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«La trompeta es un instrumento con mucho carácter»

«La trompeta es un instrumento con mucho carácter»

Cuando escuchó por primera vez «un solo de trompeta», Pacho Flores, un niño venezolano por aquel entonces, decidió seguir los pasos de su padre y aprender a tocar ese instrumento. Un camino que le lleva a estrenarse hoy, a partir de las 20.00 horas, en un concierto de abono de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (OFGC), en el auditorio Alfredo Kraus.

Jueves, 1 de enero 1970

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«Venezuela es musical y mi padre dirigía una banda, en la que era trompetista. Llegué por él. En mi casa estaba rodeado de instrumentos, incluida la trompeta, claro. Pero fue cuando escuché un solo cuando caí fascinado. Me asombró el contraste entre su potencia, su dulzura y su voz clara. Es un instrumento con mucha personalidad, porque tiene mucho carácter. Posee un enorme contraste entre las notas agudas y graves. También es muy versátil», explica este solista, que se formó en el Sistema de orquestas infantiles y juveniles de su país natal.

«Cuando eres un niño, no te imaginas si será fácil o difícil tocar un instrumento. Lo que es cierto es que se necesita mucha disciplina. Yo he sido muy disciplinado, hasta conseguir hacerlo fácil. Nunca me mandaron a estudiar. Yo hacía mis deberes de trompeta y sentía una recompensa moral cuando trabajaba. Sentía que hacía algo grande», rememora por teléfono en un descanso de la clase que protagonizó tras el ensayo de ayer en la isla.

Esta noche, dirigido por el ruso Dmitry Liss, que también se estrena con la OFGC, toca Akbank Bunka (2005), de Christian Lindberg. «Es una obra de un grande del trombón clásico. Esta obra tiene elementos japones y turcos. Ha hecho un mestizaje y un concierto brillante en el que luce el instrumento y la orquesta», explica.

Mestizo (2010), de Efraín Oscher, mezcla ritmos «venezolanos con ibéricos». Incluye, incluso, «una falsa en el tramo final donde la cadencia es totalmente improvisada», explica sobre un repertorio que define como un «collage de mestizaje y tradiciones», incluidas sus propinas.

No es habitual que se toque en las salas de concierto sinfónicas piezas para trompeta solista, reconoce Pacho Flores.

«La trompeta es un instrumento que está desde los orígenes de la humanidad, como pone de manifiesto la Biblia. Los trompetistas bromeamos con que somos unos afortunados, porque cuatro tendrán un bolo en el Juicio Final bíblico. El barroco fue la edad de oro. En el periodo Clásico se escribió para trompeta como acompañante. Solo hay dos conciertos específicos para el instrumento. En el Romanticismo no se escribió mucho y en el siglo XX apareció el jazz y con el desarrollo de la trompeta de pistones nació un repertorio fantástico», explica.

Flores, con sus instrumentos de la valenciana Casa Stomvi, mantiene una estrecha colaboración con los compositores actuales. «Voy de la mano con la música que se compone en el siglo XXI. Colaboro desde la primera nota con el compositor. Ellos saben que toco una trompeta de cuatro pistones que tiene un registro de colores muy amplio. Yo se lo traslado previamente, para que sepan que tengo más recursos. Antes de que me escriban un concierto, ellos tienen mis discos y han visto mis vídeos. Mantenemos una relación personal y profesional, para ir a caballo ganador», apunta este artista, que ha culminado la grabación de un álbum para el sello Deutsche Grammophon, con composiciones propias.

Lo que tiene claro es que poco a poco la trompeta gana presencia en las programaciones de los espacios musicales, entre otras cosas porque «al público le gusta mucho».

La OFGC tocará hoy también las piezas Qinglong-Dragón azur, de Olga Victorova, y la Sinfonía nº15, de Shostakovich.

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