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«La idea original, que parecía impensable, hoy es sólida»

«La idea original, que parecía impensable, hoy es sólida»

Nicolás Melini considera que el festival ha podido tocar techo en este segundo año por la cantidad y el nivel de los participantes, incluido dos premios Nobel, el peruano Mario Vargas Llosa y el francés Le Clézio (que ofrecerá su conferencia por vídeo, debido a una reciente operación que le impide viajar a La Palma).

Lunes, 21 de septiembre 2020, 13:10

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— ¿Qué expectativas tiene para esta segunda edición y qué balance hace de la primera?

— Las expectativas son de consolidación de la idea. El primer año supuso poner en marcha lo impensable para la gente. Este año tocamos, aparentemente, un techo literario difícil de repetir, pero además se inicia algo que será importante en el futuro, con muchas posibilidades de desarrollo: que el festival sea también un punto de encuentro.

— ¿Hablamos de la edición de la consolidación o aún es pronto para hablar en esos términos?

— No soy de lanzar las campanas. Por eso hablo sólo de consolidación de la idea. La idea, que era impensable, se hace sólida. Hay una espita simbólica conquistada.

— ¿El cambio político experimentado en La Palma y en el Gobierno de Canarias abre las puertas a una mayor colaboración con el encuentro o teme que suceda lo contrario?

— Ningún temor a este respecto. Además me parece que lo que hacemos es positivo para la región. Cabe la posibilidad de contar con más apoyos en Canarias. También puede haber más respaldo de fuera de las islas, tanto de países americanos como de entidades centrales españolas.

— ¿Cuáles son los principales cambios con respecto a la edición de 2018?

— Mayor relevancia literaria de los participantes principales. Mayor número de participantes. Un incremento notable del número de actividades. Más actividades con los jóvenes de la isla, el triple de alumnos de enseñanza media beneficiados. Seremos también mejores anfitriones con nuestros participantes. Incremento de la logística y del protocolo, sin perder el carácter ligero, amable, de la primera edición.

— ¿La organización ha recibido peticiones de escritores interesados en participar en este Festival o los invitados han sido contactados desde dentro?

— No funcionamos por postulación. Otra cosa bien distinta es que escritores de prestigio muestren su interés en participar. Pasa en muchos casos de americanos y nacionales. Hay todo tipo de casos. Lanzamos las invitaciones en febrero y, dependiendo de cómo vayan esas primeras invitaciones, podemos invitar a alguien más. Si un escritor relevante muestra interés, lo normal es invitarlo, y, si no se puede, establecer un compromiso para el año siguiente. Está quien no acepta porque no puede o no puede hacerlo en las condiciones del festival, quien acepta y finalmente no puede, quien muestra interés pero en un momento en el que ya no se puede... Todo eso hay que gestionarlo. Tambin puede darse el caso de gente un tanto extemporánea, que se postula aparentemente sin comprender a qué se postula, sin obra literaria, por ejemplo... O de maleducados que pretenden lo que no puede ser en absoluto... Postularse no es el modo verdaderamente correcto de ser invitado. Si se trata de un autor relevante, normalmente, pensaremos en l sin que nadie nos diga. Partimos de una invitación de autores que nos gustaría que vinieran. Hay un rumbo.

— ¿Qué convenció del Festival a Vargas Llosa y a Le Clézio [finalmente, por problemas de salud, da su conferencia por vídeo] para lograr su participación?

— Conseguir la participación de autores de la relevancia de Mario Vargas Llosa o Le Clézio es francamente muy difícil. Afortunadamente, el festival está impulsado, organizado y financiado por la Cátedra Vargas Llosa, que dirige JJ Armas Marcelo. Mario Vargas Llosa está al tanto de lo que estamos haciendo desde el inicio. Si recuerdas, ya estuvo en La Palma en una visita al Instituto de Astrofísica previa al primer festival. Este es un evento emparentado con otros en los que la figura de Mario Vargas Llosa es central, como la Bienal Vargas Llosa, celebrada hace unos meses en Guadalajara, México, y antes en Lima, Perú. Jean-Marie Gustave Le Clézio siente, en sus palabras, «una gran admiración» por Mario Vargas Llosa y ha participado ya con él en otros encuentros como el Hay Festival o la FIL de Lima. Finalmente, Le Clézio no puede viajar debido a un problema de salud, pero participará mediante vídeo y esperamos que se recupere y venga el próximo año.

— ¿Contar con dos premios Nobel supone tocar techo?

— Primero de todo, es una maravilla. Lo otro lo veremos, pero no creo que haya muchos escritores como Vargas Llosa en el ámbito de nuestra lengua, o premios Nobel como Le Clézio, que, aunque francés, se puede dirigir a nosotros en español. Son, por otro lado, figuras irrepetibles. Lo mismo me parece en el caso de otros tantos autores de este año, como Gioconda Belli, Sergio Ramírez [por problemas de salud no acudirá al Festival, tal y como se anunció después de esta entrevista], Martín Caparrós, Elsa López, Alonso Cueto, Héctor Abad Faciolince, JJ Armas Marcelo, José Balza o José Esteban. De verdad que no se repiten.

— ¿Qué destacaría de la nómina de participantes de esta edición? ¿Qué criterio se utilizó para la selección?

