Okoye recupera la sonrisa con Fisac: «Tendré una posición de privilegio para rendir»

Una apuesta con cartel y galones que naufragó en su primera aventura en Gran Canaria. Más allá de lamentarse por su rol residual -por aspectos individuales o colectivos- en el pasado proyecto del Herbalife capitaneado por el entrenador griego Fotis Katsikaris, Stan Okoye pretende recuperar su mejor versión en la isla.

Con pie y medio fuera del proyecto del nuevo Granca que lidera en los despachos Willy Villar y en el banquillo Porfi Fisac, el alero internacional nigeriano puso mucho de su parte para darse otra oportunidad, revertir la situación y, principalmente, para encomendarse a un entrenador segoviano que exprimió todas sus virtudes en el Casademont Zaragoza en la campaña 2018-2019 para promediar 14.6 puntos, 4.9 rebotes y 1.4 asistencias, convirtiéndose en uno de los mejores jugadores de la máxima competición nacional, entrando en el mejor quinteto y obteniendo dos MVP de la jornada.

Su tarjeta de presentación en España tras destacar en el Openjobmetis Varese italiano con 15.1 puntos, 7.5 rebotes y 1.5 asistencias fue sensacional y determinante para el gran curso firmado por la entidad maña, propiciando que el exterior africano se revalorizara hasta ser una pieza tremendamente cotizada en el mercado.

El movimiento se fraguó a pocos días del cierre del plazo para el derecho de tanteo en la ACB, pero la salida de Marcus Eriksson con destino al Alba Berlín alemán aceleró los acontecimientos. La incorporación del jugador nacido en Carolina del Norte y formado en la exigente universidad de Virginia Military supuso un espaldarazo a la moral de un club que venía de un ejercicio histórico por disfrutar de la ansiada Euroliga por primera ocasión en la historia, pero que sufrió de lo lindo en la competición doméstica por la dificultad de compaginar ambos torneos.

Sin embargo, Okoye, de 29 años, solo ofreció pinceladas y su presencia se diluyó con el paso de las jornadas hasta ser adelantado por Demonte Harper, Javier Beirán, Xavi Rabaseda y Oriol Paulí en la rotación exterior. Su falta de complicidad con Fotis Katsikaris era evidente y su mirada perdida en el banquillo evidenciaba que el Club Baloncesto Gran Canaria tenía un problema. Nunca encontró la continuidad necesaria y deseada y, ya sea por motivos personales o grupales, su temporada en la isla es para olvidar -firmó 6.8 puntos y 2.0 rebotes por partido en 15 minutos de media en pista-.

«La temporada pasada fue una pequeña decepción para nosotros. Tengo una grandísima motivación por mejorar y sé que puedo aportar más de lo que hice. No podemos decir un número de victorias ni lo bien o mal que lo haremos, pero sé que el entrenador me dará una posición de privilegio en el equipo para poder rendir a mi máximo nivel», confiesa tras resetear para aprender de un pasado desalentador.

Okoye, presente en las puesta de largo de las nuevas equipaciones del Granca para el curso 2020-2021, aseguró que «me gustan muchísimo las equipaciones, se parecen a la de la temporada pasada. Es una grandísima idea haber incorporado a todos los municipios de la isla y es un orgullo compartir el sentimiento de todos en esta camiseta».

Sobre la importancia de la llegada de Fisac para proseguir en Gran Canaria, el exterior africano apuntó que «fue uno de los principales motivos de que me quedara, jugué muy bien con él en el Casademont Zaragoza y creo que estoy listo para rendir otra vez con él en Gran Canaria».

Okoye se muestra encantado con la llegada de jugadores eléctricos como Albicy, Ferrari, Della Valle y Jacob Wiley. «Estoy muy sorprendido con los fichajes, tienen un grandísimo nivel y tres de ellos vienen de la Euroliga y Frankie antes de su lesión se estaba saliendo en la Liga Endesa. Lo conozco muy bien de la competición italiana y estoy encantadísimo de compartir equipo con jugadores de este nivel este año».

Y es que Stan Okoye no puede disimular que ha recuperado la sonrisa. «Mentalmente estoy mucho más preparado y muy centrado en el reto que tenemos por delante esta temporada», dice.