La Felguera saca a la luz el lado esotérico de Alan Moore

«Nos pusimos en contacto con Alan Moore a través de su agente y le propusimos recuperar sus performances de los años 90, cuando hay un hecho que da cuenta de su personalidad brillante y oscura: se declara mago en su 40 cumpleaños», explica el editor canario afincado en Madrid, Servando Rocha.

En esos años -explica el responsable de La Felguera- Moore decide adorar una serpiente mitológica, Glycon, representada por una marioneta, con la que evidenciaba su particular sentido del humor. Rodeado de elementos mágicos y de otros artistas, el escritor oficiaba rituales que tenían como objetivo fomentar la creatividad y que finalmente adoptaron la forma de performances que incluían elementos teatrales, audiovisuales y palabras. «Participaban artistas más o menos conocidos. La última de las acciones se realizó en la Tate Britain y fue un homenaje a William Blake», explica Rocha.

Al autor británico la iniciativa del editor canario le pareció fenomenal. «Le pedimos un prólogo, pero, en lugar de mandárnoslo, revisó los textos y nos devolvió corregidos a mano por él», explica el responsable de La Felguera sobre la implicación de Moore en este proyecto.

La prosa poética que declamaba el propio Alan Moore en estos rituales donde arte y magia se mezclaban quedaron recogidos en CD. Ahora, La Felguera reúne estos textos agrupados en un cuidado volumen, repleto de ilustraciones del siglo XIX, traducidos por el escritor y experto en Alan Moore, Javier Calvo, quien también prologa el libro.

En sus cinco capítulos -The Moon and Serpent Grand Egyptian Theatre of Marvels, The Birth Caul, The Highbury Working a Beat Seance, Snakes and Ladders y Angel Passage- aborda, según Rocha, los temas habituales en su obra: el pasado oculto de Inglaterra, crímenes y sucesos extraños, la psicogeografía, el poder de la palabra, el significado del arte, la vida y obra de William Blake, la creación del universo, nuestro papel en el mundo e incluso aborda el duelo por la muerte de su madre desde un punto de vista íntimo y autobiográfico.

Tres de estos textos, fueron transcritos en inglés para la edición de un CD, mientras que otros dos los remitió a la editorial con sede en Madrid el propio Moore.

«Aunque supervisó los textos originales, Alan Moore no ha visto el resultado. Se va a llevar una gran sorpresa», comenta Rocha sobre este libro de tapa dura, profusamente ilustrado y con guardas de color rojo que ya está en las librerías españolas.