Rafa Marín como recurso de emergencia después de que Vallejo, el otro central de la plantilla, se quedase fuera de la convocatoria tras dar positivo por coronavirus. Pero los blancos también tienen buenas noticias. Mendy volverá al lateral izquierdo, una vez superada la fatiga que le hizo perderse el choque contra el Getafe. Carvajal, Modric y Kroos descansaron igualmente el fin de semana y llegan frescos a otra batalla sin cuartel en la que volverá a ser imprescindible el despliegue de Valverde.

Porque Tuchel ha repasado a fondo la lección y quiere emplear la fórmula que le sirvió para descabalgar al Real Madrid la temporada anterior: conducirle al colapso. «Necesitamos encontrar una vía para que el partido sea más físico», adelantó en la previa tras reconocer que sus pupilos no pudieron ejecutar bien el plan en Londres por la capacidad de los blancos para manejar los tiempos.

Los 'blues', que pisarán por primera vez el Santiago Bernabéu, tienen la baja del lesionado Lukaku, un actor secundario en cualquier caso a la hora de interpretar la partitura porque el delantero belga no es del agrado de Tuchel, pero podrán contar con Azpilicueta, toda vez que el capitán navarro superó la covid-19 y entró en la lista, tras perderse la última jornada de la Premier.

Definitivamente, el Real Madrid nació para la épica. Los blancos, que regresaron de Londres con una renta que valía su peso en oro, coquetearon con un desastre histórico tras dilapidarla ante un Chelsea tremendo que tiró del orgullo del campeón para situar al Santiago Bernabéu al borde del colapso. El equipo de Carlo Ancelotti, superado por el brío de un oponente indesmayable, estaba al borde de la tumba cuando Werner selló el repaso de los 'blues' con el tercer tanto de los visitantes a falta de un cuarto de hora y con un Real Madrid asfixiado.

Pero Ancelotti lanzó un órdago y el conjunto de Chamartín se levantó a lomos de un Modric inconmensurable. El croata asistió a Rodrygo para nivelar la eliminatoria y Benzema, en el tiempo suplementario, recordó al Chelsea una máxima que está grabada a fuego en los anales de la Champions: al Real Madrid nunca se le puede dar por muerto.

Por décima ocasión en las doce últimas temporadas, el Real Madrid disputará las semifinales de una competición que va de la mano de sus gestas. Lo hará tras completar un ejercicio de supervivencia extrema que le permitió decapitar, por quinta vez bajo el actual formato, al defensor del trono. Son ya 31 presencias en la antesala de la final en sus 52 participaciones en el torneo en el que aflora la dimensión sobrehumana de una escuadra que hace honor al lema que corea su hinchada: ¡Hasta el final, vamos Real!

Real Madrid

Courtois, Carvajal, Nacho (Lucas Vázquez, min. 88), Alaba, Mendy (Marcelo, min. 78), Casemiro (Rodrygo, min. 78), Modric, Kroos (Camavinga, min. 73), Valverde, Benzema y Vinicius (Ceballos, min. 115).

2

-

3

Chelsea

Mendy, James, Thiago Silva, Rüdiger, Marcos Alonso, Loftus-Cheek (Saúl, min. 105), Kanté (Ziyech, min. 99), Kovacic (Jorginho, min. 105), Mount, Havertz y Werner (Pulisic, min. 83).

  • Goles: 0-1: min. 15, Mount. 0-2: min. 51, Rüdiger. 0-3: min. 75, Werner. 1-3: min. 80, Rodrygo. 2-3: min. 96, Benzema.

  • Árbitro: Szymon Marciniak (Polonia). Amonestó a James, Benzema, Valverde, Camavinga, Ziyech, Havertz, Tuchel y Azpilicueta.

  • Incidencias: Partido de vuelta de cuartos de final de la Liga de Campeones, disputado en el Santiago Bernabéu ante unos 61.000 espectadores.

Si ante el PSG se regaló otra remontada para la leyenda que sumar a las que vivió frente al Derby County, el Anderlecht, el Borussia Mönchengladbach o el Inter de Milán, frente al Chelsea el calibre de su hazaña dejó sin palabras, hasta el punto de tornar en anecdótico el dato de que sirve para que Ancelotti alcance su octava presencia como técnico entre los cuatro mejores del continente, igualando el registro de Pep Guardiola, que puede volver a superarle el miércoles, y José Mourinho. Porque el verdadero héroe del día fue Modric, un competidor infatigable a cuyos lomos voló su equipo para cruzar el Rubicón.

El resultado de hace una semana ofrecía un panorama contracultural al Real Madrid, un equipo cuyo mito se ha labrado, en buena medida, a base de remontadas extraordinarias, pero al que la ventaja invitaba esta vez a ser conservador. Una actitud que casi siempre suele ser sinónimo de peligro. Lo cierto es que los blancos acudieron a la batalla con espíritu guerrero, pero el Chelsea le bajó enseguida los humos con un despliegue tremendo y un gol al cuarto de hora de Mount que le metió el miedo en el cuerpo.

La diana del Chelsea tuvo un efecto demoledor en el Real Madrid, que quedó a merced de un adversario vitaminado. La presión del Chelsea abrasaba a los blancos, incapaces de administrarse con la pelota. El castigo se dobló al poco de comenzar el segundo periodo. Rüdiger sacó la pértiga para elevarse por encima de Alaba y soltar un cabezazo asesino. 0-2 y vuelta al punto de partida.

El Real Madrid frisaba el precipicio, un paisaje en el que se mueve como nadie. Kroos sacó las uñas con un libre directo que desvió Mendy de puños. Carvajal dejó solo a Valverde, que la reventó con todo lo que tenía dentro, pero alto. El ambiente era flamígero. Marcos Alonso puso el extintor con un trallazo cruzado a la escuadra que penalizaba una pérdida de Mendy, pero el VAR acudió en auxilio del Real Madrid al chivar una mano previa en el control del nieto de Marquitos. Los locales seguían vivos.

El vigente campeón de Europa también sufría de vértigos. Benzema estrelló un cabezazo contra el travesaño en lo que ya era un choque de ida y vuelta. Ancelotti sacó a Kroos para dar vuelo a Camavinga. Al teutón le sentó el cambio como un tiro. Lo arreglaron con un apretón de manos. Pero Werner encontró otro socavón en una zaga que echó muchísimo de menos a Militao, tiró un eslalon que dejó sentados a Casemiro, Alaba y Carvajal y puso todo patas arriba.

Se la jugó Ancelotti desmontando su arquitectura defensiva para dar entrada a Marcelo y Rodrygo. Los relevos tuvieron un impacto inmediato. Modric se agigantó y dejó otra obra de arte para su museo. Centró con el exterior al espacio por el que corría Rodrygo, que embocó a la red con un toque delicioso. Nació para brillar en la Champions. Como su equipo.

En una batalla cruenta y sin resuello, Nacho se retiró tieso y Ancelotti tuvo que inventarse una retaguardia Frankenstein que aguantó hasta una prórroga donde emergió la mística del Real Madrid, un coloso en la adversidad. Vinicius conectó con Benzema y el francés cabeceó a la red. Devorado por sus lamentos, el Chelsea peleó hasta el final, pero el Madrid resistió y sigue soñando.

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