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Daniel Herrera
Jueves, 1 de enero 1970
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El norteamericano Chris Evans, con 19 puntos, se convirtió en el héroe de los grancanarios, sobre todo en el último cuarto donde, con el apoyo de Hannah (14), Tillie (13) y Strawberry (otros 13), consiguió neutralizar el repertorio ofensivo del examarillo Kyle Kuric (24) y la versatilidad del balcánico Ante Tomic (18).
Tras un ilusionante arranque de 8-4, con Strawberry enchufado en sus penetraciones, el conjunto catalán consiguió reaccionar, y de qué manera. Dos triples de Kuric, conjugados con los puntos de Tomic en la pintura y de Pangos desde el perímetro -7 puntos del examarillo en apenas tres minutos-, permitieron a los visitantes firmar un parcial de 1-15.
A partir de ahí, los preocupantes axiomas de este inicio de temporada se volvían a repetir. El Herbalife se iba a remolque de los de Pesic, cerrando el primer cuarto 18-26.
En el segundo asalto, el tiro exterior empezó a engrasarse entre los amarillos, hasta tal punto de que Tillie y Oliver lograron colgarse de la chepa del Barça (25-26). Posteriormente, un reverso de lujo de Evans con asistencia a Balvin y mate del checo permitió otro arreón isleño (30-33). Demasiadas emociones para el técnico balcánico del conjunto catalán, que no dudaba en apurar los tiempos muertos.
Evans y Strawberry lograron la proeza de poner por delante a los pupilos de Maldonado (38-36). Y, tras un efervescente intercambio de canastas, un último golpe de timón de Oriola permitió a los culés salvar los muebles y dejar las espadas en todo lo alto al descanso (44-44).
En la reanudación, la línea de tres volvió a tomar protagonismo en los esquemas de ambos equipos. Empezó Evans y Báez golpeando desde el exterior, con Pasecniks maquillando número en la zona (50-46), pero poco tardó el Barça en reaccionar: 53-57 con Kuric (17 puntos) y Tomic asumiendo galones tras una inoportuna falta técnica.
Con esa inercia, el Barcelona recrudeció la batalla fuera de la bombilla, estirando el chicle hasta el 64-69 a la finalización del tercer periodo.
Ya en los minutos finales, Heurtel comenzó a asumir el rol de director de orquesta, algo que no había ocurrido en la primera parte, repartiendo asistencias y asomándose al tablero con mayor fluidez, situación que aprovechó Pangos para unirse al recital (72-77).
Una penetración de Strawberry, aderezada con un tiro libre -cortesía de Claver- otorgó oxígeno a los amarillos (75-79). Pero el Herbalife siguió erosionando y, a 2:27 para la conclusión, un mate de Evans puso el electrónico en un más que ajustado 81-82.
La balanza parecía inclinarse a favor de los visitantes. Sin embargo, una falta de Singleton sobre Hannah a falta de tres segundos permitió al americano poner el 87-86 desde la línea de castigo. La última posesión era para el Barça pero el lanzamiento final de Pangos acabó rebotando sobre el aro, sellando una victoria más que épica para el Gran Canaria que estrena así su primera página dorada en la Euroliga.
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