La historia que cuenta una esquela
'Ojos de ola' pone en escena en la Sala Insular de Teatro el texto de Javier Estévez seleccionado por el programa 'Canarias Escribe Teatro: Nuevas Voces'
Una frase en italiano cierra la esquela de un periódico. Unas palabras musicales que vienen a decir «para siempre, Ojos de ola». Casi un verso eterno, un epitafio hermoso. Esa fue la anécdota sobre la que Javier Estévez construyó el texto de 'Ojos de ola', seleccionado por el programa 'Canarias Escribe Teatro: Nuevas Voces' y que este fin de semana se pone en escena, ya sin entradas, en la Sala Insular de Teatro de Las Palmas de Gran Canaria.
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«Amor y pensar se conjugan con libertad» fue el consejo que Ángel Soto, dramaturgo que ejerció la tutela de Estévez durante la concepción del texto, le dio al autor para acabar componiendo las partes que conforman esta obra, en la que una dramaturga, Celia, lee la esquela y decide convertirla en obra. La puesta en escena de sus personajes crece paralelamente a las vicisitudes de la autora.
Rafael Rodríguez, de 2RC, compañía que desarrolla el programa con el fomento de la Fundación SGAE, el Gobierno de Canarias y el Cabildo a través de la Fundación de las Artes Escénicas y de la Música de Gran Canaria, es el responsable de dar forma un libreto que encarnan Guacimara Correa, Alejandro Naranjo, Guaxara Baldassarre y Silvia Padrón .
La obra debió estrenarse en octubre pero se vio afectada a la pandemia. Por fin llega a las tablas y no quedan entradas
'Ojos de ola' no es más que una revisión de los demonios a los que un autor se enfrenta cuando se sienta a escribir una idea. Así lo explica Estévez, que desarrolló el boceto durante los meses de confinamiento. «Una de las dos historias se centra en lo que es el proceso creativo. Desde la ilusión cuando te surge la historia hasta que empiezas a trabajarla. El autosabotaje que uno suele tener en el momento en el que se cree que no es capaz y debe ir venciendo las luchas internas hasta la consecución del texto», indicó durante una presentación del montaje celebrada en la SIT.
Ángel Soto, ganador del premio Max en 2018, participa del proyecto gestionado por 2RC y fue la persona que ayudó a centrar el objetivo del dramaturgo canario. «Gracias a su intervención en la tutela del texto fuimos atacando todos esos procesos de escritura a los que curiosamente me estaba enfrentando yo mientras escribía esta obra de teatro. De hecho, le puse a uno de los personajes su nombre por haberme ayudado tanto. Ese proceso creativo que parte del debate con el dilema. Y de cómo el amor nos obliga a tener que posicionarnos, qué pensar y tomar una decisión», expone.
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Estévez fue pasando por las fases que encarna Celia en la obra. Mientras la protagonista va construyendo la historia de Joaquín y Silvia pasa por todos esos momentos complejos en los que se fue viendo el creador del texto durante su escritura.
El texto de Estévez, que anteriormente realizó los libretos de 'Yo soy Jessie Etchells' y 'Más alto que el cielo, nosotros' fue uno de los escogidos dentro de los 115 recibidos por el jurado de 'Canarias Escribe Teatro'.
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Esta obra debió ser representada hace unos meses. Concretamente en octubre del año pasado, pero las restricciones que en aquel momento imponía la pandemia fueron obstáculo insalvable para desarrollar la producción. Esta por fin verá la luz y lo hace con el cartel de no hay entradas.
Proceso.
Al abrirse la convocatoria, que se repetirá a lo largo de este año, llegaron hasta el jurado textos basados en palabras concretas. Muchas de ellas relacionadas con el estado en el que se encontraba el mundo tras la salvaje irrupción del coronavirus. Rafael Rodríguez, de 2RC, señala que hay muchas razones que fundamentan la selección por parte del jurado.«Llevamos unos cuatro años haciendo este laboratorio. El jurado es el que decide, en este caso la elección es un resultado de varios motivos. La temática que trata, por ejemplo. Cuando se presenta la idea se les pide que presenten un pequeño texto que apunte hacia donde va ir el texto, qué es lo que quiere conseguir el autor con ese texto, y el jurado decide valorando que ese texto tengo visos de ser interesante , que la escritura que presenta tenga una consistencia y que nos atraiga a todos. Porque a mí me puede atraer una cosa como director, o alguien que tiene un punto de vista más vinculado a la programación desde su criterio le pueden atraer otras cosas«:
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Tras la confección del texto, la dirección de escena entra en juego. La obra se empieza montar y ese es un proceso en el que el creador del texto también participa como parte elemental del proyecto. «Hemos trabajado juntos, a veces con más intensidad o a veces con menos dependiendo de la intensidad de las agendas de cada uno, pero antes de ensayar tuvimos varias charlas. Javier estuvo presente en las primeras lecturas y luego nos ha ido mandando material que ha servido para reelaborar el montaje. Luego pasamos por una etapa en la que no ha estado presente, porque preferíamos trabajar con esa libertad y ahora vuelve a incorporarse para llegar al estreno», señala Rodríguez.
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