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«La gestión de un museo es una cuestión de equilibrios»

«La gestión de un museo es una cuestión de equilibrios»

Carmen Gloria Rodríguez Santana, directora-conservadora del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada de Gáldar desde 2014, inició su relación con este importante enclave arqueológico en 1989, cuando realizaba su tesis doctoral como investigadora. Esta entrevista forma parte de la serie desarrollada por CANARIAS7 para celebrar el Día Internacional de los Museos.

M.C./ Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

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— ¿Cómo se inicia su relación con la Cueva Pintada?

— Después de mi primera estancia en el Centro de Investigaciones Arqueológicas (CNRS) en Valbonne (Francia), contacté con Jorge Onrubia para proponerle que en las campañas de excavación que llevaban a cabo en la Cueva Pintada de Gáldar se incluyera la realización de muestreos sistemáticos y cribados con agua de los sedimentos recuperados durante la excavación. Tras convencer a Celso Martín de Guzmán de la pertinencia de aplicar esta metodología, fue así como empezó mi relación con el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada de Gáldar

— Como docente uno de sus objetivos es la difusión didáctica de la arqueología.

— Durante dos años impartí clases en institutos de enseñanza secundaria. Este hecho supuso un punto de inflexión importante en mi trayectoria profesional, pues descubrí la importancia de la transferencia del conocimiento científico. De nada sirve avanzar en la investigación más puntera si no somos capaces de que esos resultados lleguen de forma clara a la sociedad. Eso sí, a costa de sentir cierta frustración, pues las preguntas acuciantes del público no pueden ser respondidas de inmediato... la investigación exige paciencia, espíritu crítico, cierta autocensura que puede ser definida como cautela y todo ello exige tiempo.

— Cueva Pintada reúne esas dos facetas: la investigación y conservación del patrimonio que luego se convierte en un espacio de difusión del conocimiento.

— Cuando en el año 1995 me incorporé de forma decidida al equipo que preparaba el proyecto museológico y museográfico, comprendí la importancia de las herramientas interpretativas y comunicativas que hicieran posible la transmisión de mensajes históricos complejos. Desde el mismo momento en el que se iba concibiendo el proyecto museográfico, también se iba redactando de forma paralela el proyecto educativo y de difusión del futuro museo y parque arqueológico. Esto supone tener claro qué tipos de formatos y soportes son necesarios desplegar para alcanzar a todo tipo de públicos.

— En 2014 asume la dirección del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada de Gáldar, ¿entonces qué líneas se marcó?

— Sin duda, la puesta en marcha del Campus de Arqueología, así como del programa Documentación y estudio de las entidades arqueológicas (colecciones de bienes muebles e inmuebles) y más concretamente del proyecto Diseño e implementación del Sistema Integral de Documentación Arqueológica y Patrimonial (SIDAP) estuvieron entre mis prioridades. Del mismo modo, la celebración del 10º Aniversario de la creación del museo también supuso la oportunidad de desarrollar uno de mis objetivos: posicionar este equipamiento patrimonial más allá de las fronteras del archipiélago, dando a conocer la realidad arqueológica de la isla. Además, intensificar la labor en conservación e investigación que se lleva a cabo desde el año 2013, consolidar la inclusión de perfiles profesionales en el museo (educación social, integración social, animación socio-cultura, traducción, turismo...) si no de forma permanente, al menos con programas continuos, al tiempo que hacer especial hincapié en líneas transversales como las de igualdad, eficiencia energética, accesibilidad, inclusión, transformación digital, prevención de riesgos laborales...

— Cueva Pintada ofrece la posibilidad de realizar un recorrido arqueológico, desde el campo de excavación, la investigación en el laboratorio hasta la exposición de los objetos en las vitrinas.

— Son pocos los espacios que nos permiten realizar ese recorrido de los objetos arqueológicos: desde el momento en que son ‘rescatados’ de las entrañas de la tierra hasta su exposición en una vitrina (o, en el caso de las estructuras arqueológicas, en el propio yacimiento). La reflexión sobre la vida social de los objetos es un tema apasionante que proponemos en un programa que realizamos tanto con los centros educativos, como con todo tipo de públicos.

— Cueva Pintada acoge miles de visitantes al año, ¿cómo se conjuga la gestión del museo?

— Siempre repito, como si de un mantra se tratara, que la gestión del museo es una cuestión de equilibrios. Conservar, investigar, comunicar y, además, gestionar el complejo entramado de recursos humanos de muy diversos perfiles y el mantenimiento de un equipamiento de casi 10.000 metros cuadrados es muy complejo. Hay que tener presente que lo que da sentido a este espacio es la salvaguarda de la excepcional colección que acoge (entendiendo colección en el sentido más amplio de la palabra, desde la propia cámara decorada y las estructuras que configuran el caserío de la Cueva Pintada hasta la múltiple documentación que su estudio genera) y es preciso encaminar todos sus programas teniendo en cuenta esta singularidad. El Plan de Actuación del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada siempre contempla escenarios a corto, medio y largo plazo. Es esencial saber a dónde se quiere llegar y no dejar que el día a día bloquee la visión estratégica que siempre debe estar presente.

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