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Una afición acostumbrada desde hace muchos años a celebrar triunfos de su equipo, pero que este curso, por exigencias del guion, le toca sufrir junto a un Granca que, al límite de sus fuerzas, no ha defraudado en su guarida, aunque luego lejos de la isla no mantenga el nivel.
La visita, como todas en la Euroliga, exige esfuerzo máximo tanto al equipo como a la grada. Visita esta viernes la isla, en día y hora bastante inusuales, un Anadolu Efes Estambul con calidad de sobra, se mire por donde se mire, a las órdenes de Ergin Ataman, uno de los clásicos ya en el mejor torneo de Europa por equipos.
Cuenta el preparador turco en su rotación con caras muy conocidas por sus pasados en la ACB. Y no son cualquiera. Tener al croata Krunoslav Simon (exjugador de Unicaja), al alemán Tibor Pleiss (que pasó por Barcelona, Valencia y Baskonia), al americano Shane Larkin (Baskonia) o a los galos Rodrigue Beaubois (Baskonia) y Adrien Moerman (Bilbao y Barcelona) en la misma plantilla es un lujo al alcance de pocos.
Llega además el Efes turco al recinto de Siete Palmas resumiendo de tres victorias ante equipos de la talla del Bayern Munich (71-90), Khimki (84-85) y Fenerbahce (89-83), y de caer por la mínima, en la última jornada, a domicilio ante el sorprendente AX Armani Exchange Olimpia Milán (81-80).
Metido entre los ocho primeros, los que dan acceso a jugar los octavos de final cuando se dispute al completo la primera fase del torneo, el equipo otomano llega dispuesto a reforzar ese privilegio muy consciente del salto de calidad del Gran Canaria al amparo de su hinchada.
Un Herbalife que, sin embargo, sigue sin poder contar con los 13 jugadores que fichó en pretemporada para encarar el curso, ya que Luke Nelson seguirá una jornada más inédito –y lo que le queda aún– debido a un esguince de tobillo tan largo como difícil de asimilar. Además, y para ponerlo todo más difícil aún, el propio Salva Maldonado, entrenador jefe de los claretianos, confirmaba en la previa que no sabe si podrá contar para el duelo con Luke Fischer, el pívot norteamericano que se retiraba este jueves del entrenamiento previo al partido tras recibir un duro golpe en su hombro izquierdo, el mismo que ya le dio problemas la pasada temporada.
Un problema añadido para la ya de por sí justita rotación amarilla teniendo en cuenta además que solo 48 horas después –algunas menos en realidad– tocará vivir el primer derbi de la temporada ante el Iberostar Tenerife. Pero esa será otra historia. Toca Euroliga. Centrar todos los sentidos en el Efes. Que no es poco.
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