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Karim Benzema celebra el primero de sus tres goles al Chelsea. EP
Benzema acribilla el muro azul
Cuartos | Ida

Benzema acribilla el muro azul

El segundo triplete consecutivo en la Champions del insaciable delantero lionés le sirve al Real Madrid para tumbar por fin al Chelsea y encarrilar el pase a semifinales

Óscar Bellot

Madrid

Martes, 5 de abril 2022

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Stamford Bridge acoge el primer asalto de un choque de reyes. El Real Madrid, trece veces campeón de Europa, busca vengar la eliminación que sufrió el año pasado en semifinales de su competición fetiche a manos de un Chelsea que defiende la corona que se ciñó en Oporto en medio de una crisis institucional derivada de la invasión rusa a Ucrania que tiene maniatado al club londinense. El conjunto de Thomas Tuchel, vapuleado en la última jornada de la Premier por el modesto Brentford, se aferra al recuerdo de una eliminatoria que abrió la puerta a la conquista de la segunda 'orejona' de su historia para recibir con el ánimo alto a una escuadra que no atraviesa su mejor momento del curso, pero que vuelve a intimidar en el continente después de tumbar al faraónico PSG con una épica remontada al fragor de su hinchada.

Para seguir aspirando a recuperar el trono que ocupó por última vez en 2018, el Real Madrid tendrá que decapitar al vigente monarca de la Champions, algo que ya hicieron los blancos camino de la 'séptima', la 'octava', la 'novena' y la 'décima'. Como entonces sucediera con Borussia Dortmund, Manchester United y Bayern de Múnich, este último por partida doble, el Chelsea se interpone ahora en el rumbo del cuadro de Chamartín a la final que acogerá el 28 de mayo el recinto parisino de Saint-Denis. Un rival formidable, pese a que camina sobre arenas movedizas.

Las sanciones impuestas contra los oligarcas rusos han paralizado la gestión del Chelsea, cuyas cuentas se han visto congeladas a la espera de que se consume la venta de la entidad y quede definitivamente clausurada la exitosa etapa que se abrió en 2003 con la entrada en su capital de Roman Abramóvich. Pese a las turbulencias en los despachos, Tuchel había logrado mantener el paso firme de un equipo que encadenó nueve victorias consecutivas entre finales de enero y mediados de marzo. Pero el varapalo sufrido el pasado sábado con el 1-4 que le endosó el Brentford ha generado dudas sobre un bloque que en la campaña anterior asfixió con su exuberancia física a un Real Madrid cogido con pinzas.

Los 'blues' sacaron entonces un empate a uno de su visita al Alfredo Di Stéfano y doblegaron por 2-0 en Stamford Bridge a una tropa que acudió a Londres bajo mínimos. Con Carvajal, Lucas Vázquez y Varane fuera por lesión, y Mendy y Sergio Ramos lejos del tono requerido para una cita de semejante enjundia, Zinedine Zidane cosió un esquema atípico con tres centrales y Vinicius como carrilero derecho que naufragó a orillas del Támesis. Fue el quinto arañazo del Chelsea en otros tantos duelos con el Real Madrid y el sexto de Tuchel, al que los blancos tampoco le han hecho ningún rasguño.

Intensidad

El conjunto de Chamartín, que al final supo este mismo miércoles que Ancelotti dio negativo y pudo viajar a Londres, afronta el desafío de romper esas dos rachas adversas y dar un golpe de autoridad que disipe las sospechas que han germinado tras la derrota en el clásico del Bernabéu. La pírrica victoria ante el Celta llevó a Courtois a alzar la voz contra la falta de intensidad en determinados momentos de un equipo sin los automatismos ni las piernas requeridas para presionar de forma armoniosa y que puede sufrir mucho con las eléctricas transiciones del Chelsea, que tiene balas arriba y maratonianos en su sala de máquinas.

Para compensar ese déficit físico, Ancelotti dará carrete a Valverde. El Halcón charrúa atraviesa un gran momento de forma y suma méritos, con el Real Madrid y con su selección, para ganar peso en los planes del técnico italiano. El resto del once será el de siempre, con el pulpo Courtois de vuelta al estadio que le rindió pleitesía durante cuatro campañas, un Militao apercibido de sanción como cacique de la zaga, los tres tenores en la media y Benzema pugnando por recortar terreno a Lewandowski y Haller en la tabla de máximos artilleros de la Champions.

En el bando local, Tuchel retomará su esquema más clásico, tras el experimento con una defensa de cuatro que fracasó contra el Brentford. Los 'blues', que podrán contar con el apoyo de la grada gracias a una excepción a las draconianas medidas que le impiden vender entradas, entre otras cuestiones, tratarán de reeditar la fórmula que le reportó pingües beneficios contra el Real Madrid once meses atrás: acorazarse atrás para atropellar a los blancos a la carrera.

Benzema acribilló el muro azul. El décimo triplete en la carrera del insaciable delantero lionés, segundo consecutivo en la Champions tras el que sirvió para incendiar al PSG en el Santiago Bernabéu, le valió al Real Madrid para rendir el fortín de Stamford Bridge y cosechar el primer triunfo de su historia ante el Chelsea. A la sexta fue la vencida para los blancos, que tras cinco intentonas fallidas en la extinta Recopa, la Supercopa de Europa y la Champions, lograron abatir por fin al conjunto londinense y encarrilaron un pase a semifinales que tendrán que certificar la semana que viene en su coliseo del Paseo de la Castellana.

