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6 hitos en la historia copera de un clásico de la competición
Copa del Rey Málaga 2024

6 hitos en la historia copera de un clásico de la competición

A lo largo de un cuarto de siglo el Gran Canaria ha dejado una huella imborrable en el torneo más vibrante

Martes, 13 de febrero 2024

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1. Remontadas históricas rumbo a la primera final

La Coruña, 2016. El Gran Canaria juega su única final de la Copa del Rey, su cota más alta en esta competición. El Real Madrid de Pablo Laso le derrota en la cita definitiva por un margen escaso (81-85) pero hasta llegar allí se viven dos noches históricas frente al invicto Valencia de Pedro Martínez, al que se le remonta una desventaja de 17 puntos durante el partido, y a un Bilbao que llegó a mandar por 19 puntos en el marcador. Aquel Granca de Aíto García Reneses acarició la gloria, como había hecho un año antes con la Eurocup, y luego ganó la Supercopa con Luis Casimiro.

2. Los 30 puntos de Jaycee Carroll

La fotografía de este hito es historia del Gran Canaria y del baloncesto español. Carroll, prácticamente con lágrimas en los ojos, aplaude a los aficionados claretianos que acaban ver perder de nuevo a su equipo en cuartos de final ante el Real Madrid (78-72) con algunas decisiones arbitrales discutibles. El escolta americano acaba de hacerle 30 puntos al Madrid en una exhibición salvaje que termina de convencer al equipo al que aquella noche anotó compulsivamente para cerrar su fichaje y cambiar la historia de la sección con el que fue uno de sus héroes durante una década.

3. Los que rompieron el techo de cristal

2013 fue el año. Y lo fue en la copa y en las eliminatorias por el título. En el octavo intento de superar la ronda de cuartos de final se consiguió. El Gran Canaria, dirigido por Pedro Martínez, barrió de la pista a Bilbao en el Buesa Arena de Vitoria. Fue un día en el que Xavi Rey –en la imagen colgado del aro vizcaíno– estuvo imperial pero en el que sería injusto subrayar a ningún protagonista porque aquella de Vitoria fue una victoria coral de un equipo ensamblado a la perfección. Ante Valencia, en la semifinal, el grupo se descompuso y el sueño acabó en la segunda ronda del torneo.

4. Un anotación de récord y en el Arena

La tercera vez que el Gran Canaria llegaba a una semifinal lo hizo en casa, en el Arena. El grupo dirigido por Luis Casimiro se impuso en cuartos (107-92) a Fuenlabrada, que llegaba como revelación de la temporada, y se situaba en su anotación más alta en la competición gracias, entre otros, a los 18 puntos conseguidos por Balvin. El cuadro claretiano llegó aquella tarde a los 131 de valoración, que suponen la quinta mejor marca de un equipo en la Copa del Rey, en una estadística que lidera el Barcelona con los 140 que firmó ante Manresa en la edición de 2022.

5. Aquella falta final a Billy Keys

La de 2005 fue la tercera ocasión en la que el GranCanaria participó en la Copa del Rey y la primera vez que acarició los cuartos de final. El marcador (77-75) lo demuestra. El todopoderoso Tau sufrió para tumbar al equipo dirigido por Pedro Martínez, que pudo haber tenido la posibilidad de llevar el partido a la prórroga y fue condenado por un error arbitral. Perdiendo por tres en la última acción del partido, Billy Keys recibe una falta en acción de tiro fuera de la línea de tres puntos pero los árbitros la dieron erróneamente de dos. Ya sin nada que hacer Keys anotó uno y falló el otro, nadando el grupo insular todo el partido para acabar forzado a morir en la orilla.

6. Kornel David contra Goliat

En 2007 el Gran Canaria perdió por solo tres puntos (85-82) ante el Real Madrid en Málaga, en otro partido con decisiones arbitrales discutibles. Mariano Pozo sacó la mítica foto de Jim Moran defendiendo un saque de banda de Charles Smith y el húngaro Kornel David hizo un partido extraordinario, que mantuvo al Granca siempre con vida, anotando en el aro defendido por los blancos 25 puntos, una cifra histórica hasta que llegó Jaycee Carroll en 2011. Fue una de esas noches en las que parece que el Gran Canaria debe hacer mucho más de lo que hacen sus rivales para superar una ronda. Era otra década y el club tenía otro estatus entre la nobleza baloncestística.

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