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Un Galdós más político para 2020

Un Galdós más político para 2020

La dramaturga madrileña Laila Ripoll, junto al también dramaturgo y actor Mariano Llorente, se encuentra en la fase decisiva de escritura del texto con el que se echará el cierre en 2020 a la iniciativa del Laboratorio Galdós, el gran proyecto de experimentación escénica liderado por Unahoramenos Producciones, inserto a su vez en la amplia programación del Bienio Galdosiano, que impulsa el Cabildo grancanario con motivo del centenario de la desaparición de Benito Pérez Galdós.

Francesc Zanetti/ Las Palmas de Gran Canaria

Miércoles, 15 de julio 2020, 17:00

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Ripoll, que acaba de terminar una singular versión para público escolar de Fortunata y Jacinta, que ha retitulado Fortunata y Benito, que estrenará la Joven Compañía en la Sala Roja de los Teatros del Canal de Madrid a ritmo de hip-hop y rap, admite encontrarse «en plena tormenta creativa de construcción» del que será el tercer y último título con el que concluirá la trilogía galdosiana, iniciada en 2018 con el montaje Ana, también a nosotros nos llevará el olvido, escrito por la grancanaria Irma Correa, y El crimen de la calle Fuencarral, cuyo texto elaboró en 2019 el colombiano Fabio Rubiano.

«Aún no está claro el título de la última entrega, aunque sí su espíritu, que pondrá el acento en el Galdós más político, que termina sus días anciano, ciego y pobre», avanza la dramaturga, que cree que el primer borrador podría estar para antes de Navidad.

«En la dramaturgia que preparamos podrán percibirse temas como su ceguera o la infancia, así como la relación del novelista con su madre. Si la primera entrega focalizaba su atención en el universo femenino y la segunda en el Galdós periodista, nuestro texto incidirá en el Galdós más político, al que se le arrebata el Premio Nobel y muere pobre sin conseguir el dinero que le hubiera reportado y con el que podría haber dignificado sus últimos días. Todas esas situaciones nos están llevando a un lugar teatralmente muy interesante», añade.

Ambos dramaturgos dividirán el texto que escriben para el Laboratorio Galdós en dos partes bien diferenciadas, cuya estructura no mantendrá una licencia clásica. «Estamos trabajando con la luz de Benina y la oscuridad, lo sublime, lo virtuoso y lo abyecto, dándole vueltas al Pantoja de Electra, al hermano de Doña Perfecta. Jugamos con las presencias con las que pudo Galdós encontrarse en sus últimos días de vida».

«Proponemos un montaje de teatro inmersivo que se fundamentará en la vida de Benito Pérez Galdós, que explotará media docena de espacios del teatro Pérez Galdós en el que será estrenado y en los que un reducido número de espectadores vivirá la experiencia cercana del acontecimiento teatral, para luego, en su gran escenario, contemplar el desenlace de la que será la última producción del denominado Laboratorio Galdós», prosigue Ripoll. «La narrativa de Galdós es tremendamente moderna y fascinantemente teatral. Me pregunta a veces a dónde hubiera podido llegar Galdós si el teatro que estaba de moda en aquel momento hubiera sido otro, sino hubiera estado Echegaray, por ejemplo».

La dramaturga advierte que el punto de partida con el que ha trabajado junto a Llorente en este texto es una carta recuperada de 1918 escrita por el que fuera secretario particular de Galdós, al que su mujer termina encerrando en un psiquiátrico de Leganés. Ripoll ha buceado en este tiempo en una especie de viaje de ida y vuelta entre Las Palmas de Gran Canaria y Madrid en los textos de Galdós «comprobando las dos visiones de España mantenidas en la época, la de Menéndez Pelayo y la del autor canario, que es como enfrentar la oscuridad con la luz, y cuyo rastro aún hoy, no es muy difícil comprobar que persiste en la España actual», dice. «El brindis del Retiro, en el que Pelayo hace una loa a lo que para mí es lo más oscuro de la tradición española, reivindicando incluso la inquisición, está en las antípodas de lo que defendía don Benito».

«Galdós es como un santo laico de tu santoral particular al que quieres y admiras mucho», añade. «Es increíble como a una persona que jamás has conocido puedes admirarla tanto», concluye.

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