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La Graciosa vive su primer Día de Canarias ya reconocida como isla

La Graciosa vive su primer Día de Canarias ya reconocida como isla

Aunque seguirá dependiendo del Cabildo de Lanzarote, la isla contará con presupuesto propio para que se puedan gestionar directamente sus servicios públicos.

María Guerra / La Graciosa

Jueves, 1 de enero 1970

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Situada al norte de Lanzarote, la isla de La Graciosa, con 27 kilómetros cuadrados, es la mayor de las que componen el archipiélago Chinijo, que incluye también los islotes de Alegranza, Montaña Clara y los Roques del Este y del Oeste. En conjunto forman parte del Parque Natural Marítimo-Terrestre Archipiélago Chinijo, el primero en ser declarado por el Gobierno de Canarias, estando sus aguas protegidas por la Reserva Marina Isla de La Graciosa e Islotes del Norte de Lanzarote.

Este año, el Día de Canarias tomará un matiz especial en la isla graciosera dado que será el primero desde que es considerada, oficialmente, como octava isla. Así pues, el 26 de junio de 2018 la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado aprobó por unanimidad una moción que reconoce a La Graciosa como la octava isla habitada de Canarias,​ dejando de ser considerada como un islote.

No obstante, esta medida no la equipara al resto de las islas del archipiélago, pues La Graciosa continuará perteneciendo al municipio lanzaroteño de Teguise y tampoco contará con cabildo insular propio.

Con esta medida, el estatus de La Graciosa será de una isla con pedanía, es decir, de entidad local menor pero con personalidad jurídica. En este sentido, la isla contará con un presupuesto propio para que se puedan gestionar directamente los servicios públicos necesarios para los vecinos.

Valores Naturales. El medio terrestre de la isla destaca por sus paisajes de origen volcánico de gran belleza, salpicados de dunas y arenales, y su enorme riqueza biológica en especies florísticas endémicas, además de su importancia como punto de paso en la ruta de numerosas aves migratorias protegidas, así como lugar de cría de algunas aves que están en peligro de extinción.

Se trata de la única isla del archipiélago Chinijo habitada, contando con dos núcleos de población, Caleta del Sebo y Pedro Barba, de los que solo el primero está habitado durante todo el año y en el que se encuentran censados 627 habitantes, principalmente dedicados a la pesca.

En cuanto al medio marino, las suaves temperaturas de sus aguas presentan las condiciones necesarias para la existencia de una gran diversidad de especies tanto de fauna como de flora.

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