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El 9 de septiembre, en Arrecife de Lanzarote, nacerá Espacio Dörffi, un centro que se define como una sala 100% independiente destinada a la exhibición y venta de artes plásticas y visuales. El joven comisario Adonay Bermúdez está detrás de esta iniciativa que dotará a la capital lanzaroteña de su única galería.
La sala, ubicada en el número 6 de la calle Guágaro, se convertirá en «un punto de encuentro donde se unan exposiciones, performances, intervenciones en el espacio o presentaciones de libros... Espero que allí surjan muchas cosas», comenta su promotor, el comisario Adonay Bermúdez (Lanzarote, 1985).
El local, de 170 metros cuadrados, está dividido en dos partes. Una de ellas se dedicará a la exhibición de un proyecto expositivo que se renovará con una frencuencia mensual. Otra parte del local se dedicará a la exhibición y venta de piezas de arte a precios asequibles. «Serán obras de pequeño formato y más económicas, como grabados o serigrafías, que costarán a partir de 20 euros para que cualquiera pueda hacerse con una pequeña obra de arte, pero siempre piezas con rigor y calidad, algo que para mí es principal», comenta el impulsor del que será el único espacio privado dedicado a la venta y exposición de artes visuales de Lanzarote.
Según cuenta Bermúdez, en el nacimiento de espacio Dörffi, de una forma o de otra, ya se han implicado alrededor de medio centenar de artistas, muchos de los cuales encontrarán en este lugar un punto de venta para sus trabajos. «En Lanzarote no hay ninguna galería privada ni ningún espacio expositivo que presente arte contemporáneo nacional e internacional», comenta el comisario con cuya iniciativa también intentará visibilizar la producción de los artistas locales.
En este sentido, Bermúdez piensa atraer a artistas y comisarios de ámbito nacional e internacional a través de residencias artísticas. De hecho, ya ha convocado un concurso para seleccionar a los primeros creadores y expertos que, de forma gratuita, se alojarán en una vivienda ubicada junto al mar en Caleta de Caballo, en Teguise. La principal condición para acceder a esta casa con estudio es proponer una actividad o proyecto que «dialogue con el contexto local».
Además, Bermúdez aclara que espacio Dörffi no va a funcionar como una galería. «No represento a ningún artista. Tampoco me llevaré el 50% de la venta de la obra. Como máximo, un 40%. El artista ganará más que con una galería», dice.
‘Me duele España’. Este es el título de la primera exhibición de Espacio Dörffi: una muestra crítica con la situación del país que reunirá obras de los artistas nacionales y locales María Cañas, Eugenio Merino, Carlos Aires, Valeriano López, Acaymo S. Cuesta, Olalla Gómez, Manuel Antonio Domínguez y Alán Carrasco. «Define mi trabajo de comisario», comenta Bermúdez quien articula discursos políticos con sus exposiciones.
Creadores de fuera. Según Adonay Bermúdez, Lanzarote carece de un espacio expositivo que presente arte nacional e internacional. «Dörfi va a acercar la creación que se hace fuera al público de Lanzarote», sostiene el promotor de esta sala, diseñada por la arquitecta Quirina Morales. Otro objetivo es darle visibilidad a las obras de los creadores locales que vayan en la línea del espacio expositivo.
Crear junto al mar. Las residencias artísticas Al jallo-Lanzarote, convocadas por Bermúdez, ya tienen a sus primeros seleccionados. En una vivienda con estudio junto al mar, en Teguise, desarrollarán sus proyectos los artistas Avelino Sala y Jorge García, además de los comisarios Blanca de la Torre y Carlos Delgado Mayordomo, la crítica de arte y nueva codirectora de JustMad Art Fair Madrid, Semíramis González, o Tomeu Simonet, director de Addaya Centre d’Art Contemporani.
Concurso. «Los artistas pueden venir entre una semana y un mes», comenta el promotor que ha recibido 87 peticiones de artistas y comisarios de España, Francia, Italia, Cuba y México. El éxito de la convocatoria se debe, según Bermúdez, al atractivo de Lanzarote y al hecho de que muchos ya conozcan su forma de trabajar.
«Es una locura», comenta Adonay Bermúdez sobre este proyecto en el que ha invertido mucho tiempo y dinero.
Su objetivo es reforzar el tejido cultural de Lanzarote y traer a creadores de fuera que muestren su trabajo y dialoguen con el contexto local. Una labor que no han ejercido las instituciones públicas. «No siempre tenemos que esperar por los espacios institucionales. Si ellos no lo hacen, no vamos a esperar de brazos cruzados», comenta Bermúdez empeñado en romper la doble insularidad que sufre su Isla.
De momento, ha recibido propuestas para establecer convenios de colaboración con museos e instituciones de fuera de Canarias. «Es muy triste», se lamenta.
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