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Alexis Ravelo, durante una entrevista en 2019. JUAN CARLOS ALONSO
En memoria de Alexis Ravelo: Los chicos del barrio

En memoria de Alexis Ravelo: Los chicos del barrio

Mi hermano y yo íbamos desde nuestro barrio de San Antonio a tu casa del barrio de Schamann a jugar contigo y con tu hermano, nuestras madres eran amigas de la juventud, juntas pasaron sus penurias primerizas de niñas pobres, de mujeres prematuras

pedro flores

Poeta

Lunes, 30 de enero 2023, 21:10

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Uno no debería hablar de sí mismo cuando ha de hablar de un amigo, o sí; lo cierto es que no puedo decir nada de ti sin estar presente en ese pasado donde tantas veces nos encontramos.

Nos conocimos muy pequeños, mi hermano y yo íbamos desde nuestro barrio de San Antonio a tu casa del barrio de Schamann a jugar contigo y con tu hermano, nuestras madres eran amigas de la juventud, juntas pasaron sus penurias primerizas de niñas pobres, de mujeres prematuras.

Nos reencontramos años después y atamos esos cabos, veníamos de un afecto sólido y antiguo, heredado. Y casualmente nos reunió el amor a la literatura, los dos tuvimos que trabajar desde muy jóvenes porque no había otro remedio, pero leíamos algunos libros, de los que no había en tu casa ni en la mía.

Todos, yo también, estábamos felices con tu éxito, pero, sobre todo, nos habíamos convertido en tus lectores

Compartimos entonces charlas y noches de juventud, junto a otros amigos de la época, tiempos de las primeras ilusiones y proyectos en torno a la escritura, eras un enamorado del relato: Cortázar, Monterroso, al que conocimos en Las Palmas, Borges… Compartimos nuestros primeros escritos y nuestras primeras tentativas.

Había quien pensaba que los chicos que trabajan de camareros, como tú, o cargando maletas en los hoteles del sur, como yo, no debían dedicarse a escribir; no me cabe duda de que esos, pocos por suerte, también están hoy sinceramente consternados con tu marcha, porque fueron pocos los que no te apreciaron, muy pocos.

Yo no puedo desligar mi juventud de la tuya, como no pueden hacerlo los grandes amigos que dejas, seguro. Todos, yo también, estábamos felices con tu éxito, pero, sobre todo, nos habíamos convertido en tus lectores. Los chicos del barrio estamos hoy desolados, porque tú eras también nuestro escritor.

En lo que concierne a mí fue un privilegio conocerte, haber leído aquellos cuentos primeros y leer tu nombre ahora en todas las librerías del país. En lo que a mí respecta no sé qué más decir, la literatura me parece hoy poco más que una excusa, que un azar; tú seguirás estando en las grandes palabras por aquello que escribiste, nosotros, los chicos del barrio, te recordaremos siempre, además, por el hombre que fuiste.

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