El Ministerio premia con 150.000 euros al Festival de Música

Conviene recordar que el pasado 2 de abril, el consejero de Turismo, Cultura y Deportes, Isaac Castellano, y el actual director del Festival de Música, Jorge Perdigón, anunciaron en una rueda de prensa celebrada en el teatro Guiniguada que la 34ª edición ya contaba con un superávit de 53.000 euros, a la espera de que el Ministerio de Cultura anunciase la cuantía de su apoyo económico con esta cita.

En los presupuestos del pasado Festival se contabilizó una subvención de 70.000 euros, procedente del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), que depende del Ministerio de Cultura. Se trataba de la misma cifra que se recibió en la 33ª edición, por lo que ha supuesto toda una sorpresa que el Ministerio haya aumentado en 80.000 euros su apoyo.

Además, al tratarse de una partida nominada, esta aportación se mantendrá para la próxima edición, según las mismas fuentes.

Jorge Perdigón y su equipo tienen prácticamente cerrada la programación de la 35ª edición y la intención de la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes es hacerla pública en las próximas semanas.

En abril, Castellano y Perdigón apuntaron que para la edición que arrancará a comienzos de enero de 2019 se tenía la intención de incluir dos formaciones sinfónicas más de las que protagonizaron la última entrega celebrada en las ocho islas.

Que el Festival de Música de Canarias cierre con un superávit de estas dimensiones resulta un hito dentro de su historia. Sobre todo, si se tiene en cuenta que la 33ª edición, celebrada entre enero y febrero de 2017, generó un déficit de 478.000 euros, tal y como confirmó el informe desarrollado por la Audiencia de Cuentas del Gobierno de Canarias.

Conviene recordar que la 33ª edición estuvo rodeada de una fuerte polémica. El punto de partida fue el cese de Candelaria Rodríguez como directora y la apuesta por el compositor lanzaroteño Nino Díaz, como coordinador. Decisiones ambas tomadas por la hoy exconsejera regional, también conejera, Mariate Lorenzo.

Nino Díaz, que se rodeó de un equipo de profesionales externos a Canarias Cultura en Red, apostó por revolucionar el Festival de Música. Desde su punto de vista, tal y como aseguró en distintas entrevistas, los abonados tradicionales pasaban a un segundo plano y su objetivo era modernizar la programación y atraer nuevos espectadores.

Se disparó hasta superar los ochenta el número de conciertos, extendiéndolos a municipios de todas las islas donde jamás había recalado el Festival. Se programó más música contemporánea, con una mayor presencia de formaciones de cámara y de pequeño formato en detrimento de las grandes formaciones sinfónicas. Incluso, se le abrió las puertas a las bandas municipales de la capital grancanaria y tinerfeña, que gozaron de sendas giras.

El resultado fue un caos. El público no respondió, ni de lejos, a lo esperado por Nino Díaz. Además, el gran número de conciertos disparó los gastos de producción. El resultado fueron 478.000 euros de agujero.