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Messi abraza a Lenglet tras el gol del francés que abrió la victoria del Barça.

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Messi abraza a Lenglet tras el gol del francés que abrió la victoria del Barça. Lluis Gene (Afp)
Octavos | Vuelta

El Barcelona pone la directa hacia Lisboa

Los goles de Lenglet, Messi y Suárez despachan al Nápoles en un gran primer tiempo de los azulgranas, en cuartos por decimotercera temporada consecutiva

miguel olmeda

MADRID

Viernes, 7 de agosto 2020

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Medio año hace, casi, que un gol de Griezmann igualó otro de Mertens en San Paolo en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones que enfrentó a Nápoles y Barça. Aquel 25 de febrero, cerca de 60.000 aficionados animaron al equipo italiano en un partido que acabó 1-1 con más luces que sombras en los dos clubes. Este sábado, tras un largo confinamiento por la pandemia del coronavirus, una 'mini-Liga' exprés de once jornadas y otro paréntesis de tres semanas, con siete días de vacaciones incluídas, llega la vuelta en un Camp Nou a puerta cerrada por medidas sanitarias, sin presión ambiental para el conjunto de Gennaro Gattuso, pero de máximo riesgo para la escuadra de Quique Setién, amenazado con la posibilidad de cerrar una temporada sin títulos en el caso de caer eliminado. En juego está el pase a la inminente Final a 8 de Lisboa, también en formato vertiginoso.

El Barça, segundo en la Liga ganada por el Real Madrid, eliminado por el Athletic en la Copa y por el Atlético en la Supercopa de España, está a cuatro partidos de intentar salvar el curso con un gran título, pero a uno de finiquitarla con un fracaso que le costaría la cabeza, sin ninguna duda, a Quique Setién y que podría dar paso a una revolución en la plantilla.

No se puede decir que haya habido una gran mejoría desde aquella lejana ida. El Nápoles, en cambio, sí ha adquirido una mayor identidad desde entonces, conquistando la Coppa de Italia ante la Juventus 0-0 (4-2 por penaltis). Gennaro Gattuso también llegó a media temporada, pero su mano se ha notado más que la de Setién.

El técnico cántabro se juega su futuro con sólo once jugadores de campo de la primera plantilla y dos porteros. La pésima planificación deportiva de los responsables del club en esa parcela y los contratiempos ya dejaron al equipo en cuadro en la reanudación de la Liga y nada ha cambiado. Arturo Vidal y Sergio Busquets son bajas por sanción; Umtiti y Dembélé (aunque lleva un par de días entrenando con el grupo) siguen lesionados; Arthur se declaró en rebeldía tras ser traspasado a la Juventus, sin ninguna voluntad de echar una última mano a sus compañeros pese a que este viernes regresó por fin de Brasil; y Braithwaite no está inscrito en Europa porque la UEFA no lo permitió, a diferencia de LaLiga y la Federación española, al ser fichado fuera de plazo en febrero como sustituto del lesionado Dembélé.

Vuelve Griezmann

Por lo menos, Setién sí ha podido recuperar en este nuevo parón a los tres jugadores que acabaron la Liga lesionados: Griezmann, Lenglet y Araújo. Los dos primeros serán titulares y el tercero, central uruguayo del filial, cubrirá en el banquillo las espaldas del propio Lenglet y de Piqué. No es el único canterano que puede tener protagonismo, pues Riqui Puig está llamado a ser importante en el centro del campo a sus 20 años, ya que él, Sergi Roberto, Frenkie de Jong y Rakitic optan a tres plazas. Y Ansu Fati comenzaría de suplente por los galones de Messi, Griezmann y Luis Suárez, pero ya ha demostrado que tiene carácter y calidad a sus 17 años para sumar cuando entre.

En la lista de 22 hay, por lo tanto, nueve jugadores del filial: a los citados Araújo, Riqui y Ansu se unen el portero Iñaki Peña, el central Óscar Mingueza, el delantero Konrad de la Fuente y los centrocampistas Monchu Rodríguez, Jandro Orellana y Ludovit Reis. Dos habituales de la cantera como Álex Collado y Jorge Cuenca también están lesionados.

El Nápoles sí viajó con 23 jugadores de la primera plantilla, entre ellos su capitán, Lorenzo Insigne, que será duda hasta última hora por una lesión sufrida en el aductor en la última jornada de la Serie A. El mexicano Hirving Lozano y el normacedonio Elmas se disputarían su plaza si no pudiera actuar.

Setién transmitió fe en el trabajo realizado estos días y minimizó que sólo disponga de trece fichas profesionales. «Tengo el once decidido desde hace días», afirmó. «Y contamos con una delantera de ensueño que ha jugado centenares de partidos como este», agregó. También habló de su futuro: «No se me pasa por la cabeza que pueda ser mi último partido, trabajamos pensando en que seguiremos». En ese sentido, Sergio Busquets fue más práctico en su rueda de prensa: «Sería una buena señal que el técnico siguiera la próxima temporada, pero son decisiones que debe tomar el club».

El Barcelona acompañará al Atlético en la fase final exprés de la Champions en Lisboa. Es noticia por las dudas que presentaba el equipo de Quique Setién, pero también costumbre, porque con esta el conjunto azulgrana encadena

Tras 20 días para ventilar un vestuario demasiado cargado, Setién se jugó el 'match-ball' de la Champions con la propuesta que mejor le ha funcionado desde que llegó al banquillo azulgrana:

El transcurso del partido pudo haber seguido otro guion

Barcelona

Ter Stegen, Semedo, Piqué, Lenglet, Alba, Sergi Roberto, Rakitic, De Jong, Griezmann (Monchu, min. 84), Messi y Suárez (Junior, min. 92).

3

-

1

Nápoles

Ospina, Di Lorenzo, Manolas, Koulibaly, Mario Rui, Fabián (Elmas, min. 79), Demme (Lobotka, min. 46), Zielinski (Lozano, min. 70), Callejón (Politano, min. 70), Mertens e Insigne (Milik, min. 79).

  • GOLES: 1-0: min. 10, Lenglet. 2-0: min. 23, Messi. 3-0: min. 47, Suárez, de penalti. 3-1: min. 50, Insigne, de penalti.

  • áRBITRO: Cüneyt Çakir (Turquía). Amonestó a Suárez, del Barcelona, y a Zielinski, del Nápoles.

  • iNCIDENCIAS: Partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el Camp Nou a puerta cerrada.

Había comenzado mandón el Nápoles en un Camp Nou que vacío impone menos, pues necesitaba el gol para clasificarse, pero un jarro de agua fría arruinó su empresa a los 10 minutos de encuentro. Koulibaly concedió un córner innecesario, Rakitic puso la pelota donde siempre la piden los centrales y

El 1-0 volteó el tablero y

Necesitaba poco el Barcelona para transformar la posesión en ocasiones, y mucho menos para materializarlas. Incluso cuando no eran tan claras.

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El tercero llegaría, en cualquier caso, y de nuevo con el capitán azulgrana como protagonista. Se anticipó a Koulibaly cuando el central se disponía a despejar, y de hecho lo hizo, aunque golpeando al tobillo de Messi.

En la segunda mitad el conjunto italiano reclamó el dominio del partido, obligado por los dos goles que exigía su clasificación, aunque el Barcelona no llegaría a ver peligrar su botín más allá de un gol anulado a Milik por fuera de juego y un manso remate al poste en el que Ter Stegen se confió demasiado.

El 3-1 le vale al Barcelona el billete al 'playoff' de Lisboa y supone, más allá del espaldarazo de confianza,

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