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«Sigo una rutina similar a la que tenía antes del confinamiento, me levanto todos los días a las 6 de la mañana y voy trabajar a la residencia donde trabajo como enfermera», afirma en declaraciones ofrecidas a la web oficial del conjunto teldense.
La extremo izquierdo del cuadro isleño señala que «realizo los entrenamientos que nos mandó el preparador físico del equipo, Jesús Alemán, y algún que otro ejercicio de GAP que he encontrado en YouTube».
Sobre la prolongación de estado de alarma por la pandemia mundial, la jugadora del Rocasa estima que «me lo esperaba, siendo trabajadora del sector sanitario he tenido reuniones donde ya se había barajado dicha posibilidad».
A la espera de que todo vuelva a la normalidad, la jugadora del conjunto teldense mantiene el contacto diario «con mi familia y amigos, además de mis compañeras, con las que más Sayna, Yraya y Silvia».
«Echo de menos el poder ver a mi abuela y el simple hecho de relacionarte o el de entrenar, que me ayudaba a despejarme. Es duro que te priven de tu libertad y no poder hacer y deshacer a tus anchas», añade Hernández.
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