El Dreamland Gran Canaria cae ante el Barça en un mal último cuarto (73-83)

El Dreamland Gran Canaria, que salió de inicio con Andrew Albicy, Sylven Landesberg, Nicolás Brussino, John Shurna y Ethan Happ, tardó en conectarse a una cita mayúscula contra el Barça en un Arena en ebullición -más de 8.000 espectadores- (2-8, min. 3).

Da Silva y Parra daban el mando del duelo al bloque de Roger Grimau, con un juego eléctrico y aprovechando la falta de acierto y de contundencia claretiana (7-14, min. 6).

El cuadro amarillo pecaba de precipitación, con Jaka Lakovic un poco nervioso también en su reencuentro con Antonio Conde, el árbitro que lo expulsó en Granada la pasada temporada y recibió cuatro partidos de sanción.

Un 2+1 de Shurna -siete puntos-, unido a la irrupción de Brussino y Lammers, oxigenó a la escuadra insular en la recta final del descorche para poner las tablas y encender el recinto de Siete Palmas (14-14).

Dos pérdidas consecutivas posibilitaron que el Barça rompiera el parcial y Brizuela y Willy dieron la ventaja de nuevo (14-18).

Brizuela prosiguió entonado (14-21), con un Granca que no cerraba el rebote y daba segundas opciones.

Pero los amarillos no se iban del encuentro, y menos en un fortín inexpugnable. La comunión equipo-afición apretó para devolver la confianza y las buenas sensaciones en el ecuador del segundo cuarto (22-24, min. 15).

Brussino calentó su muñeca en un pulso jugado de poder a poder, intentando castigar las pérdidas (35-32). El francotirador argentino estaba desatado -14 puntos- y Albicy se sumó a la fiesta para obligar a Grimau a parar tiempo muerto y poner al Arena patas arriba (37-32).

El Dreamland Gran Canaria estaba enchufado -parcial de 23-14 en este periodo- y llegaba con ventaja al descanso (37-32).

Tras el paso por los vestuarios, el guion se mantuvo y el Dreamland Gran Canaria no se arrugó. Se siente fuerte ante su gente. Brussino, con cuatro puntos seguidos, prolongó el momento dulce local (41-34, min. 23).

Un triple de Lammers alimentó la misión claretiana, pero se tuvo que sentar por cometer la tercera falta personal, al igual que Shurna. El juego interior amarillo se resintió. Lakovic apostó por Prkacin ante la poca contundencia de Happ (46-43, min. 25).

El Granca perdió energía y puntos, aprovechando el Barça para castigar y recuperar el dominio del choque (50-51).

Salvó emergió cuando más falta hacía. El canterano del Barça convirtió seis puntos seguidos para capitanear la resistencia insular (56-54).

El Dreamland Gran Canaria aguantaba a falta de diez minutos para soñar con volver a tumbar al actual campeón de la Liga Endesa (59-56).

Parker, la pieza exterior más entonada azulgrana, se despedia del partido con cinco faltas. Lammers agigantaba su figura en la pintura y los amarillos creían, pero el Barça tenía una velocidad más (66-67, min. 34).

La escuadra de Grimau estaba más enchufada, más viva y más acertada. Abrines ampliaba la renta visitante en el ecuador del último acto, donde Lakovic recibía una falta técnica por obstaculizar un saque rápido (67-74).

Jokubaitis imponía su ley y el Granca sufría de lo lindo. Sin ideas ni clarividencia ni gasolina. Slaughter salía al rescate, pero su rival controlaba el choque (71-80).

Los amarillos se apagaron en el último cuarto -parcial de 14-27 y un total de 11 tiros libres fallados- y el Barça no perdonó (73-83).

Ficha técnica:

73. Dreamland Gran Canaria (14+23+22+14): Albicy (6), Brussino (18), Shurna (8), Landesberg (1), Happ (9) –quinteto titular-; AJ Slaughter (4), Bassas (-), Prkacin (3), Kljajic (-), Salvó (8), Pelos (3) y Lammers (13).

Entrenador: Jaka Lakovic.

83. Barça (18+14+24+27): Satoransky (2), Laprovittola (5), Parra (11), Da Silva (9) y Vesely (5) -quinteto titular-; Parker (8), Kalinic (2), Abrines (9), Jokubaitis (14), Hernangómez (11), Brizuela (5), Nnaji (2).

Entrenador: Roger Grimau.

Árbitros: Antonio Conde, Sergio Manuel y Vicente Martínez. Eliminaron por faltas personales al azulgrana Parker.

Incidencias: encuentro correspondiente a la primera jornada de la Liga Endesa, disputado en el Gran Canaria Arena ante 8.102 espectadores aproximadamente. En los prolegómenos del partido, el club claretiano rindió homenaje a los exjugadores Santi Toledo (146), Berni Hernández (212) y Roberto Guerra (325), como los grancanarios con más partidos en la historia de la ACB. Además, se guardó un minuto de silencio por las víctimas del conflicto de Israel y Palestina.