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«‘La culpa’ considera inteligente y activo al espectador»

«‘La culpa’ considera inteligente y activo al espectador»

Ana Fernández forma parte del reparto de la obra que llega al Cuyás los días 7 y 8 de junio.

Jueves, 16 de julio 2020, 11:19

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Hay propuestas artísticas que apuestan por el mero entretenimiento. Aspiran a convertirse en una vía de escape de la realidad diaria para el consumidor. Pero existen propuestas en las que, además de entretener, se busca que se reflexione, se abra los ojos ante el mundo propio y ante el que nos rodea. Hasta tal punto que, días, meses o años después, pueda emerger en los pensamientos momentos, diálogos o acciones de la propuesta artística digerida antaño.

Dentro de este segundo grupo se encuentra la obra de teatro La culpa, de David Mamet (Illinois, 1947), que se representa los próximos días 7 y 8 de junio, a partir de las 20.30 horas, en el teatro Cuyás de la capital grancanaria.

La actriz Ana Fernández, que forma parte del cuarteto protagonista junto a Pepón Nieto, Miguel Hermoso y Magüi Mira, apunta que se trata de un montaje que apela a la capacidad cognitiva de los que la contemplan sentados en el patio de butacas. «Se trata de una obra que considera inteligente al espectador. No todo está marcado y claro durante su desarrollo. El espectador tienen que ser activo. Existen elipsis que no están muy definidas, pero que cualquiera entiende. Es un friso que cada espectador tiene que armar. Invita a la reflexión posterior, cuando ya no se está en el teatro», comenta la actriz.

En esta historia del norteamericano David Mamet, Ana Fernández encarna a Kate, la mujer del psiquiatra protagonista de La culpa. «De la obra te puedo adelantar poco, porque si no se desvelaría todo. Es un texto muy del estilo de David Mamet. Es muy crítico con la sociedad, también es ácido, con un punto perverso. El montaje habla de muchas cosas, ya que es como un abanico que se abre. Plantea múltiples interrogantes para que el espectador reflexione, se pregunte y se conteste. No lo hace con un montaje de tesis y aburrido, sino con una obra muy entretenida», desvela por teléfono desde Madrid.

Sobre su personaje, apunta que se trata de una mujer «instalada en su clase social». «Se siente muy segura en su entorno, ya que está muy determinada y marcada por el qué dirán. Cuando te acercas a ella, te das cuenta de que todos realmente somos muy dependientes de lo que los demás piensan y dicen de nosotros en este siglo XXI. En las redes sociales, por ejemplo, hay personas que se crean vidas para ser aceptadas por los demás. Ella está involucrada en un asunto en del que no participa directamente, pero sus consecuencias sí que le salpican...» apunta sin entrar en mayores detalles.

El punto de partida de La culpa es muy claro. Un psiquiatra es requerido para que declare a favor de un paciente que ha cometido una masacre. Cuando se niega a hacerlo, su carrera y sus creencias se tambalean, lo que no solo le afectará a él, sino también a su mujer, Kate.

«Pepón Nieto encarna al psiquiatra, que es mi marido. Los medios de comunicación se agarran a una errata para buscar el titular y para generar la polémica. La obra de Mamet profundiza sobre esta cuestión, sobre que te pueden engañar, manipular y lograr que te tragues la mayor de las mentiras. También habla de la religión y de cómo puede llevar a caer en los extremos. Aborda la amistad, cómo se deterioran las relaciones, la justicia y el sentido de responsabilidad de la sociedad son otras cuestiones que figuran en la obra», dice esta intérprete con un extenso currículum de montajes teatrales, películas y producciones televisivas.

En el fondo, resume Ana Fernández, David Mamet lo que hace es «radiografiar la sociedad contemporánea, con una crítica muy irónica y lúcida a la clase medio-alta, que también tiene muchas debilidades».

Para llevar a buen puerto este objetivo, el autor norteamericano puebla la obra de «personajes muy oscuros» que se desenvuelven sobre el escenario mediante «duetos», apunta sobre una obra que se estrenó en el circuito «off de Broadway» y en Roma.

Bernabé Rico es el responsable de la versión española de La culpa, cuya dirección asume Juan Carlos Rubio.

«Bernabé aborda el texto con mucho respeto y Juan Carlos lleva ya cuatro montajes de Mamet y está preparando un quinto. Dirigió Muñecas de porcelana, con José Sacristán de protagonista. Es una obra que en España ha tenido un recorrido mucho mayor que en el mismísimo Nueva York, y eso que allí la protagonizaba Al Pacino», subraya Ana Fernández.

La actriz de montajes escénicos como La voz humana, Arte Nuevo. Un homenaje, 25 años menos un día o Neurosis terminal, entre otros muchos, pone en valor la capacidad crítica de Mamet. «En sus declaraciones públicas, sobre todo en las últimas, se muestra como una persona muy conservadora. Pero sus textos son lo contrario. Tiene una obra muy abierta y nada conservadora, siempre muy crítica. Creo que es comparable a Harold Pinter, que para mí es de los mejores dramaturgos», puntualiza.

Conviene recordar que David Mamet es uno de los novelistas, ensayistas, dramaturgos y guionistas de cine y televisión más reputados de Estados Unidos. Llevan su firma una quincena de piezas escénicas y guiones como los de Los intocables de Elliot Ness, Hannibal o Veredicto final, entre otros. También ha dirigido La trama, State and Main y El caso Winslow, entre otros largometrajes, así como la serie de televisión The Unit.

A la hora de abordar la dirección de La culpa, explica Ana Fernández, Juan Carlos Rubio tenía muy claro «en la cabeza qué montaje quería». «Antes de comenzar con los ensayos, hablamos mucho, conversamos mucho y analizamos en profundidad todo, para ver de qué manera lo veía cada uno. Tenía muy clara la escenografía y ya el segundo día de ensayos vimos el diseño de vestuario y todo lo demás. A la hora de buscar el alma de los personajes le gusta mucho ensayar. Eso me gusta, porque disfruto mucho en los ensayos. Son un lugar maravilloso para el juego y la búsqueda», reconoce la actriz de Solas, de Benito Zambrano, y En la ciudad sin límites, de Antonio Hernández, entre otros filmes.

Continúa con su explicación sobre la forma de trabajar de este director: «Apuesta más por pensar y reflexionar que por trabajar con el propio texto. Da mucha confianza que un director tenga tan claro el universo que quiere contar».

Reconoce que La culpa ha sido «uno de los montajes» que más esfuerzo le ha requerido y a su vez le ha generado mayores satisfacciones. «Es un latigazo al espectador y eso implica ritmos y formas no tan naturalistas», puntualiza la actriz.

Antes de atender a la llamada de CANARIAS7, Ana Fernández se encontraba en plena fase de estudio para acudir al ensayo de una nueva propuesta teatral. Se trata de Pericles, príncipe de Tiro, de William Shakespeare, que se estrenará en la 65ª edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida. Hernán Gené firma la versión de Joaquín Hinojosa de este clásico, que tiene un reparto en el que, además de Ana Fernández, figuran Marta Larralde, Ernesto Arias, María Isasi, Óscar de la Fuente, José Troncoso y el propio Gené.

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