El gol de Havertz mantiene vivo al defensor del trono, pero el trece veces rey de Europa le dio un repaso a domicilio que consolida las opciones del equipo de Carlo Ancelotti, tan ambicioso como efectivo y solidario, para recuperar el bastón de mando en el continente.

El preparador de Reggiolo, recuperado para la causa, se adjudicó el duelo en la banda tras vitaminar a su once con la inclusión de Valverde, soberbio a la hora de confrontar a los correcaminos del cuadro londinense y auxiliar a Carvajal en el lado débil de la zaga blanca. De nada le sirvió a Tuchel volver a su esquema clásico porque, pese a que los 'blues' acudieron al envite con la jerarquía que se le presupone al vigente campeón de Europa, fue el Real Madrid el que marcó el rumbo en una primera parte trepidante en la que los blancos dejaron una hoja de servicios casi impecable.

Chelsea

Mendy, Christensen (Kovacic, min. 46), Thiago Silva, Rüdiger, James, Kanté (Ziyech, min. 46), Jorginho (Loftus-Cheek, min. 64), Azpilicueta, Mount, Havertz y Pulisic (Lukaku, min. 64).

1

-

3

Real Madrid

Courtois, Carvajal, Militao (Nacho, min. 64), Alaba, Mendy, Casemiro, Modric, Kroos (Camavinga, min. 74), Valverde (Ceballos, min. 86), Benzema (Bale, min. 86) y Vinicius.

  • Goles: 0-1: min. 21, Benzema. 0-2: min. 24, Benzema. 1-2: min. 40, Havertz. 1-3: min. 46, Benzema.

  • Árbitro: Clément Turpin (Francia). Amonestó a Militao y Rüdiger.

  • Incidencias: Partido de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones, disputado en Stamford Bridge ante unos 41.000 espectadores.

Cierto es que el equipo de Ancelotti sufrió un grave quebranto con un despiste de Militao que le costó la amarilla al brasileño. Se perderá la vuelta porque estaba apercibido y además tuvo que retirarse en la segunda parte con la rodilla maltrecha, lo que pone en serio riesgo su concurso el sábado ante el Getafe. Un revés considerable para una escuadra que le tiene por su artificiero de referencia. Pero el Real Madrid se repuso con grandeza. Un tuya-mía entre su dupla de oro derivó en un centro inmejorable de Vinicius desde la izquierda y un testarazo inapelable de Benzema. El muro azul colapsó y se derrumbó con estruendo. Porque a renglón seguido fue Modric el que levantó el periscopio desde la derecha y divisó a Benzema, que volvió a vestirse de Santillana.

Jarreaba el cielo en Stamford Bridge, pero al dueño del recinto lo que le atormentaba era el vendaval ofensivo de un Real Madrid tan voraz como quirúrgico. Los blancos habían sido tremendamente eficaces en la vanguardia y cerraban bien los espacios en la retaguardia. Pero Jorginho encontró una rendija por la que filtró un centro que cazó Havertz para recortar la ventaja lanzándose en plancha tras ganarle la espalda a Carvajal. El sopapo no aturdió al cuadro de Chamartín, que estuvo a punto de abrir gas de nuevo antes del descanso. De nuevo una salida en estampida permitió a Vinicius conectar con Benzema, que malogró con la zurda el remate más franco que había tenido en un primer tiempo frenético.

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Tuchel asumió la superioridad del Real Madrid al paso por la caseta, porque de vestuarios regresó el Chelsea con un plan nuevo. Pasaron a cerrar con cuatro los 'blues' con la entrada de Kovacic por un errático Christensen y la inclusión de Ziyech por Kanté. Pero la idea se fue a pique en un pestañeo. Porque Mendy, el mejor portero del mundo en la última edición de los premios The Best, se alistó en el pelotón de Ulreich, Karius y Donnarumma, víctimas propiciatorias del poder intimidatorio de Benzema, que aprovechó el regalo para firmar la décima diana en sus cuatro últimas comparecencias. El león más fiero de la selva. La prodigiosa manopla que sacó poco después Courtois para evitar que un trallazo de Azpilicueta reventase las telarañas de su escuadra tornó aún en más grotesco el galardón de la FIFA al senegalés.

Tuchel quemó sus últimas naves recurriendo a Loftus-Cheek y Lukaku para buscarle las vueltas al sacrificado bloque de Ancelotti. La entrada de la bestia belga y la salida del lesionado Militao cambiaron el paisaje del pleito, con un Chelsea volcado y un Madrid asfixiado. La tuvo el ex del Inter con un remate de cabeza que se marchó por un palmo y Mount con un misil que perseguía la escuadra. Apostó Ancelotti por Camavinga para dar oxígeno extra a los blancos, que supieron resistir el zafarrancho de combate 'blue' y regresan a Madrid con una renta que vale su peso en oro. Falta rematar el trabajo, pero dieron un paso de gigante.

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