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El extécnico, entre otros, del Granca ya es historia en un equipo con más presión, si cabe, que de costumbre este curso, por aquello de jugarse la Final Four de la Euroliga en su guarida, el Fernando Buesa Arena, escenario de grato recuerdo siempre para los claretianos por sus gestas históricas (semifinal de Liga y Copa y título de la Supercopa).
Vitoria vuelve a recibir a un viejo amigo en su banquillo. Velimir Perasovic dirige ete domingo al Baskonia para intentar reconducir el rumbo. Tiene el técnico croata mucho tiempo por delante para hacerlo y, sobre todo, un plantillón a la altura de pocos mortales con nombre de la talla de Shengelia, Poirier, Granger, Vildoza, Shields o Garino, por nombrar solo a algunos. A todo eso se enfrenta un Herbalife aún con muchas dudas en su juego, pero poco a poco acostumbrándose a jugar más partidos de los habituales con los grandes, rango que posee el Baskonia por pura cuestión monetaria.
Viajó el conjunto amarillo, para ponerlo todo un poco más difícil, sin dos efectivos. Se pierden la cita el de siempre, Luke Nelson que finalmente pasará por el quirófano para solucionar sus problemas con el tobillo, y Luke Fischer, lesionado el pasado viernes en la cita europea víctima del resbaladizo parqué que la Euroliga ya ha ordenado quitar para las próximas citas.
Tampoco estará Nikola Radicevic. El base serbio viajó con el equipo pero no ha sido dado de alta en tiempo y forma para jugar, aunque ya es uno más en la rotación amarilla y se espera que sí pueda ayudar en el siguiente compromiso (próximo martes, ante el Real Madrid).
Necesita el Granca, como siempre que se mide a un equipo que lo supera en presupuesto, brillar en colectivo para sacar un triunfo de Vitoria, donde entre partidos de liga regular y Playoff al título solo ha ganado cuatro veces en 37 visitas, la última en 2013 (96-99).
Tras la inyección de autoestima que supuso hace menos de 48 horas su triunfo ante el Maccabi, los de Salva Maldonado, al que nadie le pitó en esa última cita, encaran una nueva cita con otro grande con mucho que ganar y poco que perder. Nunca es favorito el Granca en este tipo de partidos y mucho menos a domicilio, pero ya nadie duda en toda Europa, y mucho menos en España, de lo capaz que es el grupo claretiano cuando saca su mejor versión. Esa que le está costando enseñar este curso. Este domingo podría ser una tarde perfecta para empvolver a hacerlo.
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