Un volcán de corrupción en la Macaronesia
El fotoperiodista Rafael Avero vuelca más de cuatro décadas de observación de la realidad isleña en 'La secta del volcán', su primera novela
En Tanganasoga pasan cosas feas. Todas relacionadas con la cloaca social por la que deambulan políticos corruptos, asesores ineptos, periodistas borrachos, en definitiva, los buscavidas. Este lugar macaronésico es el seudónimo de las ocho islas en las que habitamos y nace en 'La secta del volcán', la primera novela de Rafael Avero.
Este escritor no tan novel sabe de lo que habla porque conoce de cerca el ecosistema al que retrata. Fotoperiodista de larguísimo recorrido en diversos medios del archipiélago, entre ellos CANARIAS7, tras algunos amagos decidió sentarse ante el teclado y autoeditar en Amazon esta obra que se nutre de todos los años de observación profesional.
«Me inventé esta isla porque tiene un poquito de todas», refiere Avero, que ha conocido cada rincón de Canarias con la cámara al hombro. Su nombre responde a un volcán de El Hierro.
Avero huye de la denominación de novela negra aunque hay bajos fondos. Prefiero definirla como una obra de humor «porque si no no habría forma de digerir en lo que nos hemos ido convirtiendo como sociedad».
En 'La secta del volcán', obviamente, hay movimientos sísmicos. En la nota promocional se indica que «una serie de enjambres comienza a hacer temblar los cimientos de la estructura social. Científicos, periodistas, políticos corruptos y empresarios vivirán, cada uno desde su perspectiva, la crisis sismo volcánica. Los servicios de inteligencia y un creativo asesor publicitario complicarán un poco la prevista erupción del volcán».
El Tajaogaite, el volcán que hace algo más de dos años abrió la tierra en La Palma, está detrás de la historia. Al menos como inspiración. «Estuve allí unas seis veces trabajando. Y fue el impulso definitivo para ponerme con la novela. En dos ocasiones estuve trabajando para medios de comunicación, pero las cuatro siguientes lo hice acompañando los científicos. Estuve tan cerca que hasta se me quemó la cortinilla de la cámara», reseña un Avero que apuntó cada movimiento en su cabeza para traducirlo en los párrafos de su libro.
«En esta obra lo que sucede es que los instintos corruptos que ya tenían arraigados durante décadas sus protagonistas se aceleran cuando explota un volcán, a ver cómo son capaces de sacarle rédito. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia», cierra con una carcajada.
El foco de sus críticas se amplía según crece la conversación que explica la novela. «Hablo, por ejemplo, de cómo se han acelerado también las fake news. Las tácticas de esos medios de comunicación, de ultraderecha en la mayoría de los casos: Cuando en 2011 estuve cubriendo el volcán submarino de El Hierro ya existían páginas de aficionados a los volcanes que difundían auténticas burradas. Y ante cualquier comentario que los pusiera en evidencia, bloqueaban. Y hemos ido a peor», expone.
'La secta del volcán' ha superado las expectativas de su autor, que ya ha tenido que solicitar una nueva impresión de ejemplares.