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Marcel Proust retraro por Jean-Louis Losi R.C.
En busca de los números perdidos de Marcel Proust

En busca de los números perdidos de Marcel Proust

'El proustógrafo' recrea en infografías la vida y la obra del escritor, desde sus drogas a sus manías vitales y literarias / Hasta 2.500 personajes desfilan por las 2.399 páginas de su ciclo novelístico, que suma 1,2 millones de palabras

Sábado, 18 de junio 2022, 19:16

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Tan genial como maniático, Marcel Proust escribió miles de páginas en una habitación insonorizada. Además de cotilleos de mucha altura literaria, su obra encierra un océano de números y datos con los que jugaron Nicolas Ragonneau y Nicolas Beoajuan para alumbrar un libro tan entretenido como asombroso: 'El proustógrafo' (Alianza Editorial). Es un delirio infográfico en busca de los números perdidos de Proust y sus manías literarias y personales. Quien se aproxime a él sabrá qué drogas consumía, cuántas cartas redactó, cuál es el tiempo verbal más utilizado en las 2.399 páginas de 'En busca del tiempo perdido', cuántos personajes creó o qué atesoraba en su magra biblioteca.

Averiguará que la frase más larga que escribió el genio de la magdalena contiene ni más ni menos que 931 palabras. La más corta, una: ¡Ah!. Que con 1,2 millones de palabras y 2.500 personajes, en sus escritos aparecen caballos en 25 ocasiones, lo que convierte al equino en el animal más proustiano, por delante de la mariposa, el perro y la vaca. Que se gastó 6.000 francos en drogas solo en 1919, que se retó en duelo una vez en su vida o que jamás cogió el metro. Conocerá cuáles eran sus restaurantes favoritos en París, las variaciones de sus cuentas bancarias o cuántas veces incluye la palabra 'duquesa'.

Se diría que son saberes inútiles, pero su conocimiento admirará tanto como entretendrá a sus lectores, a través un centenar de cuidadas infografías que trazan en cifras, gráficos y signos un revelador perfil del genial novelista que ha vendido casi siete millones de copias de su gran ciclo novelesco.

Los autores han elaborado su minucioso trabajo a partir de todos los datos disponibles sobre la vida y obra del torrencial Proust. Certifican así que las páginas de 'En busca del tiempo perdido' incluyen 99.106 comas, el signo de puntuación mas usado por Proust. Fue mucho más moderado con el punto, al que recurrió 'solo' 38.961 veces.

El tercer signo de puntuación más habitual en los siete volúmenes de su magna novela es el guion, al que recurre 5.091 veces. El tiempo verbal más común, que representa un 28% del total, equivaldría al pretérito imperfecto español. Algo lógico en la escritura proustiana, que se despliega en un lugar difuso y estático del pasado. El futuro, el tiempo verbal menos utilizado en su novela, ocupa tan solo un 1%.

Una infografis del libro que explica el tenmep de lectia en voz alta.
Una infografis del libro que explica el tenmep de lectia en voz alta. Alianza

Proust tenía una curiosa técnica para las correcciones de los textos: añadía tiras de papel pegadas en sentido vertical y horizontal que se desplegaban en una gran columna. Las usaba para enriquecer y retocar sus originales. El manuscrito más largo confeccionado por Proust media un metro y sesenta centímetros, una gran 'paperolle' (así se denomina la técnica), que se aproximaba a la estatura del escritor, que medía 1,68 metros. Alineadas, todas las palabra de 'En busca del tiempo perdido' sumarían 10,3 kilómetros.

Un lector aguerrido, un actor, necesitará 127 horas y 47 minutos para leer en voz alta la ficción que durante algún tiempo fue una de las más largas de su época. Pero le supera con mucho Honorée de Balzac, cuya serie completa de 'La comedia humana' llevaría al mismo lector 435 horas. Para comparar, los autores añaden que la lectura de la serie 'Juego de tronos' dura 76 horas.

Adicciones

Proust se medicó y drogó con 14 sustancias diferentes. El asma le impidió desde su adolescencia llevar una vida normal y le obligó a repetir un curso del Bachillerato, sin que los médicos acertaran a detener sus ataques. Padecía además insomnio, ansiedad, dolores estomacales y desarreglos intestinales.

Grafico sobre las drogas consumidas por Proust.
Grafico sobre las drogas consumidas por Proust. Alianza Editorial

Para combatir estas afecciones consumía somníferos a base de opio y morfina. También ingería Veronal, fármaco del que abusó hasta olvidar «todo» lo que escribió en uno de sus volúmenes. Lo alternaba con Trional, Teotronal, Dial-Ciba y Didial. No le hacía ascos a estimulantes como la adrenalina, la cafeína o la evatmina.

Ocupó seis pisos en París, en los distritos VIII y XVI. Gastó cinco tipos de bigote, desde su pubertad hasta su muerte, entre ellos los llamados de morsa o Charlot. Irredento grafómano, se estima que escribió más de 100.000 cartas, de las que conocemos 30.000.

'Madame' y 'Monsieur' encabezan la lista de sustantivos más utilizados, seguido de lejos por 'femme' (mujer) y 'chose' (cosa). Racine es el autor más citado por Proust, pero su biblioteca era modesta y no cabría llamarle bibliófilo. Era como si la llevara en la cabeza, amueblada con una prodigiosa memoria que le permitía largos pasajes de tragedias y poemas.

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