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Eternos gamberros

Eternos gamberros

Da igual que la música atronara o que no se entendieran las letras, lo importante es que conservan su actitud intacta

Jueves, 1 de enero 1970

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El río, por mucho que sus aguas cambien, nunca deja de ser un río.

Es difícil que las cosas varíen en su esencia, incluso si por esos cauces han transcurrido 30 años de aguas torrenciales y sequías. Eso es lo que le ha ocurrido a Los toreros muertos que el sábado pasado, en The Paper Club, con la sala a reventar, demostró que el que nace lechón, muere cochino.

Exhibiendo todo su oficio de histrión, Pablo Carbonell fue el maestro de ceremonias de un ritual divertido e irreverente en el que consiguió que el público, en plena comunión, se fundiera al grito de ¡hijos de puta!

Con dos corbatas atadas en las pantorrillas, calcetines con volantes y pertrechado con toda suerte de cachivaches ruidosos y efectistas, el gaditano marcó el ritmo acelerado de un chou donde se intercalaron los hits más gamberros de la banda con los temas de verbo florido del siempre provocador Javier Krahe.

El resultado, dos horas endiabladamente divertidas gracias a la actitud irreverente de Carbonell y sus fieles secuaces en esta tarea, Many Moure, Guillermo Piccolini y Tony Iglesias.

A medida que Carbonell vaciaba sus bolsillos de confeti, sonaron temas tan memorables como D.N.I., El último mono de la NASA, Hoy es domingo -envuelta en una suerte de psicodelia cañí-, Yo no me llamo Javier o el ska acelerado de Mi agüita amarilla. Por el lado de Krahe, la irónica crítica machista de Dónde se habrá metido esta mujer, Antípodas -el tema más esdrújulo del cancionero español-, la anticlerical El cromosoma, Un burdo rumor, y el glorioso canto a la soledad de No todo va a ser follar.

Da igual que la música fuera, sobre todo, atronadora; poco importaba que, por desajustes en el sonido, las letras -a veces triviales y otras con sustancia, pero siempre disparatadas- no se entendieran del todo o que Carbonell desafinara más o menos aposta.

Lo único realmente relevante fue comprobar que Los toreros muertos mantiene su actitud intacta a pesar de llevar 30 años haciendo animaladas sobre el escenario. ¡Larga vida!

Más información

29 de julio, The Paper Club

Qué: Nuevo chou, temas de Los toreros muertos y Javier Krahe.

Intérpretes: Pablo Carbonell, Many Moure, Guillermo Piccolini y Tony Iglesias.

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