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César Yanes, que da vida a Lorca, apunta que la relación epistolar entre ambos artistas ha permitido conocer esta relación. Estas cartas y el libro Lorca-Dalí, el amor que no pudo ser, de Ian Gibson, han sido fundamentales para el texto escrito por Gerardo Barrios, que dirige Severiano García.
«La obra refleja los miedos y las inquietudes de ambos artistas en sus comienzos, así como su lucha por cumplir sus respectivos sueños», apunta el actor César Yanes.
Leandro González, por su parte, es quien da vida al joven genio de Figueras en este montaje. «Mostramos a un Dalí fuera de los estereotipos y las excentricidades, su lado humano, que lo tenía», dice este actor que señala que este universal creador catalán era muy diferente en la intimidad a la imagen que proyectaba ante los medios.
El «trasfondo social y didáctico» de este montaje resulta determinante, según Leandro González. Su compañero destaca también que esta pieza, para todos los públicos a partir de 14 años, refleja «las dos España» que distanciaron por cuestiones políticas a los dos artistas y que hoy perduran por las heridas históricas que no han cicatrizado.
Los dos actores protagonistas destacan que Federico y Salvador, las horas oscuras y doradas «humaniza» la figura de los dos artistas.
«La propuesta escénica que dirige Severiano García no los refleja de una forma museística. Jugamos a ser ellos, no buscamos imitarlos», apunta con el apoyo de César Yanes.
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