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Casco principesco Cotofenesti, un yelmo tracio del siglo V y una de las piezas más valiosas de la muestra. R. C.
Un milenio de tesoros

Un milenio de tesoros

Trajano y los visigodos, entre los protagonistas de una muestra que recorre la azarosa historia de Rumanía, una encrucijada de civilizaciones

Miércoles, 29 de septiembre 2021, 17:03

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La riqueza del patrimonio rumano brilla, literalmente, en la muestra 'Tesoros arqueológicos de Rumanía. Las raíces dacias y romanas', que el Museo Arqueológico Nacional (MAN) acoge hasta el 27 de febrero. Recorre un milenio de historia de Rumanía, una encrucijada de civilizaciones en el corazón de la vieja Europa que habitaron escitas, griegos, getas, dacios, celtas, sármatas, romanos o godos. Celebra, además, los 140 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Rumanía y España y cuenta con el patronazgo del rey Felipe VI y del presidente de Rumanía, Klaus Iohannis.

A través de más de 800 piezas, recorre la azarosa historia del territorio de la actual Rumanía desde el siglo VIII antes de Cristo al siglo VII de nuestra era. Reúne en sus seis áreas temáticas tesoros principescos de oro y plata, armas, herramientas, vestimentas y accesorios, monedas, cerámica, cristalería, piezas de madera y hueso o esculturas de piedra y metal. Muchas de ellas se exponen por primera vez fuera de su país, como el espectacula casco principesco de oro de Cotofenesti o los tesoros de Craiova, Baiceni-Cucuteni, Agighiol o Peretu.

Hay peasdos brazaletes de oro macizo, fíbulas de casi medio metro o una pátera (plato) con una delicada estatuilla de una mujer en su interior, procedentes del Tesoro de Pietroasele. Es un conjunto del siglo V d.C. que suma unos 400 kilos de oro macizo tenido por uno de los más importantes descubiertos en Europa. Fue robado una veintena de veces, capturado por los rusos y sigue ofreciendo hallazgos.

Hay joyas halladas en tumbas y yacimientos religiosos, como dos excepcionales brazaletes de oro de hilo enrollado rematados con cabezas de dragón del siglo I a.C., de oro macizo y cuatro kilos de peso cada uno.

Su arco temporal va de la Edad de Hierro al Imperio de los bárbaros. Desde las culturas del Hallstatt tardío y los escitas –siglos VIII-VII a.C.– hasta las invasiones de los pueblos germanos –siglos IV-VII d.C.–, con especial atención al período de la Dacia como provincia romana (106-271 d.C.), tras las guerras dacias libradas por el emperador de origen hispano Trajano (101-106 d.C.). Resalta así las conexiones históricas entre Rumanía y España a través de celtas y romanos, con el emperador hispalense y las tropas de origen hispano que lucharon con él, hasta los visigodos que, atravesando toda Europa, llegaron a asentarse en la Península Ibérica.

Cruce de culturas

«Testimonia los numerosos contactos e intercambios culturales en la región, fruto de su abundancia en recursos y su situación privilegiada entre Europa y Asia», señala Andrés Carretero, director del MAN y comisario junto a Ernest Oberländer-Târnoveanu, director del Museo Nacional de Historia de Rumanía. «Contribuye a una mejor comprensión de los orígenes culturales comunes y al conocimiento del patrimonio arqueológico de los pueblos neolatinos», agrega.

La muestra destaca la excepcional posición geográfica de Rumanía, en la encrucijada del mundo mediterráneo, Asia y Europa. Una situación privilegiada que la convirtió en un cruce de culturas, contactos e intercambios. Con su apertura al Mar Negro y una densa red de ríos como el Danubio, entre llanuras, colinas, montañas y deltas, es una región rica y con recursos muy diversos.

De acceso gratuito, es la mayor exposición organizada por el Museo Nacional de Historia de Rumanía en los últimos 50 años fuera del país. Las valiosas piezas proceden de 40 museos rumanos, y a ellas se suman préstamos de centros españoles como el Museo del Prado, Arqueológico de Sevilla o el Ayuntamiento de Guadix (Granada).

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