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«Sigo aferrada a que Masdanza se va a celebrar»

«Sigo aferrada a que Masdanza se va a celebrar»

Si existe una disciplina escénica que está especialmente acostumbrada a sobrevivir al límite, en circunstancias muy adversas, esa es la danza, tanto la contemporánea como la clásica. Por eso, resulta hasta natural que Masdanza, el Festival Internacional de Danza Contemporánea de Canarias, no tire la toalla por el parón total impuesto para la cultura y buena parte de las actividades públicas por la lucha contra la pandemia del coronavirus, y mantenga en su horizonte que el próximo otoño celebrará su primer cuarto de siglo de existencia.

Jueves, 1 de enero 1970

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«Sigo aferradísima a que lo voy a hacer. Es evidente que no depende de nosotros, está en manos de Sanidad, pero sigo pensando que lo voy a celebrar. Es cierto que tengo una opción A, ayer veía más factible una opción B, y también tengo una C... porque el objetivo es contar un abanico amplio de posibilidades para no tirar la toalla», explica Natalia Medina, directora de Masdanza, desde su casa, donde como casi toda la población sigue confinada.

Natalia Medina reconoce que la situación es muy compleja y difícil, pero recuerda que Masdanza, la cita más importante del año con la danza contemporánea en las islas, sabe lo que es adaptarse a unos tiempos donde las cosas vienen mal dadas. «Con la crisis del 2008 nos recortaron el proyecto en un 50% y tuvimos que pasar de siete a tres días. Ahora, con todo lo que estamos viviendo, es súper necesario que lo celebremos, porque la cultura y la educación son especialmente necesarias. Mantengo la esperanza de que sea dentro del teatro. Si hay que sacar Masdanza a la calle, lo haremos. No descarto volver a los inicios y regresar a los patios de los colegios», apunta Medina.

La directora del festival que está diseñado para que sus actividades arranquen el próximo 9 de octubre y culminen el 31 de ese mes, sigue recibiendo solicitudes de bailarines y coreógrafos nacionales e internacionales que quieren exhibir sus nuevas piezas durante su desarrollo. «Recibo las solicitudes de fuera, pero no depende de mí poder traerlos y alojarlos en la isla. Depende de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Lo que tengo claro es que algo haremos, como si exhibimos sus piezas por streaming para que el público las pueda ver, siempre y cuando ellos no puedan acudir a la isla», reitera.

Lo que ya tiene claro es que esta 25ª edición será especialmente sensible con los creadores locales. «Este año, por las circunstancias actuales, vamos a volcar toda la energía para promocionar a nuestra gente. Que todas las cosas que se le han caído a los bailarines y coreógrafos canarios tengan un hueco. La primera edición edición ya fue totalmente canaria», advierte.

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