— Intentamos que haya unos 15 canarios, un número considerable en una programación de este tipo, pero este año serán algunos más. Yo destacaría, como novedad de este año, la presencia de Bruno Mesa, que me parece un escritor muy estimable. También estarán los novelistas canarios que han recuperado la atención de los lectores canarios: Alexis Ravelo, Santiago Gil, José Luis Correa, Anelio Rodríguez Concepción... Entre los hispanoamericanos, adems de los citados Faciolince, Cueto, Caparrós y Belli, contamos con algunas autoras que van a sorprender por su buen hacer en las mesas, como Mayra Montero, Rosa Beltrán, la repetidora Mónica Lavín y Karla Suárez. En el caso de los españoles, debemos destacar la presencia de Fernando Aramburu, autor de Patria, con la que obtuvo el Premio de la Crítica y el Premio Nacional de Literatura, y del cineasta y novelista Manuel Gutiérrez Aragón ambas personas a las que merece mucho escuchar. El criterio es siempre el de mayor relevancia de la obra, teniendo en cuenta que debe haber un cupo de canarios, otro de españoles del resto del país, otro de hispanoamericanos residentes en España y otro de hispanoamericanos residentes en América. A partir de ahí siempre se puede dar alguna posibilidad que se sale un poco de esas premisas: este año es de destacar la participación de Vasco Szinetar, fotógrafo de escritores, y también la del traductor japonés Ryukichi Terao.

— Con respecto a los escritores canarios, repiten algunos y se incorporan otros que no estuvieron el año pasado. ¿Cómo fue la selección?

— Deben estar aquellos con más posibilidades. Sobre todo, con más posibilidades de obtener un extra de proyección. Luego están las apuestas: Pedro Flores, con una obra poética extensa bien podría hacer camino americano; creemos que Jonathan Allen puede dar juego en las mesas; y tanto Alicia Llarena como Antonio Jiménez Paz mantienen vínculos con literaturas americanas, lo que los convierte en invitados naturales de este festival.

— ¿Cómo valora el paso de los escritores isleños en la pasada edición? ¿Alguna manzana podrida en el cesto?

— Muy bien. Esperanzador. Ilusionante. Los autores canarios son una de las principales razones por las que hacer este festival. De pronto, me parece, nos encontramos ante un abismo que es el de la gran literatura española e hispanoamericana actual, pero además con la posibilidad de intervenir. Los canarios, normalmente, deberemos ir frente a ese abismo literario varias veces antes de sentir que no existe y en eso consiste también este festival, traemos el abismo literario para que lo vean, lo estudien, busquen el modo de encaramarse a él... Alexis Ravelo es quizs el que tenía más tablas en eventos internacionales, y se notó su jerarquía. Santiago Gil y José Luis Correa estuvieron muy bien y este año van a estar en su salsa, me parece. Creo que agradaron especialmente Ricardo Hernández Bravo y Anelio Rodríguez Concepción. Anelio, me parece, es de los escritores canarios que más proyección podría tener. Y está de suerte. Se encuentra muy metido en La Palma pero ya no tiene que ir a buscar fuera ese abismo, el festival se lo ha traído hasta su puerta y confío mucho en que le sacará provecho. Estoy seguro de que autores literarios como Elsa López, Anelio Rodríguez Concepción, Santiago Gil o Bruno Mesa, además de otros tantos escritores literarios canarios que aún no han sido invitados, tendrán en el festival un aliado para conectar literariamente con un ámbito mucho más amplio que el de las islas. Y también me gustaría señalar una cosa que me parece necesario tener en cuenta: se trata de un ámbito literario hispanoamericano con el que entramos en contacto porque hubo un escritor, JJ Armas Marcelo, que conquistó ese espacio literario, pertenece a ese espacio literario desde hace mucho tiempo y ahora nos lo brinda.

— ¿Piensa que la edición celebrada ayudó a romper con los complejos de inferioridad y de autocomplacencia entre algunos autores canarios?

— Qué interesante y dura pregunta. Creo que tener la oportunidad de ver lo mejor del ámbito literario internacional (que casi siempre está fuera del alcance de la visión de la mayoría de los escritores canarios) es una ayuda para desarrollarse. Pero el desarrollo de un escritor depende solo de él. Habrá que ver lo que cada uno hace con eso. El festival puede contribuir a ampliar el horizonte, que no es poco.

— ¿Se ha superado el tópico de la identidad isleña?

— Ese es un debate muy largo. O muy corto, según se mire, porque está claro que ninguno de los escritores invitados a este festival viene para que le ofrezcan el espectáculo de una supuestamente maltrecha identidad. Y claro, nosotros no se lo podemos ofrecer. El escritor canario que piense que por ahí hay un modo de ser en un festival como el Hispanoamericano de Escritores, se equivoca. El de la identidad es un discurso excluyente, y excluye precisamente a aquellos cuya atención deberíamos querer para nosotros. En el festival no queda otra que hablar de literatura y contar historias fabulosas, salvo que se busque obtener un fracaso estrepitoso.

— En una entrevista publicada en este periódico, JJ Armas Marcelo habló de que uno de los proyectos que se barajan en la creación de una casa del escritor en La Palma, donde cada año o cada dos un escritor se instale durante un tiempo para escribir una nueva obra. ¿Cómo va ese proyecto?

— Ese proyecto irá. Pero por ahora no hemos avanzado en él. Estamos con el festival.

— ¿Los Llanos seguirá como epicentro del Encuentro o hay intención de extenderlo por otros municipios de la isla?

— Los Llanos es el lugar.

— ¿Alguna intención de que se extienda por otras islas?

— No sería práctico y lo desvirtuaría.

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