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Naranjo abre en Guía una ventana al arte iberoamericano

Naranjo abre en Guía una ventana al arte iberoamericano

La Fundación Francis Naranjo se presenta en sociedad este miércoles, a las 20.00 horas, en el teatro Hespérides de Santa María de Guía en un acto donde el creador guiense ofrecerá las claves de un laboratorio artístico que busca echar raíces en el ámbito local y extender sus ramas a nivel internacional, a través de artistas y entidades de Latinoamérica.

Jueves, 1 de enero 1970

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La fundación, que tendrá su sede en el teatro Hespérides en otoño, una vez termine su remodelación, abre su andadura con dos exhibiciones que se inaugurarán esta noche en la Casa de la Cultura: De la Circulación de las imágenes, del chileno Juan Castillo, y la colectiva From Bolivia, protagonizada por creadores bolivianos o ligados a ese país.

Las tradiciones, el carácter y las creencias de los bolivianos se pueden apreciar en los vídeos, fotos, instalaciones, dibujos y objetos de once artistas incluidos la colección de Francis Naranjo.

En algunas obras se alude a los ritos funerarios, como sucede en la instalación Milluni del propio Francis Naranjo, donde aparece, al pie del imponente monte Huayna Potosí, un conjunto de animitas –pequeños templetes erigidos en buena parte de Latinoamérica para recordar a los que han perdido su vida de forma trágica. En este caso, rememoran la masacre realizada en 1965 por las fuerzas aéreas bolivianas contra unos mineros en huelga. También los ritos mortuorios aparecen en las fotos de Gabriel Barceló (España), donde retrata una ñatita, cráneos que los bolivianos ponen en sus casas para preservarlas de los infortunios y que, cada 8 de noviembre, llevan a los cementerios para dedicarles ofrendas y bailes. También la idea de muerte, pero con un sentido histórico y político, subyace en la pieza de la chilena Lotty Rosenfeld, que sitúa una cruz en la calzada frente al Palacio Quemado y el Parlamento boliviano. «Es un trabajo que empezó en los años 80», dice Naranjo que, junto a Carmen Caballero, realizó la acción eludiendo a los agentes de seguridad un domingo al amanecer siguiendo las instrucciones de la artista, que ha realizado esta acción en el Palacio de La Moneda, en la Casa Blanca en Washington o en la plaza de la Revolución en La Habana.

La artesanía de ese país está muy presente en la muestra a través de las obras de José Ballivián (Bolivia), que presenta, además de un sombrero de chola –la vestimenta tradicional de las mestizas–, un dibujo de una máscara de una diablada; un grupo de danzarines enmascarados del carnaval boliviano. Por su lado, Felipe Ortega-Regalado (España) presenta un dibujo en blanco y negro reinterpretado sobre tela por un artesano. Los bordadores también protagonizan la pieza de la boliviana afincada en Gran Canaria, Liliana Zapata, quien, en Artefacto genealógico, ofrece la posibilidad de mirar con una lupa fragmentos de brocados hechos por una de las pocas familias de bordadores que quedan en La Paz.

El surrealismo boliviano se pone en evidencia en los vídeos oníricos de Iván Cáceres (Bolivia) y Joaquín Sánchez (Paraguay/Bolivia) , y también en la cotidianidad de los incómodos minibuses de La Paz, retratados por Eduardo Caballero (España). Mientras que Andrés Mallo y Pablo Merino (Bolivia/Argentina) arremeten contra los roles de género en una reinterpretación de las miniaturas típicas de la feria de la Alasita que se regalan a personas solteras que buscan pareja.

La sala de la ermita de Santa Catalina se reserva para el proyecto de Juan Castillo que incluye ocho pinturas, cinco vídeos y 25 objetos que, conectados por textos, se refieren a la imposibilidad del artista para determinar el sentido de unas imágenes a las que solo el espectador puede dar significado en un instante concreto y siempre efímero.

Juan Castillo y los estímulos efímeros

El veterano artista Juan Castillo (Antofagasta, Chile, 1952) –fundador y miembro del Colectivo de Acciones de Arte C.A.D.A, junto a Lotty Rosenfeld, Diamela Eltit, Raúl Zurita y Fernando Balcells– mantiene una postura crítica y escéptica respecto al arte. Una actitud que se aprecia en De la circulación de las imágenes, el título de un proyecto multidisciplinar realizado específicamente para la apertura de la Fundación Francis Naranjo.

«Lo que sostiene estas imágenes son las miradas que las visitan», reza uno de los muchos textos en los que Castillo cuestiona el propio sentido de las obras de arte.

De hecho, la pieza central es un vídeo en el que el fuego consume la frase que da título a la muestra con el paisaje guiense de fondo. «Lo que me interesa de la experiencia artística es lo efímero», afirma este artista que atribuye al espectador el poder, momentáneo y cambiante, de armar la obra en su mente.

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