Borrar
Vea la portada de CANARIAS7 de este martes 19 de marzo
Summers: «El éxito nos lo tomábamos con humor y eso nos salvó»

Summers: «El éxito nos lo tomábamos con humor y eso nos salvó»

Sufre mamón, Marta tiene un marcapasos y El ataque de las chicas cocodrilo son algunos de los temas que convirtieron a Hombres G en un fenómeno de masas en España y Latinoamérica durante los años 80 del pasado siglo XX. El sábado tocan en el recinto ferial de la capital grancanaria.

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

David Summers, Rafa Gutiérrez, Dani Mezquida y Javi Molina saben como pocos lo que es el fenómeno de fans. Hombres G batió récords, con el respaldo incondicional de millones de seguidores que vibraban con todas sus canciones.

Pero este éxito no fue fácil de digerir, aunque desde fuera lo parezca. «Creo que no se ha vuelto a repetir algo así. Ha habido y hay grupos con mucho éxito, pero la locura que nos arrasó en los ochenta fue algo espectacular. Nos lo tomábamos con mucho humor y eso nos salvó de volvernos locos. En vez de ser estrellas de rock, lo que hacíamos era pensar que nuestros fans creían que lo éramos, cuando no lo éramos. La situación nos sobrepasaba, ya que en todos sitios había 200 o 300 chicas histéricas esperándonos. Esa vida nos hizo flipar», rememora David Summers (Madrid, 1944), líder de esta banda que el próximo sábado toca en Infecar, a partir de las 21.30 horas, con Los Lola como artistas invitados.

El cantante de Hombres G apunta que su padre, el humorista y cineasta Manolo Summers fue una ayuda fundamental para digerir este fenómeno. «Recuerdo que me decía que no me tomara en serio ni el éxito ni el fracaso, porque todo es temporal, una anécdota de la vida», apunta.

Summers reconoce que durante los años de mayor esplendor de la banda, le resultaba imposible llevar una vida normal. «No podía ir a ninguna parte. Vivía con mi padre y cuando salía en coche por el garaje, me esperaban todos los días 40 o 50 chicas que aporreaban como locas los cristales. Cuando volvía, tenía que parar, como si fuera Benzemá [risas] para firmar autógrafos. El portero automático aparecía repleto de besos y pintadas, el portero me dejaba en casa cientos de cartas de fans cada día, el teléfono no paraba de sonar... Era algo demencial, no podía ir a ningún sitio. Vivía siempre encerrado y casi escondido», explica.

A pesar de ello, David Summer, que atiende a este periódico desde Madrid, no mira atrás con ira. Al contrario. «Los momentos malos no los recuerdo. Me acuerdo de los pasajes divertidos. Dentro del grupo nunca tuvimos problemas gordos. Llevamos 32 años juntos y nos conocemos como si nos hubiésemos parido unos a otros. Nos lo pasamos de puta madre, tanto ahora como antes. Nos reímos mucho, disfrutamos de estar juntos, de los viajes, de los directos... y eso lo percibe el público», explica.

David Summers asegura que ha sido «maravilloso» haber superado aquellos días de locura y volver a tener una vida normal. «Todo el mundo me conoce, pero nadie me molesta. Antes, si iba en coche y tenía la mala suerte de que el semáforo se pusieran en rojo cerca de un instituto y me reconocían, el griterío era atronador y se montaba el espectáculo. Mi padre flipaba y me preguntaba que qué era todo aquello», dice entre risas.

En el concierto del próximo sábado en Infecar, David Summers anuncia que Hombres G tocará «canciones que siempre están» en el repertorio del grupo.

«Incluiremos variaciones y arreglos. También recuperamos canciones que no tocábamos desde hace 20 años. Eso es algo que nos divierte a nosotros y a nuestros seguidores», añade el carismático cantante.

Lea toda la entrevista en la edición impresa de este miércoles de CANARIAS7.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios