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Jesús Mira es el protagonista de 'Apache' y del futuro largo. c7
La carrera vital de Jesús va camino de un largometraje

La carrera vital de Jesús va camino de un largometraje

Cine. Tras ganar el premio al mejor corto documental de la Academia Valenciana , el cineasta grancanario Octavio Guerra vuelve a rodar con el protagonista 'Apache'.

VICTORIANO S. ÁLAMO

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 6 de diciembre 2020, 00:00

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Las carreras físicas por las calles de Valencia de Jesús Mira no se detienen mientras busca su lugar en el mundo y un techo donde cobijarse bajo las reglas que él mismo se imponga. Tampoco ha echado el freno su carrera en la gran pantalla, ya que el cineasta grancanario Octavio Guerra, tras lograr el Premio al Mejor Cortometraje documental de la Academia Valenciana del Audiovisual con 'Apache', pieza protagonizada por Jesús Mira, ha comenzado a grabar de nuevo su día a día y su pelea por tener un techo donde dormir cada día.

«Jesús es peculiar. Los trabajadores sociales dicen que el sinhogarismo se suele heredar. Suele tener su origen en casas desestructuradas, traumas infantiles, progenitores alcohólicos... Ese no es su caso. Viene de una familia de clase media trabajadora. Emigró a Francia y entre los 13 y los 19 años estudió allí, en La Salle. Es una persona leída y culta. Y no es que no tenga familia, es que no se deja ayudar. Siempre deja claro que no quiere molestar, que no quiere ser mochila de nadie. También reconoce los fallos que ha cometido. Su familia está orgullosa de él, por su manera de luchar por salir adelante solo», explica desde Valencia, donde reside desde hace años, Octavio Guerra.

'Apache', que se estrenó en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) también se ha proyectado esta semana en la Muestra de Cine de Lanzarote. El reconocimiento recibido por parte de la Academia Valenciana del Audiovisual ha cambiado el presente y el futuro de Octavio Guerra y Jesús Mira. «Cuando acabamos de rodar el cortometraje, nos dejamos de ver. Nos hemos cruzado muchas veces por la calle y hemos hablado y mantenido el contacto. Cuando acabamos de montar 'Apache' quedamos con él y con los trabajadores sociales. Les encantó, sobre todo a Jesús, pero con el premio se quedó flipado y hemos vuelto a rodar con él. Este nuevo proyecto, 'Yo tenía una vida', queremos que sea un largometraje, una extensión de 'Apache' que nos permita contar en profundidad y con perspectiva el tema del sinhogarismo desde un punto de vista cinematográfico, sin puesta en escena, ni entrevistas. Como hemos hecho con el corto, apostamos por el documental de creación, cercano a la ficción pero sin ficcionar, mediante unas herramientas que generan empatía y cercanía entre el protagonista y los espectadores», subraya Guerra, que estuvo nominado en 2015 al Goya por su cortometraje 'La máquina de los rusos'.

El cineasta isleño reconoce que los distintos proyectos que finalmente lleva a cabo no los busca, sino que llegan a sus manos de formas variopintas. 'Apache' no es una excepción, tal y como le ocurrió con su primer largometraje, 'En busca del Óscar', con cuyo protagonista se topó en un festival de cine en Chicago, Estados Unidos.

«Un amigo me dijo que me pasara por un centro y un taller donde coordinaban a gente sin hogar. Me subrayó que le apetecía mucho que pasara por allí y que grabara algo. Al final fui un día al centro de Sant Joan de Déu. Les puse dos películas. Primero, 'Agua bendita', de 2013, a ver qué les parecía. Les gustó. Les planteamos hacer algo conjuntamente y unos diez estaban dispuestos, aunque no teníamos claro qué hacer. La segunda película que les puse fue 'Crónicas de la calle' y se quedaron unos cuantos para trabajar. Comenzamos con esto en el 2014 y lo fui compaginando con el proyecto de 'En busca del Óscar'. Algunos fallecieron y otros se volvieron a la calle y optamos por seguir a uno, que era el que consideramos que tenía la historia más sugerente desde un punto de vista narrativo. Era Jesús», rememora.

Reconoce que 'Apache' es «una historia temporal en la que al principio hay un poco de ilusión y después tiende hacia el desencanto». «Este nace como un reflejo de las dificultades para adaptarse a la nueva vida que se les plantea, pero sin llegar a ser autónomos», dice.

Octavio Guerra explica que el caso de Jesús Mira sirve como ejemplo de la principal dificultad a la que tienen que hacer frente la mayor parte de las personas que viven en la calle. «Él agradece todas las ayudas que recibe, pero tiene claro que necesita un empujón para progresar de verdad. El gran problema es tener una vivienda. Jesús te explica que comer no es un problema. Es capaz de conseguir unos eurillos cada día y con eso se compra algo precocinado y ya lo resuelve. Pero lo que no consigue es tener un lugar fijo donde dormir, asearse y desarrollar su vida», puntualiza.

Comenta que todo lo que sucede en el corto y en el largometraje en el que trabaja «es real». «El dejó la asociación, el taller en el que trabajaba y logró que una persona le ayudase, dándole una habitación en un hostal turístico del centro de Valencia. El problema es que ahora ese hostal lo van a cerrar por la crisis generada por la pandemia. Por eso Jesús vuelve a estar en la cuerda floja. Todo eso lo estamos rodando ahora para el largometraje», asegura.

Guerra filma de nuevo con un equipo muy reducido. «Este tipo de documentales exige que seamos muy poquitos, porque es tal la intimidad a la que entras que no puedes tener a mucha gente. La cámara tiene que 'desaparecer', que no se note que estamos y tenemos que ser muy previsores, anticiparnos, porque no hay puesta en escena», reitera el cineasta, cuyo cortometraje 'Heurtebise' acaba de competir en Gijón.

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