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La periodista y escritora Sonsoles Ónega con un ejemplar de su última novela, 'Mil besos prohibidos' . C7
Sonsoles Ónega: «Las etiquetas literarias estrechan el contenido de los trabajos»

Sonsoles Ónega: «Las etiquetas literarias estrechan el contenido de los trabajos»

La escritora participa hoy en la Feria del Libro de la capital grancanaria con 'Mil besos prohibidos' una novela sobre el amor y la muerte

Luisa del Rosario

Las Palmas de Gran Canaria

Viernes, 8 de octubre 2021

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Sonsoles Ónega, periodista y escritora, presenta hoy en el Museo Elder y en el marco de la Feria del Libro de la capital grancanaria (18.00 horas) su última novela: 'Mil besos prohibidos'. «Me gusta mucho ir, es un público maravilloso y muy agradecido», explica en conversación telefónica.

'Mil besos prohibidos' trata temas como el amor o la muerte, y aunque en algunas clasificaciones literarias la encasillan bajo la etiqueta de novela romántica su autora lo rechaza. «Esto de las etiquetas no siempre hace justicia con el trabajo, y lo digo en general, no solo por los libros. ¿Es una novela romántica? Podría ser, tiene amor. Es contemporánea, realista. Plantea alguno de los dramas que aún quedan pendientes como sociedad como el derecho a cómo morimos. A veces las etiquetas estrechan el contenido de los trabajos».

A su juicio, han sido «los hombres quienes han puesto palabras a los sentimientos de las mujeres y aún existe esa tendencia a creer que solo sabemos escribir de amor. Yo en cambio he recibido con gusto la portada de Pérez Reverte con la palabra amor ('El italiano. Una historia de mar, amor, y guerra'). Supongo que es un territorio en el que nos movemos todos, no solo en la ficción sino en la realidad».

La periodista define su última incursión literaria como «una invitación a vivir. Reivindica la vida con todas sus letras»

'Mil besos prohibidos' llega tras 'Después del amor', que era «una novela con tintes históricos, en la II República y que se desarrollaba en Barcelona. Me apetecía hacer algo contemporáneo y, de alguna manera, todo lo que ha vivido mi generación. La crisis económica de 2008, el abuso del poder y los poderosos y el manoseo de las instituciones lo he vivido como periodista y ciudadana y me apetecía escribir sobre ello y al reflexionar sobre qué grandes derechos nos quedan por conquistar el cómo morir es un asunto pendiente que no termina de generar el consenso político que es necesario porque es un asunto en el que hay que unir todas las sensibilidades políticas, religiosas...». En la novela, la madre de Costanza, la protagonista, «sufre en un momento una enfermedad y nos acompaña en todo el relato», explica la escritora.

«Una vez leí que la novela había muerto» a propósito de tratar «los conflictos humanos». Sonsoles Ónega dice que se «rebela» contra esa idea. «Cambian los momentos, las circunstancias, pero los sentimientos siguen siendo los mismos. No te asegura ser más feliz tener más libertad en el amor. Los amores desdichados se reproducen a lo largo de los tiempos y estos personajes, Costanza y el padre Mauro, se comunican de forma contemporánea, como vivimos ahora las relaciones personales, virtuales y algo engañosas». De alguna manera, añade, el amor «se ha virtualizado».

Con 'Mil besos prohibidos' «quisiera coger al lector por el cuello y gritarle que hay que vivir. Arriesgarse en la vida. En una invitación a vivir porque no hay nada que no puedas cambiar. El personaje masculino es un sacerdote que cree que jamás el suelo se le iba a agrietar ante una mujer. Al final los personajes acaban siendo razonablemente felices, que es a lo que aspiramos. La novela reivindica la vida con todas sus letras, su esencia», afirma.

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