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«Soy apasionada desde pequeñita».
Sara Baras, bailaora: «No soy de quedarme en lo que funciona»
Sara Baras, bailaora

«No soy de quedarme en lo que funciona»

«El día que murió mi padre me tocó bailar y bailé, pensé: si supero esto ya puedo con lo que me echen»

arantza furundarena

Sábado, 26 de marzo 2022, 23:11

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Autoexigente por naturaleza, Sara Baras sale de un ensayo con más energía de la que entró. «Me doy una buena paliza pero me sienta muy bien». A sus 50 años esta gaditana admite estar en racha. Acaba de recibir la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y se la ha dedicado a su padre, que fue coronel de Infantería de Marina, «y el hombre de mi vida», asegura. También ha retomado la gira del espectáculo 'Alma' y ha sido nombrada embajadora de la Semana Santa andaluza, una campaña que lleva por lema: 'No hay pasión pequeña'.

-¿Es usted de grandes pasiones?

-La verdad que sí. El lema me encaja perfectamente. No solo a la hora de representar a Andalucía, sino en el flamenco y en la vida. Yo soy apasionada desde pequeñita, je, je... Y cada vez que vuelvo a mi tierra intento mostrar que he crecido, que estoy un poquito mejor.

-Se exige.

-Sí, eso va dentro de mí. Lo mío es la evolución, el no quedarme en lo que funciona. Respeto a quien lo haga, pero no es mi caso. Yo siempre intento subir un escaloncito.

-A veces los muy disciplinados se pasan.

-La medida es muy importante. Si abusas de algo que te apasiona, se te acaba la pasión. Uno de los trucos de la vida es poder hacerlo todo en su justa medida.

-¿Y a sus 50 ya le ha pillado el truco a la vida?

-Sí. Atravieso un momento fantástico. Creo que el mejor de mi vida.

-¿Ha ocurrido algo especial?

-No. Pero me siento muy tranquila, muy satisfecha. Está todo con mucha armonía.

-A algunos la pandemia les ha deprimido.

-Lo sé, y lo primero es el respeto a todas las personas que lo han pasado fatal y que siguen sufriendo. Pero a mí la pandemia me ha dado la oportunidad de estar muy cerca de los míos.

-La medalla de las Bellas Artes se la dedicó a su padre. «Es tuya, papá», dijo.

-Yo he tenido y sigo teniendo verdadera pasión por mi padre. Es la persona más importante de mi vida. Y todos los premios siempre se los he llevado a él. Hemos tenido una relación bestial. El espectáculo 'Alma' se lo dediqué a él porque era un enamorado de los boleros. Mi padre falleció en enero y me ha regalado la documentación de toda mi carrera. Siempre se sintió muy orgulloso de mis cosas. Por eso cuando recogí la medalla con mi hermana fue un momento muy triste por un lado, por la pérdida, pero también muy bonito. Estamos muy orgullosas de haber tenido un padre tan bueno.

-¿Su madre no se pone celosa?

-Mi madre es muy distinta. Y por el baile tenemos otra relación. Ella me enseñó a bailar, el lenguaje nuestro es diferente. Pero dicen que las niñas son de los papás y en nuestro caso es así. Yo siempre digo que mi padre ha sido el hombre de mi vida.

-¿Siente cerca el alma de los que se han ido?

-Sí, qué casualidad que al espectáculo le pusimos 'Alma'. Ahora seguimos haciéndolo no solo con nuestra alma sino con la de él, con la de mi padre. Sientes algo más allá. Papá se murió un día que yo tenía que bailar. Y bailé. Él me hizo así. Era muy responsable, muy trabajador. Y pensé: «Si supero esto ya puedo con lo que me echen». Fue como aprender a sentirlo y tenerlo todavía más cerca.

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