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El Gran Canaria volverá a rugir

El Gran Canaria volverá a rugir

La afición no dejará solo a su equipo. Dada la trascendencia del partido del domingo, la marea amarilla responderá como en las mejores tardes y dará a la UD ese empujón que tanto ha echado en falta últimamente. «El estadio va a llegar a los 25.000 espectadores ante el Levante», predice Ramírez. Las gradas volverán a rugir.

Jueves, 1 de enero 1970

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La tendencia asusta: se abrió la temporada con más de 20.000 personas en el Gran Canaria para recibir al Atlético, pero esta cifra fue reduciéndose con el paso de los encuentros hasta tocar fondo frente al Deportivo con una paupérrima asistencia de 14.805 aficionados. Fue la segunda peor asistencia desde que el equipo ascendiera a Primera hace tres cursos, y una imagen muy triste del recinto de Siete Palmas que lució casi desértico.

Pero esto cambiará en la final anticipada de este domingo. «Vendrá mucha gente que no suele acudir a los partidos de los viernes y lunes. Estoy convencido de que la afición es consciente de que todos tenemos que tirar del carro juntos para salir adelante y que hay que estar al lado del equipo», aseguró con optimismo el presidente de Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, en los micrófonos de UD Radio.

Se unen varios factores que permitirán la mejor entrada de esta campaña. Por un lado está el día y la hora. Un domingo por la tarde da todas las facilidades para que las familias y los trabajadores puedan acudir a animar a su equipo. Los dos últimos compromisos en casa -los que menos asistencia registró- se jugaron un lunes a las 20.00 horas. Este complicado horario unido al mal momento que vive el equipo, hace que la afición no esté por la labor de hacer sacrificios entre semana. «La TV nos quita miles de aficionados cada fin de semana. Los partidos de lunes y viernes hace que la gente no se abone porque no pueden compaginarlo con su trabajo», reafirmó el máximo mandatario.

Por otro lado está la presencia que habrá de futbolistas de la base pertenecientes a equipos isleños ligados a la Unión Deportiva: «El domingo vendrán muchos chicos de equipos con convenio con Las Palmas», adelantó Ramírez. Toda ayuda es poca para que el Gran Canaria vuelva a lucir como se merece.

Y por último, la importancia del enfrentamiento. Con el equipo en descenso y tras siete derrotas seguidas, el enfrentamiento ante un rival directo hace que se vea el choque como un partido a vida o a muerte, y eso no se le escapa a la marea amarilla: «La afición siempre que ha tenido que estar, ha estado. Siempre ha acompañado al equipo. La gente quiere una UD en Primera División», asegura el presidente.

Esta esperanza de ver las gradas repletas está refrendada por los datos que se ofrecen desde los distintos puntos de venta. Sorprende el buen ritmo de compra de entradas con respecto a jornadas anteriores, con varios sectores del estadio al borde del lleno. Todo esto asegura que la UD contará con el máximo apoyo para volver a la senda de la victoria. Mejor momento, imposible.

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